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Arte e Ideas

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Tener más tecnología no es suficiente para mejorar la educación

México ocupa el lugar 24 de 31 en número de estudiantes (15.5) por cada computadora; en Australia, China o Reino Unido es prácticamente uno a uno.

Hoy, en todo el mundo, no hay nadie que haya encontrado el sistema educativo revolucionario perfecto del siglo XXI , explicó Fernando Valenzuela, presidente de Cengage Learning y National Geographic Learning Latinoamérica, luego de que se dieran a conocer los resultados del estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre habilidades digitales de los estudiantes.

Por primera vez, la OCDE examinó cómo el acceso y uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) ha evolucionado en los últimos años y explora cómo los sistemas de educación y escuelas están integrando las TIC a las experiencias de aprendizaje de los estudiantes.

Una de las principales conclusiones de este estudio fue que, en promedio, en los últimos 10 años no ha habido ninguna mejora apreciable en el aprovechamiento de los estudiantes en lectura, matemáticas o ciencias en los países que han hecho fuertes inversiones en tecnologías de la información y la comunicación para el sector educativo.

México en este estudio ocupó el lugar 24 de 31 del número de estudiantes que tienen asignada una computadora, en este caso por cada computadora se tienen 15.5 alumnos, mientras que en países como Australia, Nueva Zelanda, China, el Reino Unido y la República Checa, prácticamente hay un ordenador por cada estudiante.

Más allá de las cifras que dejan a México en un mal lugar en esta evaluación, el estudio lo que concluye es que no necesariamente más tecnología mejora la educación , explicó Valenzuela.

Ha habido muchos esfuerzos dedicados a la infraestructura tecnológica, y aunque mejorar la conectividad y que existan laptops y dispositivos es muy necesario, esto no alcanza; integrar la tecnología en el aula requiere establecer una serie de puentes entre lo académico, pedagógico y lo tecnológico, y es ahí donde este estudio es totalmente conclusivo , comentó.

Hizo hincapié en que no se trata de remplazar el pizarrón por la tecnología, esta última debe servir para fortalecer las relaciones profesor-alumno, alumno-alumno y alumno-sociedad, así personalizamos el aprendizaje y aumentamos el impacto.

El rol del profesor en el siglo XXI

El especialista en métodos de enseñanza aseguró que para que la tecnología realmente signifique una mejora en el aprendizaje hay que transformar los roles, no es lo mismo un profesor utilizando un dispositivo haciendo lo que hacía antes del dispositivo .

Estamos tratando de que funcione la educación del siglo XXI con modelos del siglo XIX , explicó Valenzuela, y dijo que el problema es que ni los maestros ni los alumnos saben cómo transformar este rol, pero la tecnología hace que la educación ya no pueda ser estándar, sistémica o totalmente estructurada.

En esa búsqueda encontramos que necesitamos modelos donde los maestros se parezcan más a un curador de museos, galerías o revistas científicas, porque los curadores nunca son dueños de los contenidos: contextualizan, crean una experiencia de aprendizaje y atraen esos contenidos para que ocurra un aprendizaje , mencionó.

Afirmó que se han encontrado los fundamentos para decir: Si tú eres un docente, ya no puedes seguir un sistema donde cada semana se enseña algo establecido y todos los alumnos aprenden de la misma manera y al mismo ritmo y donde la única medición de avance es un examen .

Por otro lado, los alumnos antes entraban al aula con un rol pasivo de a ver que me enseña el profesor o qué tanto sabe el profesor . Valenzuela dijo que hoy gracias a la tecnología, el alumno puede saber más que el profesor y tener la misma responsabilidad que el maestro.

Hoy maestros, alumnos y padres de familia tienen que experimentar su rol, fortalecer la interacción para la experiencia de aprendizaje y hacerse dueños de su propia educación , concluyó.

Discusión a nivel internacional

Hoy, las primeras planas de muchos periódicos en el mundo, las discusiones políticas sociales y económicas pasan por el tema de la educación, eso no había ocurrido nunca antes y debemos aprovechar ese entorno , detalló.

Valenzuela explicó que en distintas discusiones con universidades y países se ha detectado que todos están discutiendo sobre la educación y buscando esta transformación. En México como en el mundo nos estamos dando cuenta que la educación es la salida para atender los conflictos del siglo XXI y que los sistemas educativos se han transformado , dijo.

El reto es cómo incorporar a las distintas voces. Mucho se ha escuchado de la reforma educativa que tiene muchos de los instrumentos del sistema anterior pero con mejor evaluación de maestros o con mejores elementos en infraestructura y conectividad, sin embargo, eso no va a alcanzar y veo pocas voces enfocadas a los nuevos modelos educativos donde el alumno sigue quedando excluido de este diálogo , añadió.

Argumentó que ahora la función del gobierno debería trascender, de ser el que resuelve, capaz de articular colaboraciones público privadas con la voz del estudiante, del profesor, los padres, las empresas de tecnología y así ejecutar un modelo de educación más consciente y adaptada al siglo XXI.

Ciertamente nunca vamos a regresar a un sistema estático de educación, debemos integrar este nuevo sistema de redes donde existen nodos vivos , finalizó.

nelly.toche@eleconomista.mx

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