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Capital Humano

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Creación de empleo al tercer trimestre es la más débil en una década

La creación de plazas entre enero y septiembre fue de a penas 124,000 empleos y marca un cambio en la tendencia observada en el 2023 y 2022, cada uno con niveles superiores a 800,000 puestos de trabajo en un periodo igual.

En lo que va del año, el empleo femenino e informal es el que ha tenido el desempeño más débil; el empleo en su conjunto tuvo su resultado más débil desde el 2014.

Al tercer trimestre del 2024 el mercado laboral reportó una creación de empleo acumulada de poco más de 124,302 puestos de trabajo, esta cifra es la más baja desde el 2014 para un periodo enero-septiembre, cuando se eliminaron 453,886 puestos laborales, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). 

En la última década, los primeros tres trimestres del año han mostrado creación acumulada superior a 300,000 plazas, sin contabilizar el 2020 y la pérdida de 4.5 millones de empleos como efecto de la emergencia sanitaria por la Covid-19.

La creación de plazas entre enero y septiembre del 2024 es también la quinta más débil desde el 2005, cuando comenzó a medirse el mercado laboral a través de la ENOE, y marca un cambio en la tendencia observada en el 2023 y 2022, cada uno con niveles superiores a 800,000 empleos.

“Hay una marcada desaceleración económica y con eso se hace más lenta la contratación de personal”, dice Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base. Incluso la moderación del ritmo de generación de puestos laborales se evidencia también en el número de asegurados en el IMSS, pues en el primer semestre se tuvo el peor desempeño desde el 2019, destaca la especialista.

Si bien el crecimiento de la población ocupada no se ha detenido en el último año, sí se moderó. “Es sintomático del entorno de desaceleración que vive la economía mexicana como consecuencia de diversos factores relacionados con el mercado interno y es algo que caracteriza a nuestra economía en los cambios de gobierno”, dice Víctor Gómez Ayala, director de Analítica de Datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

En el periodo enero-septiembre, el trabajo subordinado tuvo también su peor comportamiento desde el 2014, con una eliminación de 14,435 plazas, y con ello rompió con la tendencia observada en los últimos dos años con una creación de empleo superior a medio millón de puestos.

El empleo formal tuvo un comportamiento similar. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), para los primeros tres trimestres del año, el trabajo formal sumó 301,697 plazas, el comportamiento más bajo desde el mismo periodo del 2017.

“Es por el bajo aprovechamiento de nearshoring, está muy relacionado con la inversión extranjera directa. Tampoco hay reinversión de utilidades, sino salida de utilidades; las nuevas inversiones también bajaron, por eso el año pasado había una creación de empleo formal, porque se estaba aprovechando más el nearshoring”, afirma Gabriela Siller.

Pese a ello, la tasa de informalidad mantuvo su tendencia a la baja, en el tercer trimestre del 2024 se ubicó en un nivel de 54.6% de la fuerza laboral, aunque se trata de una reducción acumulada de a penas 0.2 puntos porcentuales en lo que va del año.

A decir de Gabriela Siller, si el país no aplica medidas para acelerar la reducción de la informalidad, tomará más de 100 años alcanzar los niveles de economías como Chile, donde la cifra de trabajo informal es cercana al 25% de la ocupación.

En lo que va del año, el empleo femenino e informal es el que ha tenido el desempeño más débil; el empleo en su conjunto tuvo su resultado más débil desde el 2014.GRÁFICO: EL ECONOMISTA

Desocupación repunta

Aunque el 2024 inició con una tasa de desocupación histórica (2.5%), en el tercer trimestre el desempleo repuntó a 3.0%, es el segundo trimestre con crecimiento, aunque aún permanece por debajo de los niveles observados previo a la pandemia de Covid-19.

En términos absolutos, poco más de 203,064 personas se han sumado en lo que va del año a la población desocupada; es decir, a una búsqueda activa de empleo. El 33% de este crecimiento se debe a pérdida de empleo.

“La economía mexicana después de la pandemia entró en una posición expansiva, pero esto poco a poco fue perdiendo ritmo a medida que las fuentes de recuperación de la actividad económica no sostuvieron este proceso. La economía a nivel interno mantuvo cierto ritmo, especialmente en el consumo, pero no lo suficiente para sostener las tasas de crecimiento que vimos en 2022 y 2023”, apunta Víctor Gómez Ayala.

A decir de Gabriela Siller, el 2025 no promete una mejora en el mercado laboral, ya que las proyecciones apuntan a un año con menor crecimiento económico, esto podría moderar más la generación de empleo, principalmente el formal.

Por otra parte, Víctor Gómez prevé un cierre de 2024 complejo en generación de puestos de trabajo, aún con el factor estacional de las contrataciones por la temporada de fin de año. “Es probable que para el cuarto trimestre veamos una creación por debajo de la del tercer trimestre. Muy en línea con lo que se espera que ocurra con la actividad económica para el último trimestre del año, es probable que se refleje en menores tasas de crecimiento anual en la población ocupada”, señala.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano.

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