Sabina enloquece a sus fans en el Auditorio Nacional

Con bombín, playera negra con un signo de interrogación al frente, medio frac y paliacate rojo al cuello, Joaquín Sabina inició exitosamente su gira por México.

Pero antes de entrar al concierto, afuera ya se ofrecían cientos de souvenirs, desde la clásica taza de a $50 pesos hasta discos piratas y dentro del Auditorio Nacional, su público - mayor de 35 años- bebía media botella de champagne por $350 pesos mientras cantaba Viudita de Clicquot , incluida en el nuevo disco del español.

Y de pronto, en punto de las 8:30 de la noche se apagaron las luces y apareció Sabina para cantar Tiramisú de limón en medio de un estallido de gargantas que a lo largo del concierto se convertiría en un gigantesco karaoke.

Alegre y cómplices chilangada , grito el flaco y a partir de ahí, el cantante no paró de hacer curiosos gestos, de bailar, sí, a los 61 años puede hacerlo y de intercalar poemas antes de entonar canciones de su nuevo disco Vinagre y rosas.

Y aunque su voz ya tiene arrugas, el cantautor español hizo un esfuerzo para sacarla de su alma aunque sus fans le perdonan todo.

En su fiesta, Joaquín Sabina incluyó clásicos como Por el boulevard de los sueños rotos ', 19 días y 500 noches o Medias negras entre muchas otras que hicieron delirar, gritar y bailar al público que lleno el recinto de Reforma ante la felicidad del español que lucía su dentadura nueva.

Pero Sabina no anda sólo, viene con grandes músicos como Pancho Varona y Antonio García de Diego quienes lo cobija con su talento al tocar casi cualquier instrumento musical.

Pero destaca la voz de su corista Marita Barros quien se desvive con Y sin embargo paralizando al mismo Sabina que sin duda envida la voz y belleza de su acompañante.

Las anécdotas de Sabina antes, durante o después de sus canciones no faltaron como cuando una pareja de mexicanos y su hija lo reconocieron en Praga.

Yo le puse a mi hija Magdalena por su canción… espero que no salga tan puta , dijo la mujer o que comencé a beber whisky con Benjamín Prado y cuando nos dimos cuenta ya estábamos en Praga componiendo la canciones de mi nuevo disco .

Viva México cabrones grita el cantautor y durante toda la noche brincotea y sonríe…es su noche, pero se quita su bombín ante la respuesta del público mexicano.

Al final, atrás quedaron las críticas al Presidente Felipe Calderón y las ideas políticas del cantante, Joaquín Sabina vino a cantar, recitar poesía y a regalarnos su talento, ése que parece inagotable y al que hay que aplaudir de píe.

La gira "Vinagre y rosas de Sabina" continúa en el Auditorio Nacional.