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Un Beethoven poco usual
A Emilio Lluis, pianista mexicano, le gustan los retos complicados, y esta noche se enfrentará, a dúo con el violonchelista español Iñaki Etxepare, en lo alto del Castillo de Chapultepec.
A Emilio Lluis, pianista mexicano, le gustan los retos complicados, y esta noche se enfrentará, a dúo con el violonchelista español Iñaki Etxepare y en lo alto del Castillo de Chapultepec.
Los instrumentistas tocarán la obra completa para violonchelo y piano de Ludwig van Beethoven, que consta de cinco sonatas, consideradas entre las mejores (y sin duda son las pioneras y las que pusieron el estándar) para esta instrumentación muy escasamente utilizada.
La razón por la que pocos compositores se han aventurado en este terreno (además de las de Brahms, en Amazon encontramos a Martinu, Grieg, Rajmaninov, Shostakovich, Barber y Britten), que no parecería muy distinto ni particularmente más complicado que las tan usuales sonatas para violín y piano, es porque la sonoridades del chelo y el piano se empatan y se pueden opacar una a otra en el registro grave.
Y aún con los buenos oficios de estos compositores, la interpretación de las obras es considerada truculenta, por lo que, a nivel mundial es muy poco usual escuchar en vivo estas obras.
De proeza en proeza
Lluis, hace ya algunos años, se embarcó en la proeza de tocar en vivo las 32 sonatas para piano solo (fue el primer mexicano en intentarlo) y ahora se encuentra llevando a cabo el Ciclo Beethoven que incluye, además del repertorio para piano solo, obras de cámara para piano y violín, chelo o voz y tríos, así como conciertos de recitales de piano y orquesta.
Para el pianista mexicano, que tiene una reconocida trayectoria respaldada por gran cantidad de presentaciones en diversas partes del mundo, la obra de Beethoven representa el legado musical más importante que se le ha brindado a la humanidad .
Las cinco sonatas para piano y violonchelo fueron compuestas por Beethoven entre los años 1796 y 1815 y, dice Lluis, dramas musicales [...] diálogos entre el piano y el violonchelo, cuyas diferentes sonoridades resultarán un deleite para el público .
Por su parte, Iñaki Etxepare, quien utilizará para la ocasión su violonchelo François Lejeune, construido en París en 1760m se ha presentado en Nueva York, Atenas, Ginebra, Barcelona y Milán. (Con información proporcionada por el INAH)