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Urge prevenir el embarazo adolescente para mejorar la vida de miles de niñas y jóvenes

En 2020 en México se registraron 8,876 embarazos en niñas entre 10 y 14 años. Las entidades con mayor incidencia son Chiapas, Guerrero, Tabasco y Coahuila, en el mundo, unas 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año. Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las jóvenes de 15 a19 años.

Foto: Shutterstock

De manera consensuada, el embarazo en adolescentes constituye hoy un problema de origen multifactorial que amplía las brechas sociales y de género entre la población, ya que altera su proyecto de vida y el entorno familiar,  tiene importantes repercusiones negativas en la salud, económico y en el desarrollo psicosocial de la adolescente. 

El 26 de septiembre se conmemora en México el Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, este fue instaurado por primera vez en México en 2006, con el propósito de sensibilizar a la población en general respecto a este tema que impacta la salud y el desarrollo social y económico de la población. 

A propósito de esta fecha, El Economista conversó con el doctor Carlos Andrés Lejtik Alva, médico ginecólogo y especialista en biología  de la reproducción, él explica que hoy contamos con muchos estudios y encuestas por parte del gobierno, de instituciones internacionales y privadas, que indican que el embarazo adolescente tiene una relevancia extremadamente importante.  

México ocupa el primer lugar a nivel mundial en embarazos en adolescentes entre las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años. 

En nuestro país 23% de los adolescentes inician su vida sexual entre los 12 y 19 años y de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Población comienza a una edad promedio de 15.5 años, por otro lado, estadísticas del Instituto Nacional de Perinatología indican que sucede a los 14.6 años, en promedio. 

La misma Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT) 2022 nos dice que el 86% de los adolescentes entre 15 y 19 años escucharon hablar de anticoncepción y casi el 20% ya tiene vida sexual activa, de ese grupo el 20% no usa ningún tipo de anticonceptivo. 

En este mismo registro, el 37% menciona que alguna vez estuvo embarazada y el 53% conoce los métodos anticonceptivos después del parto. “Esto quiere decir que aunque se escucha hablar de anticonceptivos, hay una mala información, ya que escuchar no significa conocerlos y mucho menos utilizarlos correctamente”. Esto se convierte en un área de oportunidad bastante importante.   

En el mundo, unas 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos. Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las jóvenes de 15 a19 años a nivel global. 

¿Con qué contamos para combatir estas cifras? 

Hoy en México existe la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo Adolescente (Enapea), este lleva muchos años y desde el 2020 para acá ha tomado mayor relevancia, “debemos darle la importancia que merece, pues es el programa base donde deberíamos poner todo el énfasis para que realmente se lleven a cabo acciones importantes, en individual las cosas funcionan menos”.  

El también gerente médico de salud femenina de Pfizer México explica que a partir de ella se debe retomar el enfoque de los derechos de los pacientes adolescentes para empezar a fortalecer las acciones y sobre todo, darlas a conocer. “El trabajo es en colaboración del gobierno, sociedad civil, iniciativa privada, entre otros actores, porque con una adolescente embarazada las consecuencias sociales, culturales y económicas son bastante graves e impactan a todos niveles”.  

Las consecuencias

Hoy tenemos estudios que revelan la existencia de 121 millones de embarazos no planeados cada año desde el 2015. Estas niñas en gran medida ven truncada su carrera profesional, su educación. “Mujeres que tienen a cargo a sus hijos en la adolescencia, no tienen trabajo, caen en el desempleo o en trabajos eventuales que incluso las ponen en desventaja”.  

Sólo 4 de cada 10 madres de 20 años cuentan con algún empleo o siguen estudiando. Pero todavía más allá, las consecuencias de salud son muy altas. El Instituto Nacional de Perinatología y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), han evidenciado que si una mujer se embaraza antes de los 20 años, tienen 20% más de probabilidades de morir durante el transcurso del embarazo o durante el parto, pero si esto lo bajamos a los 15 años hay 50% más de probabilidades de que esa niña muera en el transcurso de la gestación.  

El especialista explica que también tenemos una alta incidencia en partos prematuros, cesáreas, diabetes gestacional, preclamsia y otro tipo de complicaciones que se presentan 50% más en menores de 20 años.  

¿Qué podemos hacer? 

Lejtik Alva dijo que El Colegio de México, junto con especialistas, analizaron las estrategias de prevención generadas en la materia, ellos encontraron que  todo lo que se haga para atender el problema cobra una relevancia fundamental y se tienen que fortalecer y llevar a cabo su implementación. “Con eso podríamos empezar a cambiar un poco el panorama y el rumbo de la vida de miles de adolescentes.  

El especialista asegura que la  educación cobra una relevancia especial, “el conocimiento de nuestros anticonceptivos, pues si bien entre comillas existen, no se utilizan. Tenemos que fomentar el uso de esos anticonceptivos, y en ese aspecto a todos nos toca una parte, todos debemos generar información, los médicos, la farmacéutica, el gobierno, la iniciativa privada, las ONG´s, los profesores, padres de familia, entre otros actores”. 

Dijo que sobre todo tenemos que llegar a esas poblaciones más vulnerables, con condiciones económicas complicadas donde los números reflejan todavía un mayor retraso, por ejemplo, el sureste del país, específicamente la sierra de Guerrero, ahí se sabe que todavía se dan casos de matrimonios con niñas y aunque no se trata de ir en contra de las tradiciones, si se necesita hablar del tema abiertamente para que las decisiones sean con información y tengan la posibilidad de utilizar anticonceptivos.  

Explica que algunos de los anticonceptivos son imperceptibles, de larga duración y no dependen de la pareja, por ello son recomendados por las instituciones internacionales. Otra de las lecciones a la fecha es entender que este diálogo involucra a hombres y mujeres por igual, por ello, hablar de métodos anticonceptivos se vuelve fundamental para ambos grupos  

¿Cómo dirigirnos a los jóvenes?

El doctor Lejtik Alva  concluye que esta es una de las piezas fundamentales, por ello se han creado plataformas para llegar en un lenguaje mucho más accesible a los adolescentes. “Se trata de espacios guiados por jóvenes para jóvenes, donde ellos pueden hablar abiertamente de sus preocupaciones”.  

Agrega que fomentar espacios inclusivos, que generen confianza y un lenguaje común, permitirá abarcar un número mayor de la población y ver cambios mucho más sustanciales. “Que nuestras niñas no se estén embarazando a una edad temprana cobra la mayor relevancia para un país como México”. 

Una plataforma de ayuda

OrientaSEX es una plataforma que te trae información, real y oportuna, así como apoyo y orientación sobre cualquier temática de salud sexual, salud reproductiva y violencia. Este espacio busca un lenguaje accesible y es totalmente gratuita y confidencial. 

nelly.toche@eleconomista.mx

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