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Artículo de opinión

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Bases y desafíos laborales del nuevo gobierno

La administración de Claudia Sheinbaum recibe un legado importante de avances en la política laboral del gobierno federal y sus mayores desafíos serán mejorar la relación entre empleo e industrias, fortalecer la capacitación de los trabajadores, distribuir de mejor manera la riqueza y empujar las reformas pendientes.

El gobierno de Claudia Sheinbaum es precedido por una serie de cambios en el mundo del trabajoEspecial

Claudia Sheinbaum empezará su mandato con un buen capital para relanzar el trabajo y el mundo del trabajo en su administración. El legado de la administración López Obrador es un país con nuevas instituciones laborales, empezando con una ley que enfatiza los derechos individuales y colectivos, subraya su naturaleza anclada en los derechos humanos y abraza los derechos fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo.

Otros cambios notables en la ley refieren la regulación de (limitando) la subcontratación, la ley de “vacaciones dignas”, la de teletrabajo y la actualización de la tabla de enfermedades de trabajo.

Las nuevas instituciones pusieron en marcha una compleja red de oficinas de gobierno, encabezadas por el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, seguido por tribunales laborales región por región y estado por estado, en misión de desplazar los cacicazgos y factores de poder locales enquistados en la corrupción y parcialidad de las viejas juntas de conciliación. El mensaje ha pretendido ser claro: Se busca un mundo del trabajo donde la conciliación, el imperio de la ley y el entendimiento entre los factores de producción estén antes que la confrontación, la simulación y la división.

Las nuevas instituciones tienen un vitral de observación sobre la observancia de la ley en el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR), concebido desde e impulsado por el nuevo tratado comercial de Norteamérica. Es un nuevo mecanismo de gobernanza comercial transfronteriza, que ata el acceso a mercados externos al cumplimiento estricto de los derechos laborales en los mercados internos.

EL MLRR se ha convertido en la más poderosa de las nuevas instituciones, pues ha mostrado un efecto demostración y en cadena imitativa (bandwagoon effect) de los que las otras instituciones carecen. En particular, desde luego, en las industrias estratégicas que dependen de los mercados externos”.

La otra herencia positiva está en la política de salarios mínimos. AMLO los llevó de 80 a 249 pesos por día. Un aumento de 120% por encima de la inflación, que ha generado una recuperación del ingreso familiar a los hogares más pobres. Con ello México dejo el humillante sitial de país con los salarios más deprimidos de América, al que lo condujeron gobiernos priistas y panistas por igual.

Cuatro grandes desafíos en materia laboral

Desde aquí, Claudia Sheinbaum podrá tomar decisiones sobre los aún grandes desafíos y pendientes del mundo del trabajo mexicano. Los cuatro vitales vienen aquí:

1. Cambiar las relaciones de empleo e industria

Cambiar las instituciones es una cosa. Cambiar las prácticas y valores prevalecientes, luego instituidos, es otra. Desde luego lo progresado al respecto es tasable. Pero no es menos lo que falta por hacer. Es como la vieja historia de que el hábito no hace al monje (habitus non facit monachum, en latín; o las equivalencias en inglés: clothes don´t make the man/can´t judge a book by its cover).

Las viejas estructuras sindicales, corporativas (tras bambalinas) y clientelares, siguen incólumes. Luego, alrededor del 90% de los trabajadores no tienen (muchos ni desean) organización alguna. Del lado empresarial, la simulación y las prácticas de pagar poco y eludir el fisco son extendidas. De ahí que, por éstas y otras razones, los salarios contractuales no han crecido mayormente y el diferencial salarial con los socios comerciales de Norteamérica no sólo no ha disminuido. Se ha incrementado.

2. Desarrollar un sistema de entrenamiento y competitividad

Porque la realidad es que México no tiene ni uno ni otro. Se tiene una gama de programas y esfuerzos para capacitar y mejorar competencias tanto del lado del gobierno como de la empresa. Pero no suman ni conectan los nodos necesarios para hacer un sistema.

En la quíntuple transición que agita al mundo (energética, ambiental, de movilidades, laboral y de digitalización inteligente), México necesita asegurar un lugar que lo coloque más allá de su actual de receptor de inversiones y realizador de ensambles maquiladores. Para ello se requiere emprender un sistema mayor de entrenamiento, creación de competencias y desarrollo de competitividades en las ingenierías y habilidades blandas que marcan las transiciones.

3. La distribución de la riqueza

Haber apoyado los ingresos de algunos segmentos de los más pobres con los incrementos a los mínimos es algo. Pero no modifica el hecho de que México es un país tremendamente desigual, donde las brechas de ingresos y calidad de vida entre ricos y pobres ofenden. No sólo ello: Afectan la marcha misma de la economía, la industria y la modernidad nacional. Aunque los estudios más precisos aún están por hacerse, en estos años ha aumentado la concentración de la riqueza en México, luego la distribución regresiva de la riqueza.

Por ello, Claudia presidenta habrá de ver que la distribución progresiva de la riqueza es uno de los grandes pendientes de México. Una reforma fiscal a fondo será ineludible si se desea encarar esta enorme tara nacional. Más aún, se aprenderá, es la condición necesaria para salvar la bancarrota de las cuentas nacionales (de los municipios a la federación) a la que inevitablemente nos dirigimos en el estado actual de distribución de la riqueza.

4. Empujar las reformas laborales pendientes

Empezando con la reducción de la jornada de trabajo –al menos de 48 a 40 horas–. Siguiendo con una larga lista: La “ley silla” de descanso obligatorio; el aumento de los días de aguinaldo; el despliegue de un sistema nacional de cuidados; la reducción de la brecha salarial entre mujeres y hombres; la ampliación de los permisos de paternidad; la ampliación de la prima de antigüedad; la contratación de adultos mayores y personas con discapacidad; y la reformas para erradicar la violencia y acoso en el trabajo. Dentro de otras.

PD: No se puede desear menos que éxito a la Dra. Sheinbaum y a su equipo en la gran tarea que empiezan estos días.

*El autor coordina la Red Innovación y Trabajo en la Industria Automotriz Mexicana (RedItiam) y el Grupo Interdisciplinario de Transporte Eléctrico y Movilidades Avanzadas (TEAMs). Es miembro del TinkTank para el Transporte Eléctrico Estados Unidos-México de la Alianza MX de la Universidad de California y la SER.

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