Raúl Zurita: “Las señales del porvenir son bastantes turbias”

“De repente parece que la historia del mundo no es sino la historia de unos pocos segundos. Por ejemplo, parece como si la destrucción de Troya estuviera anunciando todas las Troyas que se iban a destruir en el mundo. Siento que no hemos avanzado absolutamente nada, pero nada. Parece que todavía estamos en la era de la ira de Aquiles, y que todo este devenir ha sido de venganza sobre venganza sobre venganza, porque no me cabe duda de que toda esta masacre que se está produciendo (la de Palestina) va a provocar una nueva venganza. Estamos en un círculo del que aparentemente no podemos escapar y, sin embargo, tenemos el deber de intentar, como sea, desde el lugar que sea, que termine esta masacre”.

Son las palabras dichas por el poeta chileno Raúl Zurita sobre la crisis bélica que azora al Estado de Palestina a manos de las fuerzas militares israelíes. El ganador del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2020, del Premio Nacional de Literatura de su natal Chile en el año 2000 y del Premio Iberoamericano Pablo Neruda 2016 sostiene un encuentro con la prensa como invitado de la edición 2024 del Hay Festival Querétaro, que se lleva a cabo del 5 al 8 de septiembre en la capital queretana y los municipios de Tequisquiapan y Corregidora.

El poeta chileno asiste al encuentro ganador del Premio Princesa de Asturias en Comunicación y Humanidades 2020 para participar en un conversatorio con el periodistas Jan Martínez Ahrens en una edición en la que la conversación sobre las crisis bélicas en el mundo y las dictaduras en América Latina tiene varias reminiscencias.

Dichas reminiscencias no solamente se dan en la voz de Raúl Zurita, sino a través de invitadas e invitados diversos, como la cronistas y escritoras argentina Leila Guerriero, quien presenta su libro “La llamada”, sobre la historia de una sobreviviente de desaparición forzada durante la dictadura en Argentina en los años 70, o la abogada ucraniana Oleksandra Matviichuk, ganadora del Premio Nobel de la Paz junto con la organización rusa Memorial, entre otras.

“Ojalá que no sea una dictadura”

Debido a su voz pública fuertemente crítica con la situación política de Chile en la década de los 70, en septiembre de 1973 Raúl Zurita fue víctima del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet. Fue privado de su libertad por más de veinte días y a su salida las condiciones de empleo y de vida diaria misma se complicaron para él. Acto seguido, fundó el Colectivo de Acciones de Arte (CADA) como un grupo disidente ante las violaciones a los Derechos Humanos del régimen y fue muy activo, no solamente de voz sino con acciones por demás escandalosas en su momento.

“Yo pertenezco a una generación en la que teníamos unos 22 o 23 años cuando sucedió el Golpe de Estado en Chile, que fue también el día más triste en mi vida, como lo fue en la de tantos. En aquel entonces no nos quedaba más que plantear una lucha”.

Pero no basta con mirar al pasado, sino que hay que observar los indicios de presente, porque, comenta, el mundo en el que vivimos actualmente “está en un momento de crisis, si no es que lo ha sido todo un momento de crisis. De verdad que pienso eso. Éste es un momento de profunda crisis, y las señales que nos llegan del porvenir son bastantes turbias, y ojalá que cambien”.

Sobre la situación actual en América Latina, el autor de poemarios como “Purgatorio” (1979), “Anteparaíso” (1982), “Canto a su amor desaparecido” (1985) y “Poemas militantes” (2000), comenta:

“América Latina es un conjunto de pueblos, de ciudades que han padecido violencias internas tremendas, donde las grandes batallas no han sido de ejército contra ejército, donde las grandes masacres han sido proferidas por ejércitos que no tienen otra misión que la de defender a sus pueblos pero hacen exactamente lo contrario”.

Por lo anterior, señala que “mi visión de América Latina es bastante triste también, en este momento tan especial de la historia. Y es triste porque no hemos superado las dictaduras. Las dictaduras existentes son terribles, terribles. En este continente nos la pasamos preguntando si lo que vivimos es una dictadura, y siempre nos respondemos: dios mío, ojalá que no lo sea, ojalá que no lo sea, ojalá que no lo sea, ojalá que no tengamos noticias de que nuestros militares están lanzando cuerpos sobre el mar”.

Zurita mismo ha relatado que, a manera de flagelación de protesta, en el año 1980 intentó dañarse definitivamente la vista después de rociarse amoníaco sobre los ojos, sin embargo, éste de inmediato fue trasladado al hospital donde lograron salvarle la vista.

Actualmente, el poeta de 74 años habla con voz baja, agacha la cabeza. Ha sido luchador social por décadas y en los últimos años ha publicado colecciones de poemas como “Tu vida rompiéndose” (2015) o “Verás cielos en fuga” (2019), así como un puñado de libros de novela, cuento y ensayo.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx