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Regreso a clases es fundamental pero no hay condiciones: exsecretarios de Salud
Necesitamos recomendaciones y decisiones basadas en evidencia científica, dice el investigador Andreu Comas; muchas escuelas públicas carecen de agua potable o infraestructura sanitaria, y en muchos casos quienes dirigen los planteles educativos aún no saben qué hacer, apunta Mercedes Juan.
Cuatro exsecretarios de Salud evaluaron las condiciones para el retorno a las aulas a partir del 30 de agosto como lo anunció el gobierno federal; coincidieron en que aunque no hay duda de que regresar a clases es fundamental para el aprendizaje cognitivo y social, además de tratar de recuperar el rezago y deserción que se ha acumulado, se necesita una evaluación sobre las condiciones de la pandemia para contar con parámetros que garanticen un retorno seguro. “El regreso a clases requiere de compromiso y de medidas basadas en la evidencia, para regresar tenemos que determinar el cuándo y el cómo”, dijo Salomón Chertorivski.
El pasado jueves, durante la mesa de análisis de Pensando en México, regreso a clases y el momento de la pandemia en México, Julio Frenk, quien ahora preside la Universidad de Miami, aseguró que el ejercicio más importante que se tiene que hacer es el análisis comparativo de riesgos, pues ninguna acción está exenta de estos, dijo que casi siempre nos enfocamos en los riesgos de la acción pero dijo que en la inacción también hay riesgos. En este sentido la pregunta no es si se debe regresar a clases sino cómo.
¿Cómo regresar a clases?
Frenk señaló seis condiciones esenciales para lograr el regreso seguro: Que todos los adultos en las escuelas estén vacunados, un régimen riguroso de pruebas, rastreo y planes de cuarentena, uso correcto de cubrebocas, mantener distanciamiento físico y evitar aglomeraciones, incrementar la ventilación, sobre todo antes del invierno, e insistir en el lavado de manos para evitar que los niños las lleven a la cara.
Señaló que uno de los muchos errores que se ha cometido en México es no declarar como orientación de política pública el hacer pruebas de vigilancia, “se dijo que hacer pruebas era un desperdicio y eso ha hecho que en México siempre estemos detrás del virus (...) Esto hay que corregirlo y no tenemos mucho tiempo”.
Dijo que se pueden hacer esquemas de muestreo rotatorio con suficiente frecuencia para pescar casos de infección asintomática, “con un sistema de rastreo de contacto riguroso se podría dar un paso importante”. Agregó que esto cuesta mucho dinero, pero cuesta mucho más hacerlo mal, ahora el tiempo apremia y preocupa “yo hoy no veo una prioridad más alta en el país que abrir las escuelas de forma segura”.
Por su parte, José Narro Robles hizo un recuento de las condiciones de la educación básica. Tenemos 25 millones de alumnos, un millón 200,000 docentes y personal de apoyo, 230,000 planteles, pero de ellos, 30,000 sin electricidad, 60,000 sin agua potable y 70,000 sin lavabos. Dijo que este rezago viene de mucho tiempo atrás pero es uno de los temas que hay que resolver en calidad de urgencia. “No es posible que tengamos una infraestructura tan deteriorada”.
Basado en el trabajo del colectivo Unidos por la salud de los mexicanos, dijo que a la par nos encontramos en uno de los peores momentos de la pandemia “sabemos que cuando hay una epidemia o pandemia los momentos no se seleccionan pero sí se anticipan y se puede planificar”. La Universidad de Washington por ejemplo, desde hace dos meses estuvo avisando que en agosto México iba a tener su punto álgido de la tercera ola, pero no se hizo nada. En enero tuvimos 438,000 casos, en los últimos 31 días esa cifra se rebasó de manera importante con 466,000 y en incremento en casos de niños y jóvenes.
El también exrector de la UNAM aseguró que hay una obligación del Estado para asegurar y crear las condiciones sobre salud y educación, “una acción precipitada va a poner en riesgo a niñas, niños y jóvenes que acudan a los planteles a profesores y familiares”.
Hizo énfasis también en el desplazamiento de toda esta población y lo que podría ocasionar. No se puede pasar por alto la heterogeneidad de las comunidades del país, hay que ponderar esa diversidad y adoptar programas diferenciales. Reiteró los puntos mencionados por el doctor Frenk además de que se preguntó ¿dónde está el Consejo de Salubridad General?, órgano constitucional que debe capacitar en el ejercicio de protocolos.
Agregó que las autoridades de salud tienen que cumplir con criterios técnicos y no políticos, además de no transferir a los padres de familia la responsabilidad de una decisión precipitada y en condiciones adversas.
El doctor Andreu Comas, líder investigador del tema Covid-19 e invitado especial a la mesa de análisis, señaló que"en México no se ha confiado en la realización masiva de pruebas por lo tanto se debe diseñar una estrategia que disminuya la probabilidad de que el virus entre a la escuela, esto es posible pero requiere capacitación, compromiso, planeación y medidas basadas en evidencia científica"
"La capacitación es un punto central, con acciones de bajo costo, pero que implican revisar aula por aula para determinar sus condiciones y un verdadero conocimiento de los involucrados sobre las acciones y protocolos. En este caso las escuelas podrían convertirse hasta en un censor de la epidemia”, concluyó.