Orientan a “todos los compositores de México”

En un peculiar banderazo de salida, entre el primer y el segundo semestre, la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) presentó el viernes pasado su Taller de Composición (TC SACM), una escuela que no es una escuela . No es una escuela de composición porque -comentó uno de los fundadores del proyecto, el compositor Memo Méndez Guiú- la música es algo que se lleva en el alma, es algo espiritual; sentimos que no podemos enseñar a alguien a componer porque sería como tratar de enseñar a amar, a respirar, a pensar.

Lo que sí podemos es, por ejemplo, invitar a los compositores más exitosos a que platiquen y compartan sus secretos con los que van surgiendo .

Así que decidieron nombrarlo Taller de Composición y se orientará, sobre todo, en dar apoyo a los creadores de canciones populares y buscar que los autores y compositores sean profesionales, es decir, garantizar que puedan vivir de su trabajo como tales. Memo Méndez Guiú puso como ejemplo a Teodoro Bello: Es un gran compositor.

De las canciones de los Tigres del Norte, 70% es de Teodoro; es un compositor que no sabe tocar ningún instrumento, compone en una grabadorcita, ahí graba sus canciones y eso nos inspiró .

Méndez Guiú aclaró que, aunque se ha mencionado mucho a los jóvenes, esta no es una escuela sólo para jóvenes, es para todos los mexicanos, y en especial aquellos que no han tenido una educación musical formal. Invitamos a todos los compositores mexicanos .

La intención es ofrecer herramientas a los autores que vayan desde el uso de los instrumentos y clases de música, hasta la inserción en la industria discográfica y la relación con grupos.

Odilón Chávez, director del Taller, explicó la estructura del mismo, con sus 60 alumnos presenciales y los, por lo pronto, 250 on line, quienes pueden llegar a ser hasta 2,500. Sus clases magistrales mensuales a cargo de los compositores más prolíficos, exitosos y reconocidos, quienes van a compartir mucho más que los aspectos técnicos de la música, compartirán sus experiencias y sus secretos .

Chávez definió al taller como un lugar donde no se trata de aprender a leer notas o a tocar un instrumento; sí haremos eso, pero orientados hacia la creación, no es aprender a tocar las canciones de mi banda favorita sino crear para que mi banda favorita toque lo que yo compongo .

Hay muchos compositores –siguió Odilón Chávez- que hacen su canción y luego dicen: ¿Y ahora qué hago con ella? ¿Se la llevo a una disquera, a un cantante, a un editor, a la SACM? ¿Qué hago? Aquí los vamos a orientar en eso y en temas de derechos de autor, cómo se cobra, qué hacer si es una coautoría y todo eso , dijo Armando Manzanero, presidente de la SACM.

El taller se divide en cuatro clases: Carlos Law da instrumento aplicado a la composición; Pedro Dabdoub, canto aplicado a la canción; Odilón da armonía práctica y análisis, y Mónica Vélez recursos literarios y desarrollo creativo.

Mónica Vélez explicó que la escuela no es sólo para principiantes. Tenemos gente que ya le ha dado canciones a grupos como Camila y a otros, de lo que se trata es de compartir y de ayudarnos unos a otros . Vélez, quién tiene un Latin Grammy, confiesa estar aprendiendo mucho de sus alumnos.

mlino@eleconomista.com.mx