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Escasez de chips continuará si la demanda por celulares 5G se sigue multiplicando: Óscar Albin
La escasez de microprocesadores podría resolverse a mediados de 2022 lo que supondría regresar a los niveles de producción de esta industria alcanzados en 2019.
La industria automotriz avanza a paso lento hacia la recuperación, sin embargo la crisis ante la escasez de semiconductores está representando no solo transitar cuesta arriba sino además hacerlo con el freno de estacionamiento activado.
Para conocer el nivel la situación del sector, el ingeniero Oscar Albin, explicó en entrevista para El Economista, cuáles son los principales retos que enfrenta la industria nacional de autopartes y sus expectativas para 2022.
─ ¿Cuál es la situación del sector de autopartes comparado con 2020 a cifras anualizadas?
Se encuentran muy equivalentes, hay que tomar que el mercado de la industria de autopartes en México está en los automóviles nuevos que se fabrican en Canadá, Estados Unidos y México, es decir, no se trata solamente de las fábricas que están en México pues el 96% de lo que fabricamos termina en estos tres países. En el continente americano, en tiempos normales prepandemia, siempre se fabrican entre 16 y 17 millones de vehículos, ése es nuestro mercado en el que estamos con las empresas instaladas produciendo al 100 por ciento. El año pasado se produjeron 13.5 millones por los 3 o 4 meses que estuvimos cerrados.
Este año que esperábamos retornar a los 16. 5 millones de vehículos producidos, nos tuvimos que enfrentar a este segundo problema de los chips. Debido a todos los paros que se han tenido que hacer en 2021 cerraremos sobre 13.5 millones de unidades producidas. Esta referencia sirve si se compara 2021 con 2020 y mostrará que son equivalentes por la contingencia por el Covid-19 y por la pérdida de chips. Ambos están muy por debajo de la capacidad que tenemos que es de 16.5 millones de unidades nuevas fabricadas que se alcanzó en 2019.
─ ¿Cuál es su pronóstico para el sector en 2021?
Mi expectativa es que estaremos terminando sobre los 78 mil millones de dólares de producción, un nivel inferior a los resultados obtenidos en el periodo de prepandemia, que andábamos sobre 98,000 millones.
Sin embargo, esperemos que el próximo año ya tengamos medianamente resuelto el tema de los semiconductores y podamos empezar a regresar a los 16 o 17 millones de automóviles producidos con lo cual estaríamos regresando a los 100 mil millones de dólares de manufactura.
─ ¿Cuál es el número promedio de semiconductores que requiere un automóvil?
El promedio de semiconductores que usa un vehículo depende del tipo y de las aplicaciones que tiene, pero están entre los 200 o 300 semiconductores. Hay de diferentes tipos como los de conexión remota para hacer el enlace con otros sistemas, y otros que operan la matemática que se requiera.
─ ¿Cuáles son los problemas a resolver de la Industria de autopartes?
La falta de semiconductores es el principal pendiente, pero no el único. Es la principal porque es el que está dándole la pauta a los fabricantes de la capacidad de producción porque aunque tengan capacidad de producir 100 pero solo tienen 80 semiconductores pues solo producirán 80 autos.
Pero también están otros como el incremento inusitado del costo de las materias primas y de la logística lo cual hace que algunos vehículos que tienen un margen de ganancia muy marginal pues restrinjan su manufactura, en primer lugar porque las materias primas subieron y el margen se recorta o incluso pudiera ser negativo, y por otro lado si no se tienen los chips suficientes pues mejor se produce lo que sí genera ganancia aunque se trate de mayor volumen pero que puede llevar a complicaciones serias económicas.
─ ¿Cuáles son las acciones implementadas por INA para contrarrestar los efectos de esta crisis?
Estamos dándole a la sociedad y al gobierno el entendimiento de qué se trata este problema, cómo se puede resolver a nivel continente, en dónde puede participar México y quienes podrían ser los actores. Aprendimos que en las etapas de la manufactura de un semiconductor primero está el fabricarlo físicamente y para ello se requieren inversiones multimillonarias, mucha energía eléctrica y grandes cantidades de agua, y México no es el mejor campo fértil para estos tres factores.
Por ejemplo, no tenemos la política fiscal adecuada para hacer deducibles rápidamente todo el ingreso de capital comparado con Estados Unidos, a ello se suma que la energía eléctrica es el doble de lo que vale en el sur de Estados Unidos y por último la disponibilidad de agua pues a probablemente pudiéramos tener disponibilidad en el sur de México pero en el norte, que es en donde está la fuerza productiva y científica, pues no hay mucha.
Por ello creemos que esta primera fase se llevará a cabo en Estados Unidos porque tienen todas estas ventajas, y la segunda fase que es la programación del semiconductor mecánico o genérico, se puede hacer en México con equipo menos sofisticado, de menor inversión de capital y sobre todo porque tenemos el suficiente talento humano.
— ¿La falta de microprocesadores está impactando al precio final de los vehículos?
Definitivamente hay un incremento de costos. Hoy en día los semiconductores tienen un valor superior al que tenían hace 3 años. Pero no se trata solamente de esto, sino que el impacto en costos que está teniendo la industria automotriz en general es más por el resto de las materias primas que por los semiconductores. Por ejemplo, el acero ha incrementado su precio en tres veces, le siguen el aluminio, el cobre, las resinas plásticas, entonces básicamente la materia prima básica que tiene un automóvil se ha multiplicado en los costos. Los precios de los vehículos se van ajustando de acuerdo a la demanda de los compradores. Los coches estarán subiendo y podrán subir más no tanto por los chips sino por el resto de las materias primas que impactan en gran medida al automóvil.
— ¿Cuándo podría revertirse esta situación?
—El mejor pronóstico es que empecemos a recuperarnos en el segundo semestre de 2022, lo cual sería el inicio de operación de algunas fábricas que previo a la pandemia por el Covid-19, ya estaban invirtiendo en este sector (microprocesadores).
Y esperemos que la demanda de semiconductores por parte de otros mercados, como el telefónico, ya se haya normalizado para que la capacidad de manufactura se pueda destinar a los automóviles. Pero si la demanda por celulares con tecnología 5G se sigue multiplicando en diferentes países, seguiremos con esta problemática pues los fabricantes de teléfonos son los principales devoradores de semiconductores.
rrg