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Medallas Bellas Artes a cuatro pilares de la arquitectura mexicana
Los arquitectos Enrique Ortiz Flores, Sara Topelson Freedman, Gabriel Mérigo Basurto y Salvador Aceves recibieron la máxima distinción del INBAL para el trabajo de toda una vida no sólo en la construcción sino en el pensamiento social y de recuperación del patrimonio.
Este miércoles, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, se entregó la Medalla Bellas Artes en Arquitectura y Patrimonio correspondiente a los años 2023 y 2024 a los arquitectos Enrique Ortiz Flores, Sara Topelson Freedman, Gabriel Mérigo Basurto y Salvador Aceves, en una ceremonia que galardonó a dos luchadores por la arquitectura social y a dos pilares de la restauración del patrimonio inmueble y escultórico de la nación.
Ortiz Flores, arquitecto colectivo
La arquitecta y académica Isadora Hastings García se encargó de rendir honores a la trayectoria del arquitecto Ortiz Flores, primer galardonado de la jornada.
El referido, antepuso Hastings, “es uno de los arquitectos más importantes de este país, no por su obra construida sino por la construcción de pensamientos, conocimientos, principios, ideas y acciones en favor de la vivienda y el hábitat popular, y quien de manera generosa ha compartido su visión con organizaciones, movimientos de la sociedad civil y académica, empujando la esperanza, como él dice, para lograr colectivamente, junto con los sectores populares, otra manera de hacer y construir este mundo, basado en la gestión y producción social del hábitat”.
La arquitecta detalló cómo Ortiz Flores se consagró al trabajo colaborativo con las comunidades indígenas del país, pero también su influyente participación en los ámbitos académicos en el país, América Latina y las Naciones Unidas.
“Todo esto ha dotado a Enrique de una visión clara sobre la situación adversa que viven los sectores populares, tanto urbanos como rurales, para el acceso al derecho a la vivienda adecuada y el derecho a habitar. Esto también le ha dado claridad sobre el papel del ser humano en la transformación del mundo ante este contexto de crisis climática”.
Después de recibir la Medalla Bellas Artes en Arquitectura 2023, Enrique Ortiz Flores declaró:
“Éste no es un reconocimiento a Enrique Ortiz, porque siempre he trabajado en equipo; es un reconocimiento a todos los que hemos luchado por un mundo diferente (…) Estamos en un momento muy crítico del mundo. Es la vida la que está en riesgo y no hemos hecho nada por ella. Nos seguimos comiendo la vida a una velocidad brutal. Tenemos que ponerla al frente, pero también debemos ponderar lo comunitario frente a una tendencia individualizante espantosa (…) La verdadera evolución del ser humano, el futuro, no es el Producto Interno Bruto, lo fundamental es el crecimiento de todos, que todos tengan una buena vida, mucho más sencilla. Mientras menos tengamos, más felices podemos hacer nuestra vida”.
Enrique Ortiz Flores es uno de los grandes impulsores de la autoproducción de vivienda en el país. Fue fundador en 1965 del Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento A.C. Como subdirector de Vivienda de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, fue responsable del primer Programa Nacional de Vivienda. Recibió el Premio Nacional de Arquitectura 2014.
La arquitectura también se construye
En segundo lugar, también correspondiente al 2023, se premió a la arquitecta Sara Topelson Freedman.
De introducirla se encargó la arquitecta Dolores Martínez Orralde, quien destacó: “sin duda, el aspecto de la lucha por la equidad de género, la llevó a tener esa visión gremial por la igualdad de derechos y la superación integral permanente. Su ejemplo nos enorgullece. Hablo en este momento como mujer y arquitecta (…) sin duda alguna, posee una trayectoria impecable, llena de retos, de planes y sueños compartidos y logrados, con el objetivo de apostar por un mejor camino para la arquitectura mexicana que busca mejorar la calidad de vida de quien la habita”.
Por su parte, la galardonada expresó: “recibir esta medalla es un privilegio. Reconozco la fortuna que tuve desde muy joven al estudiar en nuestra muy querida UNAM, que me dio los cimientos para un continuo desarrollo profesional. Durante más de 50 años de vida profesional, he tenido la oportunidad de participar al lado de mi compañero de vida, el arquitecto José Grinberg, con quien comparto esta medalla”.
Más adelante, quien también fuera directora de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBAL señaló: “seguimos pensando que la arquitectura cambia los espacios y, por lo tanto, cambia las condiciones en las que la gente puede vivir”.
Sara Topelson Freedman es pionera de los liderazgos internacionales en arquitectura. Fue la primera mujer presidenta de la Unión Internacional de Arquitectos en 1996. Es académica emérita de la Academia Mexicana de Arquitectura. Ha recibido premios como Mujer del Año México 1996 y la Orden de Artes y Letras del Ministerio de Cultura de Francia en 1998.
Restauración es revitalización
En la parte correspondiente a los galardonados con la Medalla Bellas Artes en Arquitectura 2024, el primero fue el arquitecto y restaurador Gabriel Mérigo Basurto.
Para dar referencia del aporte invaluable del mencionado, se apersonó el arquitecto Xavier Cortés Rocha, quien destacó del homenajeado que “son características de su personalidad y de su quehacer profesional una amplia cultura y un gusto refinado. Sus intervenciones y su conversación siempre reflejan esas cualidades”.
Acto seguido, en representación del galardonado, después de recibir la Medalla Bella Artes, la arquitecta Leda Duarte Lagunes, dirigió un mensaje en su nombre:
“La relación emocional con la arquitectura es una condición inevitable de la existencia humana. Este vínculo nunca es tan intenso como cuando la arquitectura deja de servir y enfrenta su demolición para ser sustituida por un proyecto muchas veces de mala calidad. Solamente el interés de la sociedad por la preservación de la arquitectura patrimonial puede revertir su decadencia, ya sea atendiendo a su conservación o asignándole una nueva funcionalidad. William Shakespeare afirmaba que el pasado es prólogo, con lo cual quería decir que el tiempo pretérito le da forma a nuestra realidad actual. Esto es que la rehabilitación de nuestra arquitectura histórica constituye un vínculo con nuestro pasado, es un acto cultural por medio del cual nos reencontramos a nosotros mismo y le regresamos a la arquitectura su sentido original, su razón de ser, al mismo que preservamos la memoria histórica de nuestra colectividad”.
Gabriel Mérigo Basurto es maestro en Restauración de Monumentos por la Universidad Iberoamericana y doctor en Arquitectura por la UNAM. Es responsable de la recuperación de esculturas públicas e inmuebles emblemáticos como el Monumento a la Madre, el Frontón México, el Palacio Postal y la Casa Rivas Mercado.
Restaurar, un trabajo colectivo
Finalmente, el arquitecto Salvador Aceves García recibió la segunda Medalla Bellas Artes de Arquitectura del 2024, cuya entrega fue introducida por la arquitecta Norma Laguna Orduña, quien destacó que una de las prioridades del premiado siempre fue “la visión permanente de recuperar la mano de obra tradicional, el uso de los materiales originales en cada uno de los espacios y, sobre todo, la conciencia de estar en comunicación con las comunidades”.
Asimismo, Laguna Orduña destacó que su colega, entre 1999 y 2001, a través del Fonden, dirigió la restauración estructural de 1,457 monumentos dañados por los sismos en siete estados del país, y expresó: “para hacer esto se requiere liderazgo, organización, compromiso y saber formar un equipo que responda”.
Acto seguido, el arquitecto Aceves García expresó que “el conocimiento inicial del legado arquitectónico y urbano de nuestro país es una tarea que no puede estar dirigida o controlada por una persona o por un pequeño equipo”, y agradeció a toda las personas que han colaborado en los proyectos que ha liderado hasta la fecha.
“He aprendido más de mis colaboradores que de mis maestros de la universidad. No es posible desempeñar un trabajo como el que he pretendido hacer sin contar con personas entregadas y dispuestas a la salvaguarda del patrimonio edificado”.
Salvador Aceves García es también un especialista en intervención. Ha trabajado sobre inmuebles de gran valor histórico y artístico del país, como el Castillo de Chapultepec, el Templo y Exconvento de Santo Domingo de Guzmán, en Oaxaca; el Museo Nacional del Virreinato, en Tepotzotlán; la Muralla del Fuerte de San Miguel, en Campeche, y el Fuerte de San Diego, en Acapulco.
rrg