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Capital Humano

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El múltiple reto de cuidar a los que cuidan de otros

El acelerado envejecimiento poblacional hace urgente abordar de manera más formal el Sistema Nacional de Cuidados, porque cada vez serán más personas que los necesitan, y la mayoría tienen cuidados informales por parte de su familia.

Foto: Shutterstock

Se estima que al menos 40 millones de personas necesitan cuidados paliativos cada año debido al envejecimiento de la población y al aumento de enfermedades crónicas no transmisibles. No obstante, los cuidadores también requieren ciertos cuidados.

Así lo refiere, el estudio Los cuidadores tienen un rol importante para alcanzar metas de salud, pero el cuidador, ¿quién lo cuida?, realizado por la agencia Llorente y Cuenca (LLYC).

Según el informe, el panorama de los cuidadores es un problema de salud pública en sí mismo. “Por ello, es urgente reconocer su relevancia en la vida del paciente en tratamiento, junto con los desafíos asociados a la recuperación de una enfermedad grave o incluso frente a problemas crónicos o enfermedades no transmisibles como la diabetes, el cáncer o las enfermedades inmunológicas que suelen impactar la movilidad de las personas e incluso la capacidad para tomar alimentos o medicamentos”, se explica en la investigación.

El perfil del cuidador en México

De ahí que hoy en México se esté hablando cada vez más de la urgencia de un Sistema Nacional de Cuidados que permita, sobre todo a la población femenina, insertarse en el mercado laboral, pues son ellas las que generalmente realizan las labores de cuidado de niños, personas mayores y enfermos.

Sin embargo, hoy los hombres ya participan más como cuidadores, sobre todo cuando se trata de cuidar a niños, de acuerdo con el estudio Perfil del cuidador informal del adulto mayor: un estudio comparativo entre México, Puerto Rico y Colombia, realizado por la Universidad Católica de Puerto Rico.

Cifras del estudio revelan que los cuidadores informales tienen:

  • Una prevalencia de género femenino (82%)
  • No son casadas (51%)
  • Tienen al menos un hijo viviendo con ellas (61%)
  • La mayoría de estos cuidadores son familiares del adulto mayor (93%), principalmente hijas que cuidan de uno o ambos padres.
  • Un dato significativo es que el 59 % de estos cuidadores ha estado asumiendo esta responsabilidad por al menos cuatro años.
  • 90 % no posee formación profesional en cuidados de salud para adultos mayores, aunque muchos tienen estudios universitarios.

A pesar de que el estudio se realizó en tres países, refleja una realidad global en la que entre las tareas más comunes se encuentran la preparación de alimentos (64.8 %), la administración de medicamentos (57.9 %), la limpieza del hogar (69.5 %) y el transporte para citas médicas o compras (81.1 %).

Estas actividades muestran el nivel de compromiso y dedicación requerido de los cuidadores, quienes a menudo deben equilibrar estas responsabilidades con sus trabajos a tiempo completo y sus roles dentro de la familia, refiere el análisis.

El costo e impacto financiero en los cuidadores

El estudio de LLYC refiere que el cuidado puede ser un desafío cuando los cuidadores no cuentan con el apoyo que necesitan, su salud, bienestar y calidad de vida a menudo se ven afectados, además de su futuro financiero.

La Organización Mundial para la Salud (OMS), indica que en enfermedades como la demencia, los cuidados son proporcionados principalmente por familiares, y estos representan aproximadamente la mitad del costo mundial de la demencia.

En los países de ingresos bajos y medios, la mayor parte de los costos de la atención de la demencia son atribuibles a los cuidados informales (65%). En los países más ricos, los costos de los cuidados informales y la asistencia social representan cada uno aproximadamente el 40 por ciento.

“Dado el estrés financiero, social y psicológico al que se enfrentan los cuidadores, el acceso a la información, la formación y los servicios, así como el apoyo social y financiero, es especialmente importante. En la actualidad, el 75% de los países informan de que ofrecen algún nivel de apoyo a los cuidadores, aunque, de nuevo, se trata principalmente de países de ingresos altos”, dice el informe.

Ante el envejecimiento poblacional, los cuidadores se vuelven clave

El envejecimiento es un fenómeno global y que crece. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que el número de personas con 65 años o más se duplicará para 2050, con lo que habría 1.6 mil millones, comparado con los 761 millones que había en 2021.

La mayor esperanza de vida también ha aumentado la longevidad de las personas mayores, pero a la par crecen las enfermedades que padecen como demencia, problemas cardíacos, diabetes tipo 2, artritis y cáncer, que son algunas de las principales causas de gastos en salud, de acuerdo con el Instituto Nacional de Envejecimiento de los Estados Unidos.

“Estas enfermedades físicas y mentales requieren una atención y ayuda considerable para que los pacientes puedan realizar sus actividades diarias, lo que los vuelve muy dependientes de los cuidadores. Esto sugiere que la sociedad, a medida que la población envejece, puede necesitar un número cada vez mayor de cuidadores para hacer frente al aumento de la demanda de atención médica y cuidado”, se lee en el estudio.

Altos niveles de estrés, frustración y agotamiento

En cuanto a la salud mental de los cuidadores, el estudio de la Universidad Católica de Puerto Rico reveló que el 55.7% de los cuidadores informales presentan niveles de depresión que varían de leve a severo.

En México, los hallazgos indican que el 60% de los cuidadores muestra algún grado de depresión y ansiedad, relacionados con la dificultad para manejar el estrés y la frustración de sus responsabilidades de cuidado.

Además, el envejecimiento acelerado de la población en Latinoamérica, así como la “paradoja hispana del cuidado”, destacada también por el estudio, donde los latinos prefieren cuidar a sus mayores en casa por más tiempo en comparación con la cultura general en los Estados Unidos, gastando menos en hogares de cuidado, pero dedicando más tiempo a estas tareas sin remuneración, presenta desafíos significativos para los cuidadores informales.

Los cuidadores que proporcionan cuidado a personas con demencia corren el riesgo de comprometer sus sistemas inmunológicos hasta por tres años después de la experiencia, aumentando así sus probabilidades de desarrollar una enfermedad crónica, advierte el estudio.

3 claves para cuidar a los cuidadores

El estudio de LLYC refiere que al cuidar a los cuidadores no solo se mejora su bienestar, sino también la sostenibilidad de los sistemas de salud, por lo que existen 3 claves para hacerlo:

» 1. Acceso a datos para conocer las necesidades de los pacientes y cuidadores

En la actualidad, gracias al análisis de grandes volúmenes de datos, a la clasificación y al acceso a fuentes de información, cada vez es más fácil obtener los datos que permitan conocer el número de personas que se dedican a cuidar pacientes, así como los desafíos que enfrentan en cada una de las enfermedades que más impactan en la recuperación y que requieren cuidados, dice el estudio.

» 2. Programas de apoyos a cuidadores

Actualmente, algunos gobiernos cuentan con iniciativas para fortalecer con recursos financieros el trabajo de los cuidadores. Sin embargo, todavía no es una actividad generalizada.

Se pueden ver algunas iniciativas en plataformas políticas, pero hay poco conocimiento del impacto real y poco interés en desarrollar los programas de apoyo.

Algunas empresas del sector salud cuentan con programas de apoyo a pacientes, pero no incluyen proyectos que podrían mejorar el proceso de la enfermedad como cursos para entender mejor la importancia de los cuidados paliativos y cómo contribuir a la recuperación más rápida del paciente.

» 3. Poca sensibilización y conversación sobre el tema

Existe poca sensibilización sobre el rol de los cuidadores, el impacto de esa clase de cuidados sobre su salud física y mental y, además, los efectos sobre sus finanzas, primero por no tener ingresos y segundo por tener que buscar opciones de empleo flexibles para poder dedicar tiempo a cuidar al paciente en su familia.

Es esencial la ampliación de los programas de formación con los que cuentan organismos como la OMS para que los cuidadores puedan continuar ofreciendo servicios con mayor calidad y mayor impacto, sin comprometer su propia salud y bienestar.

En conjunto, refiere el estudio, estos hallazgos subrayan la creciente carga de los cuidadores informales y la necesidad de apoyo y reconocimiento para estas personas que desempeñan un papel crucial en el bienestar de los pacientes y que se vuelven importantes para lograr que los pacientes recuperen su salud.

Periodista especializada en temas financieros y económicos; hoy también escribe sobre empleo, carrera, políticas laborales, salud mental en el trabajo, desarrollo profesional, marca personal.

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