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Okuda San Miguel le puso colores al Frontón México
El artista español pintó la fachada del inmueble como parte de su exposición en solitario en vísperas de la Semana del Arte. Destaca su vínculo con México y su fanatismo por los alebrijes.
La fachada del Frontón México ha cambiado de rostro. El representativo rojo ocre que revestía el inmueble ha desaparecido y hoy se presume policromático.
Sobre la arquitectura en art decó de este edificio catalogado por el INBAL, ahora habita un mural en el que conviven patrones geométricos, líneas que se sobreenciman como en una sopa de fideo; composiciones romboidales que asemejan las formas tradicionales de diseños textiles mexicanos y extrañas figuras en tercera dimensión que alguien dotó con unos labios.
Este crisol sin pudor en el uso de colores, variaciones, contrastes y armonías sobre los muros verticales del edificio es obra del artista visual cántabro Óscar San Miguel Erice, para mejores referencias, Okuda San Miguel o simplemente Okuda, un personaje de aspecto congruentemente excéntrico y unos curiosos lentes de micas anaranjadas.
Con el pelo pintado de amarillo, verde y rosa, el artista está inaugurando su exposición en solitario, Metamorfosis, esa que promete una “experiencia inmersiva” con esculturas de gran formato distribuidas en una cancha del Frontón México coloreada por el piso y los cuatro lados. Y claro que es fotogénica.
“Es raro que haga una exposición sólo de esculturas, pero, a pesar de eso, creo que es la exposición más completa que he hecho nunca, y la más potente, sobre todo porque no es una expo para ver sino para sentir e integrarse a ella”, declara el español en uno de los turnos de su extensa serie de entrevistas previas a la apertura.
Ese mundo de poliedros, líneas, manchas, en fin, formas diversas de múltiples colores, que cohabitan con humanos o humanoides, conejos gigantes y cráneos de igual magnitud, entre otros seres salidos de una especie de mitología pop, y otros que —como lo confirma el propio artista— están inspirados en los alebrijes mexicanos, funciona como un match perfecto para las redes sociales, que es la vía más provechosa de promoción para un artista como Okuda.
El origen de este universo de colores y formas, dice el artista, “es un proceso largo, viene desde 1996, cuando empecé a pintar grafitis en la calle. A partir del 2008 empezó a gestarse esta revolución lenta y con una identidad más fuerte”.
El empaque perfecto
Con su policromía por delante, Okuda San Miguel ha presentado obra en galerías o directamente ha intervenido fachadas e interiores de edificios y transportes de todas las geografías, desde la intervención de un tren en Kiev, Ucrania, hasta exposiciones en solitario en Hong Kong y Los Ángeles o grafitis en Valparaíso, Chile.
Presume mucha cercanía con México y comparte que las piezas del “show”, como él lo llama, todas de tamaño considerable y hechas de materiales tan diferentes como fibra, resinas, metal, madera, espejos, telas, fueron realizadas junto con artesanos mexicanos, aunque de momento no recuerda quiénes o de qué talleres.
“Era el lugar perfecto para mostrar el show, sobre todo porque la pieza fundamental, de la que se desprende todo es la pieza calavera que tenemos aquí, porque las calaveras son muy importantes en mi trabajo, es uno de mis iconos, pero también es un símbolo de la cultura mexicana. Además, creo que era importante trabajar con artesanos de aquí en coordinación con mi estudio de Madrid. También por la inspiración que tengo de la cultura ancestral mexicana. Siempre que vengo, llevo alebrijes conmigo. Tengo una colección enorme. Vivo entre alebrijes y arte de mis amigos. Por eso era perfecto el show aquí, y también, aunque de esto me he enterado después, porque recién sucedió el centenario del muralismo mexicano. El empaque perfecto”.
Una foto con el artista
El lobby del Frontón México se ha dispuesto como antesala de la prometida experiencia inmersiva. Los reporteros esperan su turno para entrevistar al artista en cuestión. Se indica que el artista estará dando tiempo para cada quien, con un fondo distinto, frente a cada una de las piezas, incluyendo ese tan fotografiado cuarto de espejos y pantalla led que siempre da buenos resultados.
Hay un hombre, quizás su asistente o su representante, que no se despega ni un centímetro del artista. Cada vez que haya que moverse de locación, él da las indicaciones con voz fuerte, parece ser un experto en esto de despachar a la gente que se aproxima a su representado, y le asiste cuando aquel duda sobre qué responder.
Al final de cada entrevista, en un tono sobre todo imperativo, este hombre se ofrece para tomarle una foto al entrevistador con el artista. Prácticamente sin esperar la respuesta, extiende la mano para tomar el celular de la persona y toma cinco fotos en menos de tres segundos. Venga, vamos, el siguiente, pasen para acá. ¿Será entrevista en video o nada más en audio? Ah, audio, perfecto, entonces se van a sentar aquí para que el artista descanse.
Okuda San Miguel permanecerá en la Ciudad de México una semana más. Se integrará al furor de la Semana del Arte. “Vine hace dos años a Maco y me encantó. Ahora la ciudad me respira una escena del arte muy guay”.
¿Cuánto y hasta cuándo?
La exposición Metamorfosis permanecerá en el Frontón México hasta el 12 de marzo para después hacer itinerancia internacional. El costo por boleto para la exhibición es de 250 pesos por persona. Después de México, Okuda viajará a Panamá para organizar su siguiente exposición en solitario.