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Toyota Day 2024, el lado bravo de la marca
Uno a uno los modelos fueron puestos a prueba por los invitados. Para algunos fue la primera vez que se toparon con un deportivo biplaza, una pick up con tracción 4x4 o con un híbrido.
Para conocer y tener un contacto más cercano con toda la gama de modelos que Toyota tiene en México, la marca organizó una jornada de manejo en la que periodistas y líderes de opinión tomaron parte.
Los vehículos que se dispusieron fueron desde los compactos hasta los pick up's de trabajo y recreación. Todos en sus versiones más recientes y cambios generacionales. La caravana estuvo compuesta por 21 vehículos, entre ellos se contaron Supra, Yaris GR, Tacoma, Rav4, Tundra, entre otros.
Luego de asistir al punto de reunión, disfrutar el desayuno que ofreció la marca y de recibir las indicaciones generales, los participantes tomaron camino hacia Valle de Bravo y a una prueba que estuvo conformada por caminos pavimentados, como autopistas, hasta llegar a tramos de terracería y off road.
La jornada estuvo dirigida por el equipo de Bosco's Camp y por el líder Juan Bosco. Ya en el inicio del tramo 4x4, se realizó la última inspección de los vehículos, se comprobó la presión de los neumáticos y una última inspección visual de cada unidad.
El nivel de dificultad poco a poco fue aumentando pues la idea fue que los conductores se familiarizaran con los vehículos, sus capacidades y la ruta.
Luego de circular por un par de kilómetros por un paso de terracería, las condiciones del terreno cambiaron y los conductores experimentaron un nivel más alto de concentración tanto para acatar las indicaciones de los spotters y por lo accidentado del camino. Pronto se toparon con grandes zanjas, cambios de rasante muy pronunciados, tierra suelta y polvo así como piedras. Sin embargo, el mayor reto fue un montículo de tierra compacta con una altura de 5 metros de altura y una inclinación de 35 grados, a la que se debía ascender y descender con sus unidades 4x4.
Lo complicado estuvo en seguir la trayectoria correcta puesto que salirse del camino por unos poco centímetros, podría ocasionar un derrape e incluso la volcadura de la unidad. Después estuvo la dificultad de ir ascendiendo y al llegar a la cima, no tener visión de lo que venía a continuación.
Y finalmente, para mayor diversión y liberar la tensión, llegaron a una planicie en la que gracias a las recientes lluvias, el lodo permitió derrapar las unidades, hacer las llama “donas” así como conocer la diferencia entre los diferentes modos de tracción y las posiciones de la caja reductora.
Tras completar los ejercicios y luego de 5 horas de conducción, la caravana se dirigió al resort El Santuario, en donde se hospedaron y disfrutaron diferentes actividades que Toyota preparó especialmente para ellos como una sesión de spa y masajes.