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Arte e Ideas

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Peter Gabriel, el regreso de un grande a México

En un silencio casi total, dentro de una atmosfera electrificante, sonaron los primeros acordes de The rhytm of heat , número abridor desde su álbum Plays Live de 1983.

Uno podría pensar que el concierto del pasado viernes en el Foro Sol, era una perfecta oportunidad para disfrutar uno de esos populares dos-por-uno. La tercera visita de Peter Gabriel a México, esta vez sin llevar a cuestas la promoción de un disco, y la cuarta de Travis, anunciado como invitado especial para no rebajar a los escoceses al rol que tenían abridores . Podría también pensarse que el Foro Sol tuvo un lleno a medias, quizá porque la sección del fondo de las gradas no se abrió a la venta.

  • Travis

La banda aprovechó la hora en el escenario para regalarnos lo mejor de su repertorio y lo peor de su estilo meloso. Largas parrafadas de Fran hacia el público pidiendo palmas, sonrisas, saludar al de al lado o básicamente complicidad. Buenos números Selfish Jean , Sing , Re-offender que se fueron como agua (pero glucosada).

Como suele hacer (ya parece fórmula), Fran detuvo el concierto para repetir el inicio de una rola porque su guitarra estaba desafinada y el micrófono estaba retroalimentando: ustedes merecen lo mejor .

Travis se llevó su dosis de aplausos merecidos por la entrega, pero lo cierto es que el público iba a ver a Gabriel, y no dejó de caminar por pasillos, buscar lugares, comprar bebidas, y charlar durante todo el número abridor.

  • Peter Gabriel

Una voz femenina anunció que el concierto sería grabado y que podríamos adquirir una copia en: http://www.themusic.com/detail.cfm?id=9007347 incluyendo una canción gratis en mp3 ( Secret World ) para descargar en http://www.petergabriel.com.

Casi se hizo silencio. Entran los primeros acordes de The rhytm of heat , en lo que suele ser su número abridor desde su álbum Plays Live de 1983. La atmósfera se fue electrificando.

A la manera de Luis Gerardo Salas en Rock 101, Gabriel leía pequeños fragmentos de historias, reflexiones, casi hai-kús para presentar muchas de las canciones de la noche, con español casi perfecto: Algunas veces una reacción química entre dos cuerpos puede generar el suficiente calor para hervir agua, a esto lo llamamos vapor .

El concierto dio verdaderamente inicio con el stand up! con que arranca Steam . Gabriel recorre el escenario mientras en pantallas flotantes aparecen figuras orgánicas. Vapor desde el piso, luces y color. El espectáculo es muy llamativo. Quizá no tanto como la esfera plástica en que salió cantando Growing-up en el Auditorio Nacional, pero lo suficiente.

Sin complacencias, Gabriel montó un setlist, con notas muy altas de toda su discografía, Blood of Eden , Darkness , The tower that ate people , Games without fronteirs y Signal to noise , dejando a su hija Melanie (backsinger) Mother of violence .

Cuando era niño había una cabaña abandonada en las afueras del pueblo, con las ventanas cubiertas con diarios, dentro decían que vivía una bruja, ahí aprendí lo que era el miedo , preludio inolvidable a una brillantísima Darkness .

Sorpresiva y deliciosa la entrada de Sledgehammer donde el público empezó a corear la melodía anticipándose a Gabriel, en el momento más encendido de la noche.

Hay algo en la voz de Gabriel que conecta profundamente con nuestras fibras más sensibles. Quizá por ello es capaz de empujarnos a las lágrimas con Father and son , a una alegría feliz con Solsbury Hill , o impulsarnos a mirar el mundo con otros ojos.

Así, cerca de la una de la mañana, el público pedía Biko , quizá sabiendo que con este homenaje al luchador social sudafricano asesinado, Gabriel suele cerrar sus conciertos. Biko fue coreada hasta mucho después que Gabriel volteara el micrófono hacia nosotros y dijera ahora es su turno , pasando no sólo el escenario sino la estafeta a cada uno de nosotros.

ricardo@cineparallevar.net

apr

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