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Cómo armar tu ofrenda de Día de Muertos: 12 elementos clave y el lugar perfecto para colocarla

La ofrenda de Día de Muertos es una manera de conectar con los difuntos, creando un espacio donde su recuerdo y su vida vuelven a nuestra mente. Es un reencuentro con el ritual que evoca la memoria y mantiene viva su presencia.

Foto: Especial

La ofrenda de Día de Muertos es un ritual colorido que fusiona lo sagrado y lo profano. En este acto, tanto la comunidad como los individuos participan al compartir con los difuntos alimentos, agua, flores e incluso bebidas alcohólicas, permitiendo así una conexión simbólica con quienes ya partieron. Este altar no solo representa un vínculo con el pasado, sino que convoca la memoria y el recuerdo en un encuentro espiritual.

Un sincretismo cultural entre el viejo y el nuevo mundo

La ofrenda, tal como la conocemos hoy, es producto del sincretismo entre las tradiciones prehispánicas y los elementos introducidos por los europeos tras la Conquista. Los indígenas aportaron el copal, la flor de cempasúchil y los alimentos, mientras que los españoles añadieron las velas y algunas decoraciones. Este altar se convierte en una escenografía donde los aromas del incienso, las flores y la comida evocan la presencia de los seres queridos.

12 Elementos esenciales para la ofrenda de Día de Muertos

Foto EE: Especial

1. Agua: Simboliza la vida y alivia la sed del alma durante su trayecto.

2. Sal: El elemento de purificación, sirve para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.

3. Velas y veladoras: La luz guía a las ánimas en su camino de ida y vuelta. La flama que producen significa "la luz", la fe, la esperanza.

4. Copal e incienso: Limpian el ambiente y ahuyentan malos espíritus.

5. Flores de cempasúchil: Marcan el camino de las almas con su aroma y color vibrante.

6. Pan de muerto: Representa la fraternidad y el ciclo de la vida y la muerte.

7. Petate: Funciona como lugar de descanso para las almas que regresan.

8. Izcuintle: Representado en juguete, es un elemento esencial en los altares para niños, ya que según la tradición prehispánica, este perrito guía las almas por el río Chiconauhuapan hacia el Mictlán. 

9. Calaveras de azúcar: Simbolizan la presencia constante de la muerte y la conexión con la trascendencia espiritual.

10. Comida y bebida: ¡Tiene que estar lo que más disfrutaban! Por ejemplo, tamales, tequila o cualquier otro platillo que haya sido el favorito de tus difuntos. 

11. Papel picado: Aporta color y simboliza el viento, uno de los cuatro elementos que representan la vida y la muerte.

12. Foto de tus seres queridos: La imagen es el elemento más importante, ya que les recuerda que los tienes presentes.

La ofrenda para los “angelitos”

El 31 de octubre se dedica un altar especial a los niños fallecidos, conocidos como "angelitos". Sus ánimas llegan el 1 de noviembre para disfrutar de alimentos sin picante, como dulces de alfeñique, frutas, panes y juguetes de barro. En este altar, predominan los colores blancos, que representan la pureza de estos pequeños. Todo en esta ofrenda se ajusta a una escala más pequeña, en honor a su corta vida.

Los niveles del altar y su significado

Cada nivel tiene un simbolismo particular que enriquece el ritual y la conexión con el mundo espiritual.

  • Dos niveles: Representan el cielo y la tierra, un puente para las almas que viajan entre estos dos mundos.
  • Tres niveles: Simbolizan el cielo, la tierra y el inframundo.
  • Siete niveles: Es la representación más completa, ya que se cree que las almas deben pasar por estos siete pasos para llegar al descanso eterno.

Consejos para elegir el lugar ideal del altar

Seleccionar el sitio adecuado para colocar el altar es esencial para que la energía fluya armoniosamente y los espíritus de nuestros seres queridos se sientan bienvenidos. Ana Paola Torreblanca, experta en decoración y diseño de interiores, sugiere varias opciones estratégicas que pueden enriquecer el significado del altar y su impacto emocional:

Entrada principal: Es el punto de bienvenida para todos, tanto vivos como muertos. Colocar el altar en la entrada simboliza hospitalidad, haciéndoles saber que su presencia es recibida con amor en el hogar.

Sala o comedor: Estos espacios son los más representativos de la convivencia familiar. Poner el altar en un área común refuerza la idea de que los seres queridos siguen presentes en nuestra vida cotidiana.

Cerca de una ventana: La luz natural que atraviesa las ventanas actúa como una guía simbólica para que las almas encuentren el camino hacia el hogar. Esta ubicación potencia la conexión espiritual con el mundo exterior.

Rincón especial: Si tienes un lugar en casa que te recuerde particularmente a la persona que quieres honrar, ese es el sitio ideal. Un rincón cargado de significado personal añade profundidad emocional a la ofrenda.

Editora web. Egresada de la FES Aragón con más de 12 años de experiencia en diversas áreas de medios, desde impreso, televisión y web.

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