¿Socio o empleado?: La gran pregunta que debe resolver la reforma a las plataformas digitales

Es un hecho, la presidenta Claudia Sheinbaum impulsará una reforma para garantizar la seguridad social de trabajadores por aplicaciones; la mandataria lo ha reiterado en diversas ocasiones en los últimos días. Lo que aún está en duda es si el proyecto reconocerá a los repartidores y conductores de plataformas digitales como personal subordinado o conservará la figura de trabajador independiente, tal como lo han manejado hasta ahora las empresas como Uber, Didi, Rappi y Cabify. 

A decir de especialistas consultados, el abordaje principal de la reforma será determinar si existe o no una relación subordinada entre repartidores y las plataformas, pues a partir de esto se definirán en buena medida las reglas para este modelo de trabajo.

“Los trabajadores tienen un estatus ambiguo porque pagan impuestos al SAT, pero en todo lo demás son como informales. Esto no es un escenario exclusivo de México, y el gran debate es si son asalariados o socios, como les llaman las empresas”, afirma Alfredo Hualde, profesor investigador del Colegio de la Frontera Norte.

Ésta no será la primera vez que desde el Ejecutivo se busca regular el trabajo en plataformas digitales. En el sexenio anterior, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), entonces encabezada por Luisa María Alcalde Luján, mostró interés por elaborar un proyecto de reforma para garantizar la seguridad social, aunque la propuesta no vio la luz.

Para Ángel Pazos, coordinador de Diálogo Sindical de la Fundación Friedrich Ebert en México, una reforma de esta magnitud debe garantizar “el reconocimiento de la relación laboral entre las plataformas y las personas trabajadoras”.

Pero el reconocimiento de la subordinación es sólo un punto importante para abordar, la flexibilidad del modelo de trabajo es otro de los aspectos que se debe incorporar. Los especialistas coinciden en que uno de los retos de la reforma será conservar este elemento, es decir, que los repartidores y conductores continúen eligiendo cuándo y cuánto tiempo quieren conectarse.

“Esa flexibilidad se tiene que conservar. Una alternativa que se ha planteado en México y en otros países es que exista una remuneración por un mínimo de horas trabajadas. Actualmente, en el caso de los repartidores, es como un trabajo a destajo, entre más horas trabajas, más cobras, pero no se cuenta el tiempo de espera de asignación de pedido; lo ideal sería que se contabilizara también como tiempo de trabajo”, señala Alfredo Hualde.

La flexibilidad laboral, subraya Ángel Pazos, es el segundo elemento importante, porque es lo que les permite a los repartidores y conductores decidir en qué momento se conectan a la aplicación. Y en el caso de la mayoría de las mujeres que trabajan en plataformas digitales, esto es lo que les permite conciliar la actividad con responsabilidades familiares.

Alfredo Hualde puntualiza que la regulación de plataformas digitales debe transitar por reglas distintas a las de un trabajo subordinado tradicional. “No hay un lugar de trabajo, y ese tipo de aspectos complican la regulación, pero eso no quiere decir que no sea necesaria”.

Y el tercer pilar que no debe faltar en la reforma, afirman los especialistas, es la garantía de seguridad social para repartidores. La protección social es fundamental, pues por ahora no hay acceso a incapacidades por riesgo de trabajo, eso significa que frente a un accidente, las personas se quedan sin ingresos por el tiempo que dure la recuperación.

Apps se resisten a reconocer la subordinación

Las plataformas digitales se han declarado abiertas al diálogo, pero han pedido al gobierno diseñar un “modelo innovador”, y esa innovación se traduce en garantizar la seguridad social de los repartidores y conductores, pero sin reconocer la relación laboral con los mismos.

A decir de las empresas, la flexibilidad laboral que tiene el modelo se perdería al reconocerse la relación de trabajo. La apuesta es construir un sistema que permita aportar a las empresas a la seguridad social, pero manteniendo a los repartidores y conductores en una figura de trabajador independiente.

La Alianza In México, organización que aglutina a Uber, Didi, Rappi y Cabify, ha solicitado una regulación con eje principal en la “flexibilidad e independencia” del modelo. “A través de la colaboración y el diálogo continuo entre todos los actores relevantes, se podrá lograr una regulación que sea un ejemplo a nivel internacional sobre la incorporación a la seguridad social de repartidoras y repartidores que utilizan las plataformas digitales para obtener ingresos y mejorar sus condiciones de vida”, indicó la asociación en un comunicado.

Pero las plataformas no sólo han hecho la labor pública. Recientemente, el director general de Uber Eats México, Daniel Colunga, compartió un mensaje con la comunidad de repartidores para asegurar que es posible construir una reforma que garantice la seguridad social y mantenga la figura de trabajo independiente.

“Sabemos que lo que ustedes más valoran de repartir con Uber Eats, además de las ganancias que generan, es tener esa libertad para decidir cuándo, dónde y por cuánto tiempo conectarse (…) el problema es que la Ley Federal del Trabajo en México sólo contempla dos esquemas, o eres un trabajador independiente que no tiene acceso a la seguridad social o eres un empleado que pasó por un proceso de selección y tiene seguridad social, pero tiene obligaciones por cumplir, como un horario y mucho más.

“Ésta es una oportunidad para construir la mejor regulación de América Latina, tenemos la gran oportunidad de lograr una regulación que realmente los beneficie, con innovación, con diálogo. Estamos seguros de que sí es posible que los trabajadores independientes tengan acceso a la seguridad social, sin sacrificar su libertad”, dijo el ejecutivo.