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Capital Humano

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Inicio del 2024 borra los avances de participación laboral femenina

Pese a que en el cierre del 2023 se reportó una cifra histórica de participación de mujeres en el mercado laboral, en el inicio de este año esos avances quedaron borrados.

Foto: Reuters

En el arranque del 2024 la participación laboral femenina retornó a los niveles observados en el inicio del 2023, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). En el primer trimestre del año, la proporción de mujeres que participaba en la economía se ubicó en 45.9%, un nivel igual al reportado en el mismo período del año previo.

En el cuarto trimestre del 2023 la participación laboral de las mujeres alcanzó un máximo histórico (46.5%), pero entre enero y marzo descendió 0.6 puntos porcentuales y con ello, se borraron los avances.

Por otra parte, la tasa de participación de los hombres se ubicó en 75.9% el primer trimestre del 2024, con este movimiento, la brecha de participación laboral fue de 30 puntos porcentuales, a penas una reducción de 0.4 puntos en comparación con el mismo período de 2023.

Axel González Gómez, coordinador de Datos de México, ¿cómo vamos?, afirma que la baja participación de mujeres en el mercado laboral es una falla estructural que no se limita a México. “Cuando te comparas con otras economías similares o de la región, la participación laboral femenina en el país es muy baja”.

Esto se refleja en la evolución de la participación laboral de las mujeres, aunque se ha reducido, es a ritmo lento. Desde el 2005, cuando se empezó a medir el mercado laboral con la ENOE, la brecha entre la fuerza laboral masculina y femenina a penas se ha reducido 8.9 puntos porcentuales.

Para Axel González Gómez, el ritmo de la reducción de la brecha de género en participación laboral se debe a la ausencia de políticas públicas que ayuden a cerrarla. “Se tiene mucha evidencia que las mujeres participan más en el trabajo no remunerado que implican los cuidados y labores del hogar”.

El especialista advierte que mientras no se políticas públicas para disminuir significativamente el uso del tiempo de las mujeres en labores no remuneradas, “seguiremos viendo este estancamiento en su participación laboral”.

Y es que, de acuerdo con la ENOE y al análisis de México, ¿cómo vamos?, entre la población que no está disponible para trabajar, sus motivos principales son los estudios, condición de jubilación, incapacidades permanentes, o realización de tareas domésticas y de cuidados.

En el primer trimestre del año, al interior del grupo de “no disponibles” de la Población No Económicamente Activa (PNEA) se registraron 2.7 millones de personas con interés en trabajar, pero se encuentran en un contexto que les impide hacerlo, de este universo, el 83% son mujeres.

Empleo femenino con fortaleza, la otra cara de la historia

Fernanda García, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explica que los resultados de la ENOE al primer trimestre de 2024, tiene otra historia que contar. En el último año, el empleo femenino lideró la creación de puestos de trabajo, el 70% de las plazas generadas fueron de mujeres.

La contracción de la participación laboral femenina, dice la especialista, se debe a un crecimiento de la población en general. “Hay más mujeres económicamente activas porque también hay más mujeres en el país, el crecimiento de ambos fue en la misma proporción”.

Para Fernanda García, la fórmula para tener a más mujeres participando en el mercado laboral es la redistribución de los cuidados, “fomentar la corresponsabilidad de los cuidados no solamente entre hombres y mujeres, también entre el Estado, los hogares y las empresas”, comenta.

Esto se aterriza en permisos de paternidad equiparables entre hombres y mujeres; programas de retorno escalonados o rampas de maternidad que acompañen a las mujeres en la entrada y salida del mercado laboral.

Es claro que las mujeres son las que cuidan, y en México se sostiene una red familiar de cuidado, entonces debemos procurar que los servicios públicos y privados sean asequibles para las personas y de calidad, dice.

“La proporción de población infantil de cero a cinco años que asiste a una guardería o un centro de atención infantil en ningún Estado alcanza al menos la mitad; a nivel nacional 36% de los niños y las niñas está inscrito en una guardería, es bajísima esa cobertura que existe”, expone.

Entonces, hay que buscar y entender cómo transitar de este de esta red familiar de cuidados a algo que sea más sostenible y que sea funcional para todas las personas, puntualiza.

Periodista especializada en temas financieros y económicos; hoy también escribe sobre empleo, carrera, políticas laborales, salud mental en el trabajo, desarrollo profesional, marca personal.

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