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Sinfónica de Xalapa celebra 80 años de vida
Bajo la batuta de Fernando Lozano, la orquesta comenzó los festejos por su aniversario en un concierto en la Sala Nezahualcóyotl donde fue ovacionada por más de 1,500 personas.
Con obras de Ludwig van Beethoven (1770-1827) y Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) adelantó el festejo por sus 80 años de trayectoria, con un recital que le valió una memorable ovación en la Sala Nezahualcóyotl, del Centro Cultural Universitario (CCU).
Bajo la dirección del mexicano Fernando Lozano, la sublime ejecución de la orquesta fundada el 21 de agosto de 1929 por el músico Adalberto Tejeda, fue reconocida de pie por más de mil 500 personas que asistieron a la que es considerada la mejor sala de conciertos de Latinoamérica.
El recital sirvió además para conmemorar la entrega de la Medalla Mozart, que este año fue para los músicos académicos Daniel Catán, Rufino Montero, Humberto Medrano, Enrique Jaso, Víctor Flores y Manuel de la Cera, el ensamble vocal "Voz en punto", el Festival Internacional de Música de Morelia "Miguel Bernal Jiménez" y Proyecto 40.
El programa del recital estuvo compuesto por "Concierto para piano número. 17", de Mozart, ejecutada al piano por el maestro Gustavo Rivero Weber, como solista.
También, por la "Sinfonía número 9, Coral", de Beethoven, esta última interpretada por el barítono Jesús Suaste, el tenor Leonardo Villeda, la soprano Silvia Rizo y la mezzosoprano Encarnación Vázquez; acompañados del coro de la Universidad Veracruzana, así como del coro de Cámara del Estado de Veracruz.
La primera parte fue de Weber, poseedor de una gran técnica y soltura, resultado de su entrega y el trabajo al lado de directores de la talla de Enrique Bátiz, Enrique Diemecke, Luis Herrera de la Fuente, Ronald Zollman, Eduardo Sánchez Zúber, John Neshling, entre otros.
Durante el allegro, Weber generó expectativa, pero en el andante hipnotizó a los asistentes con su concentración y pasión en la obra.
Finalmente, el allegretto dejó claro el excelente manejo del instrumento y virtuosismo alcanzado por el músico.
Para la segunda mitad, los coristas arribaron acompañados por los cantantes, quienes con una gran calidad, interpretaron una de las obras pilares de la historia de la música occidental: "Coral".
Una soberbia actuación no merecía menos que un prolongado aplauso y reconocimiento del público que asistió la víspera al recital.
La noche cerró con más aplausos y el buen sabor de boca que dejó la gran velada musical.
klm