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El 75% de las empresas no tiene un plan para implementar la reforma de vacaciones
A pesar de que la reforma se aprobó en diciembre y que su discusión anticipó la nueva tabla de vacaciones desde varios meses atrás, la mayoría de las compañías no se ha preparado para el cambio y no ha puesto en marcha medidas para acompañarlo y capitalizarlo.
La reforma de vacaciones no sólo implica ajustes en los presupuestos y operaciones de las empresas, también se requieren acciones que acompañen la modificación legal para que las compañías capitalicen el cambio tanto a favor de la rentabilidad como del propio bienestar de los empleados. En esta asignatura el avance es lento.
De acuerdo con una encuesta realizada por AON, el 75% de las empresas no ha definido acciones para optimizar los cambios en el piso mínimo de vacaciones al que tienen derecho los trabajadores. Sólo el 16% de las empresas manifiesta que cuenta con políticas de desconexión para los días de descanso de sus colaboradores.
A decir de especialistas de la firma, es importante que las compañías cuenten con estrategias y medidas que acompañen el incremento de los días de descanso, esto para capitalizar la modificación en productividad, lograr una menor rotación de personas y prevenir problemas en las operaciones.
En menores proporciones y adicional a las medidas de desconexión, las empresas que ya han implementado programas para gestionar el cambio legal consideran algunas de las siguientes acciones:
- Medios financieros como cajas de ahorro para incentivar el disfrute de los días
- Establecer más de dos jornadas al año para el cuidado de la salud mental
- Política de vacaciones ininterrumpidas
- Generar convenios para descuentos en hoteles, transporte, clubes y centros de esparcimiento
- Planes de asistencia al empleado
Del informe se desprende, además, que el 98% de las grandes empresas no realizó ningún ajuste en las compensaciones variables ni en lo paquetes de beneficios para compensar el impacto financiero de la reforma. Por el contrario, se observa una tendencia en el mercado por mantener políticas internas para ofrecer días adicionales a los que establece la legislación laboral, esto para mantener la competitividad en el mercado.
“Vivimos en un mundo competitivo y hoy más que nunca la competencia está tremenda, entonces las empresas no pueden dañar su oferta de valor, aun cuando se había pensado que algunas empresas podían eliminar beneficios, nos damos cuenta que no es así y lo que sí están haciendo, es que están definiendo este tipo de políticas”, indicó Rocío Hernández, directora de Consultoría en Compensación de AON México.
Según el monitoreo de la firma, al menos ocho de cada 10 compañías mantendrán su política de ofrecer días adicionales a las vacaciones establecidas en la Ley Federal del Trabajo (LFT). Entre este universo, las empresas vinculadas a servicios financieros, tecnología y energía son las que se perfilan a liderar el mercado con 15 días de vacaciones desde el primer año.
Para Rocío Hernández, la definición de políticas para disfrutar de las vacaciones es un aspecto importante que deben atender las empresas para evitar “malos entendidos y conflictos”. Sin embargo, sólo el 57% de las empresas cuenta con reglas claras para que los trabajadores programen sus días de descanso.
¿Qué dicen los empleados?
En voz de la fuerza laboral, el 85% de los colaboradores considera que el cambio es positivo para las empresas, según una encuesta de OCC Mundial. Los trabajadores consideran que, para capitalizar el cambio, las empresas deben centrarse en:
- Buena organización (73%)
- Trabajo por objetivos (53%)
- Aprovechamiento de las herramientas tecnológicas (44%)
- Liderazgo efectivo (43%)
- Asignación de tareas eficaz (36%)
Entre las ventajas del aumento de los días de vacaciones, los empleados consideran que entre los beneficios para el negocio destacan la felicidad de los colaboradores, incremento en productividad, mejora en la atracción y retención de talento, disminución de la rotación de personal y mayor competitividad.
Sólo el 9% de los encuestados opinó que el cambio no era positivo y se mostró desalentado al considerar que no se respetará el incremento, no se contará con suficiente personal para cubrir las ausencias, o bien las cargas laborales no serán distribuidas adecuadamente.