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Arte e Ideas

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Retrato de un "héroe americano"

Clint Eastwood vuelve al frente de la pantalla en el papel de un estadounidense de la vieja guardia, en un vecindario hostil.

Me duele aceptarlo, porque soy fan de Clint Eastwood, pero Gran Torino (EU-2008) es una de sus obras menores. No es para tirarse a la basura pues posee elementos rescatables, pero algunas inconsistencias que le restan fuerza.

Gran Torino da cuenta de la testarudez de Walt Kowalsky, un hombre mayor, un exsoldado de la Guerra de Corea, bélico, antisocial, cuya esposa acaba de fallecer y cuyos hijos parece odiar, y ellos a él (ninguno quiere llevarlo a vivir consigo).

Católico, gruñón y de ascendencia polaca, Walt se considera un estadounidense de la vieja guardia: trabajó duro en la Ford para tener una casa en los suburbios y para comprarse un Gran Torino, modelo 1972 (contrario a sus hijos que tienen autos japoneses).

El vecindario de Walt ha cambiado mucho, tanto que ahora se ha convertido en un extraño, el barrio se ha ido poblando de asiáticos, a los cuales parece odiar; pero él resiste como todo un soldado, con la bandera estadounidense colgada fuera de su casa.

Hay dos momentos que cambian la vida de Walt, el primero tiene que ver con su vecino un niño asiático llamado Thao (Bee Vang), quien intenta robar su Gran Torino como parte de un rito de iniciación de pandilla (el cual falla), y el segundo, que también involucra a Thao, tiene que ver con Walt empuñando un fusil para evitar que la pandilla en cuestión intente llevarse a Thao por la fuerza para integrarlo al grupo.

Kowalsky se convierte así en un héroe, no sólo para el vecindario, sino también para sus vecinos, pero ahora, parece ser también el objetivo de esta pandilla violenta.

El problema radica en el guión, los personajes pudieron pulirse más para no parecer unidimensionales y hacer un contrapeso con la figura predominante de Walt, quien prácticamente parece jugar sólo.

Sin un antagonista importante, Walt -el estereotipo del tipo rudo que Eastwood ha interpretado a lo largo de su carrera, sólo que ahora en la división de la tercera edad- no posee la fuerza suficiente para sobrellevar la película.

Sin mencionar que por momentos, la historia es un poco lenta y predecible, con un giro al final sumamente significativo en la carrera de Eastwood.

Por otro lado, la cinta da cuenta de la urgencia por redefinir lo estadounidense en medio de las tensiones derivadas de la diversidad cultural.

klm

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