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Pobreza laboral registra el mejor nivel tras el impacto de la pandemia
El 37.7% de la población en México tiene ingresos provenientes de una fuente de empleo insuficientes para adquirir una canasta básica, lo que equivale a 48.6 millones de personas en pobreza laboral.
Apoyada por las buenas cifras de la ocupación y el empleo, en el primer trimestre del año la pobreza laboral tuvo una nueva reducción y pasó de 38.5 a 37.7% respecto al cierre del 2022, el mejor nivel después del impacto de la pandemia, según informó ayer el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
“Ciertamente es optimista” este resultado, pero la inflación siguió siendo un factor que condicionó la mejora, señala en entrevista José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Coneval.
El incremento de los precios de la canasta básica, explica, impidió que la pobreza laboral bajara a cerca del 36.6%, el nivel prepandémico y el más bajo desde que Coneval comenzó a reportar el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP).
Pero la fuerza del incremento del salario mínimo resistió “el aumento anual promedio del valor monetario de las Líneas de Pobreza por Ingresos, que en este trimestre fue de 10.2% y 10.4% en el ámbito rural y urbano, respectivamente, aun superior a la inflación general anual de 7.5%”, detalla el funcionario.
Por lo tanto, la reducción de 0.8 puntos porcentuales entre finales de diciembre de 2022 y finales marzo 2023 es un dato alentador. Sobre todo, al recordar que debido a la emergencia sanitaria por la Covid-19 en el país, este indicador llegó a un máximo histórico de 46% de la población en el tercer trimestre del 2020.
Sin embargo, la proporción de 37.7% de la población en pobreza laboral se traduce en que más de 48.6 millones de personas viven con ingresos provenientes del trabajo tan bajos que no les alcanza para comprar una canasta básica.
En tanto, en el comparativo anual, la pobreza laboral se redujo de 38.8 a 37.7 por ciento. A decir del Coneval, esto se debe a que en el periodo reportado 2.4 millones personas se sumaron a la población ocupada. De ellas, aproximadamente 1.2 millones lograron ingresar al sector formal, con mejores condiciones y percepciones.
Por su parte, el ingreso laboral real por persona creció 7.3% en términos anuales, al pasar de 2,850 a 3,058 pesos. Si de este universo separamos a la población que trabaja en situación de formalidad, se observa que en el primer trimestre del año su ingreso mensual fue de 9,553 pesos, “el doble de la población ocupada en trabajos informales”: 4,790 pesos al mes.
No obstante los bajos ingresos de las personas en la informalidad, éste fue el grupo que tuvo un mayor incremento en sus salarios, con un avance de 6% respecto de lo observado en el cuarto trimestre de 2022. El ingreso laboral real mensual de la población ocupada formal tuvo un aumento de 5.2 por ciento.
A nivel de las entidades federativas, los resultados son disparares y sólo en 19 de los 32 casos se logró una reducción de este indicador respecto de lo reportado en el primer trimestre de 2022. Hidalgo fue el estado con la mayor disminución, con 11.6 puntos porcentuales, le sigue la Ciudad de México con 6.2 y, en tercer lugar, Morelos con 4 puntos.
En tanto, las tres entidades que presentaron el mayor aumento de la pobreza laboral en términos anuales fueron Campeche y Michoacán con un crecimiento de 3.8 puntos porcentuales en ambos casos, Nayarit, con uno de 3.6 puntos y Chiapas con 1.9 puntos más.
Una de las brechas que persisten es la de género y los datos del Coneval lo confirman. En el primer trimestre de 2023, el ingreso laboral real promedio de los trabajadores fue de 7,480 pesos mensuales. Mientras que el de las mujeres fue de 5,860 pesos al mes.
“Los datos anteriores muestran que la brecha en el ingreso laboral por sexo se mantuvo: el ingreso laboral de los hombres es 1.3 veces el de las mujeres”, señaló el organismo.
Inflación vs salarios, ¿quién gana?
Pero si la inflación fue el obstáculo para una mayor disminución en la pobreza laboral en el primer trimestre del año, el mismo factor da señales de una mejora futura. Coneval no tiene “propiamente un pronóstico oficial, hablo a título personal”, aclara Nabor Cruz antes de continuar, “pero sí hay factores que permiten aspirar a regresar a este nivel de 36%” de antes de la pandemia.
El optimismo, agrega, viene de una cierta estabilidad de la inflación en los últimos meses. En la primera quincena de mayo este indicador se colocó en 6% ,“yo esperaría que en esta segunda quincena la tasa de la canasta alimentaria continúe siendo de un solo dígito y que ya abandonemos la posibilidad de una tasa máxima de dos dígitos”.
Sin duda, el “buen comportamiento del mercado laboral” es otra de las variables positivas en este momento y para los siguientes meses, comenta el funcionario.
Pero volviendo al análisis del presente, la reducción trimestral de 0.8 puntos porcentuales en la pobreza laboral, puntualiza, tiene que ver con “el impulso que tenemos cada primer trimestre gracias al incremento del salario mínimo y este caso no fue la excepción”.
El incremento anual fue de 20%, pues pasó de 172 a 207 pesos diarios en la mayor parte del país. “Y el incremento laboral real per cápita anualizado al que estamos apostando es de 7.3%”, descontando el tema inflacionario.
“Me parece que el primer factor de apoyo fue la política de incremento de salario mínimo. Es un elemento que se puede observar mucho más en los empleos formales”.