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Saber qué es el FEVI puede salvarnos la vida

En el mundo más de 26 millones de personas viven con insuficiencia cardiaca (IC) y, de acuerdo con el estudio Carga de la Enfermedad por Condiciones Cardíacas-México, se estima que este padecimiento afectará a una de cada cinco personas a lo largo de la vida.

En el mundo más de 26 millones de personas viven con insuficiencia cardiaca (IC) y, de acuerdo con el estudio Carga de la Enfermedad por Condiciones Cardíacas-México, se estima que este padecimiento afectará a una de cada cinco personas a lo largo de la vida. Es la enfermedad más común relacionada con el bombeo del corazón. Después de un diagnóstico de esta naturaleza, 50% de los pacientes muere en cinco años, por lo que evitar su aparición y complicaciones es la mayor acción en la que el cuerpo médico está poniendo énfasis.

El principal problema de esta condición es que se le diagnostica y trata en etapas avanzadas, por ello los especialistas se han dado a la tarea de posicionar el término fracción de expulsión del ventrículo izquierdo (FEVI), por lo que conocer nuestro número FEVI puede significar la diferencia entre detección oportuna de IC o la muerte prematura.

La probabilidad de sufrir este padecimiento aumenta con la edad, pero puede manifestarse a cualquier edad; “hay dos entidades importantes que las pueden detonar o producir, que es la hipertensión arterial sistémica y la cardiopatía isquémica, que es la suboclusión u oclusión total de las arterias coronarias”, explica Carlos Haroldo Ixcamparij, cardiólogo ecocardiografista en entrevista.

El número FEVI, entonces, significa conocer cuánta es la cantidad de sangre que el corazón está bombeando y permite identificar si es un bombeo sano o si está presentando complicaciones. “Es un término que deberíamos incorporar a nuestra cultura”, asegura.

“Lo que hay que hacerles ver a los pacientes es que el corazón es una víscera hueca en constante movimiento que late de 60 a 100 veces por minuto desde la séptima semana de gestación y el resto de la vida; si hacemos una sumatoria, aproximadamente hablamos de 115 a 200 latidos al día”.

El especialista hizo una analogía, “se trata de una máquina y es como la de cualquier coche, coloquialmente hablando, por lo tanto todos deberíamos hacernos un chequeo general para revisar lípidos, colesterol, triglicéridos, presión arterial sistémica y glucosa. Una alteración de estos factores podría desencadenar un evento cardíaco que podría llegar a ser fatal”.

Una FEVI normal, según la clasificación, está entre 75 y 50%; entre 49 y 36% es una FEVI regular, pero deteriorada, y de menos de 35% hay una fracción de eyección reducida. En la anatomía del corazón tenemos cuatro cavidades, cuando nos referimos al FEVI, hablamos de la cámara principal del corazón (porque está irrigada anatómicamente por mayor cantidad de coronarias) y es la que se va a afectar ante cualquier agresión externa, llámese patologías o cualquier traumatismo.

El doctor Haroldo Ixcamparij aseguró que familiarizarse con este término y tenerlo presente es muy importante, sobre todo para aquellas personas que refieran la famosa falta de aire (disnea). muchas personas confunden la falta de aire con simple capacidad o condición física. Por aquí empieza la identificación o diagnóstico de IC, una enfermedad crónico-degenerativa del corazón que impide que éste tenga la capacidad suficiente para bombear la sangre y, por lo tanto, hacer llegar el suficiente nutriente u oxígeno al resto de los tejidos. Otros factores de riesgo o síntomas son fatiga, hinchazón de piernas, pies y tobillos o aumento de peso.

Para lograr el conocimiento de nuestro FEVI, se determina con un diagnóstico no invasivo llamado electrocardiograma, un ultrasonido de corazón que ayuda a estudiar desde el punto de vista anatómico y hemodinámico el corazón; este último aspecto va a determinar los volúmenes de sangre que tiene el corazón en sus dos grandes fases funcionales (sístole y diástole) y, al final de este análisis, obtenemos en el número de FEVI.

Posteriormente, si se detecta que este número va en descenso, en ese momento habría que profundizar en los estudios para ver cuál ha sido el sustrato que provocó ese deterioro.

Los cuatro “jinetes del apocalipsis” que hay que determinar con precisión a la postre, de acuerdo con el especialista, son: diabetes, hipertensión, dislipidemias (trastornos de grasas en la sangre) y tabaquismo.

A los pacientes en los que se tiene 35% de FEVI, junto con algunas otras variables, se recomienda un resincronizador, que es la aplicación de un marcapaso biventricular, que activa al ventrículo dañado para que tenga más fuerza contráctil.

Para todos estos procedimientos, desde el punto de vista farmacológico y la capacidad para instalar estos dispositivos, México está a la vanguardia, confirma el doctor Haroldo Ixcamparij. Esto se puede traducir en mayor supervivencia y mejora de la calidad de vida de los pacientes, sin tantos internamientos u hospitalizaciones, “pero para ello, la educación sobre medicina preventiva es lo que podría cerrar este círculo vicioso”, concluyó.

Para las personas que ya sufrieron un infarto o quienes presentan enfermedades cardiovasculares, existen asociaciones de pacientes como Pacientes del corazón (Paco), www.pacientesdecorazon.org, o los especialistas en enfermedades cardiovasculares, a través de organizaciones como la Sociedad Mexicana de Cardiología, www.smcardiologia.org.mx, o la Asociación Nacional de Cardiólogos de México, ancam.org.mx.

nelly.toche@eleconomista.mx

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