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Prueba de manejo 4x4: Real De Catorce y Ruta Wirikuta
Para algunos se trata de uno de los pueblos fantasma más importantes de México. Los entusiastas del off road ven esta zona los caminos y condiciones orográficas ideales para una conducción extrema.
Nuestro país alberga una gran cantidad de sitios y destinos turísticos que a su vez ofrecen actividades y atracciones para todo tipo de gustos tales como gastronomía, cultura, historia, deportes extremos, entre otros. La ruta de esta edición nos llevó a un pueblo mágico que deja asombrados a todos sus visitantes.
El pueblo mágico de “Real de Catorce” ubicado en San Luis Potosí, reunió a 30 vehículos con prestaciones todoterreno, divididos en dos fines de semana, mismos que completaron una expedición de dos días uno de los terrenos más complicados y agrestes del país.
El paso del túnel de Ogarrio es el primer indicio de que viviremos un fin de semana emociónate; tiene una extensión de 1.8 kilómetros, es estrecho y fue labrado en la roca viva. Hay que circular a baja velocidad y poniendo toda la atención en el volante porque además de la escasa luz natural se suma el hecho de que es bidireccional. Después de cruzarlo fuimos recibidos por la Sierra Catorce y sus 60 kilómetros de extensión y 30 kilómetros de ancho.
A la acción
En ese momento nos detuvimos para reagrupar al contingente y para seguir las instrucciones de Juan Bosco, líder de ruta, pues fue necesario prepararnos para los primeros kilómetros en la naturaleza. En esta ocasión no desinflamos los neumáticos pues las condiciones de agarre y tracción no serían tan demandantes lo que si fue necesario fue el uso de la caja reductora en la posición (4Low).
Con ella superamos los primeros obstáculos como cambios de superficie pero fue “La Bengala”, una pendiente con más de 42 grados de inclinación con escalones y roca lisa, la que exigió al máximo tanto a vehículos como a los conductores. Con el uso del sistema de posicionamiento globlal, GPS, llegamos al punto máximo de altura ubicado en el cerro del Borrego a 3,270 metros sobre el nivel del mar en donde fue posible la toma de fotografías panorámicas del Altiplano Potosino.
Cierto grado de peligro
La flexión de suspensión y uso de bloqueo de diferencial nos permitieron sortear zanjas profundas de gran complejidad; al atardecer nos esperaba un difícil camino de 3 kilómetros en bajada que además está muy maltratado. Los relámpagos de la tormenta estaban frente a nosotros, el barranco lo teníamos al lado izquierdo, utilizamos la técnica del elefante uno tras de otro para seguir la huella.
La marcha en primera velocidad y el trabajo en equipo llevaron a los vehículos y sus tripulaciones al punto final. La técnica de conducción y la asistencia del copiloto evitaron cualquier posibilidad de caída al barranco.
Luego de la emoción en los caminos de terracería vistamos diferentes puntos históricos, disfrutamos de una exquisita convivencia gastronómica en donde cada tripulación ofrece al resto un platillo para compartir todo ello en un buen ambiente de camaradería y amistad. En definitiva, disfrutamos de la mejor ruta 4x4 que podamos hacer y que en México es hoy en día un icono tal y como sucede en el Rubicon Trail en California.
Técnica de conducción: Pendientes Ascendentes
Los vehículos 4x4 son capaces de superar pendientes tan elevadas como lo permita la adherencia de sus neumáticos, ya que la reductora multiplica la potencia del motor ofreciendo al vehículo una enorme fuerza a baja velocidad.
Sin embargo, las inclinadas pendientes requieren una experiencia que se adquiere poco a poco, así como el conocimiento de las capacidades de nuestro propio vehículo, su máximo nivel de inclinación lateral y de pendiente.
• Comprobar el ángulo de entrada de nuestro todoterreno en el inicio de la pendiente.
• Siempre afrontar las pendientes de frente, nunca en diagonal porque corremos el riesgo de volcar.
• El avance dependiendo el grado de inclinación deberá ser suave y constante.Verificar previamente que tenemos en la cima o al final de la pendiente, ya que podemos encontrarnos con un corte de terreno o una piedra enorme precaución.