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Capital Humano

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Sistema nacional de cuidados, una vía para la inclusión laboral de las mujeres

El empleo femenino es el que más ha resentido el impacto económico de la emergencia sanitaria por la pandemia y el que más ha tardado en recuperarse tras la reactivación de las actividades no esenciales.

Foto: Especial

Tras la pandemia de covid-19 no podemos volver a la normalidad que conocíamos, ésa en la que la participación de laboral femenina estaba limitada, apuntó la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman, quien adelantó que la dependencia a su cargo avanza en la creación de un sistema nacional de cuidados para liberar la carga de trabajo en el hogar que les impide tener un empleo remunerado.

La funcionaria fue una de las ponentes de la conferencia La participación laboral de las mujeres como eje de desarrollo económico. La charla, en la que estuvo también Belén Sanz, representante en México de ONU Mujeres, se llevó a cabo dentro del Women Economic Forum (Expansión WEF 2021), que este año también se realiza en línea.

Conforme la pandemia de covid-19 llegó a México, a finales de febrero de 2020, fue derribando fuentes de ingreso. En el primer trimestre de ese año más de 1.6 millones de personas se quedaron sin trabajo, el 84% eran mujeres, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), recordó Belén Sanz.

En América Latina el 77% de los hombres tienen un trabajo remunerado, pero sólo el 54% de las mujeres cuenta con uno, indicó. México “tiene una de las tasas más bajas de la región debido a la carga desproporcionada de tareas en el hogar”, agregó.

Nadine Gasman detalló que en nuestro país la tasa de participación laboral de los hombres es de 76%, mientas que las de las mujeres es de 44 por ciento. Pero “no es que no trabajemos, trabajamos más, pero ganamos menos” o nada.

A nivel nacional, las mujeres dedican 40 horas a la semana a labores domésticas. “Es decir, una jornada diaria de casi 8 horas”. En cambio, los hombres llegan a hacer hasta 15 horas de esas labores. “Hay una brecha de al menos 25 horas y es, quizá, la principal limitante para que las mujeres puedan acceder a igualdad de oportunidades”.

Los tres pilares del sistema de cuidados

Nadine Gasman indicó que el Inmujeres inició “una alianza” para crear el sistema nacional de cuidados. Sus aliadas son legisladoras en el Congreso de la Unión que el año pasado impulsaron la reforma a los artículos 4 y 73 de la Constitución para reconocer el derecho de las mujeres al tiempo propio y el derecho de las personas a cuidar y ser cuidadas. El proyecto fue aprobado ya en la Cámara de Diputados y falta que el Senado lo ratifique.

“Cuando hablamos de cuidados nos referimos al cuidado cotidiano, al que da bienestar a lo largo de todo el ciclo de vida para que las personas puedan vivir y desarrollar sus capacidades”. Es un trabajo esencial para sostener la vida y para reproducir la fuerza de trabajo de las sociedades, agregó.

Detalló que el modelo de ese sistema de cuidados tiene tres aristas:

  1. El cuidado de niños, niñas, adolescentes, personas adultas mayores y con discapacidad. El Estado de debe reconocer su responsabilidad, dijo. El cuidado es un bien público, por lo que se debe reconocer el derecho de las personas a ser cuidadas
  2. Autonomía económica. Este punto tiene que ver con que la mirada del sistema de cuidados debe procurar también “liberar el tiempo de las mujeres”. Más de la mitad de las que no trabajan de manera remunerada “no lo hace porque tiene que dedicarse exclusivamente al hogar”.
  3. La seguridad y la paz. Este es un concepto innovador del Inmujeres, apuntó. “La gente que cuida construye empatía, y la empatía construye paz Queremos tener un modelo que haga igualitarias las acciones entre géneros” y eso hará que las mujeres se sientan seguras de alguna manera, afirmó.

La representante de ONU Mujeres aseguró que la creación de un sistema nacional de cuidados es una de las soluciones más innovadoras para incorporar a las mujeres al mercado laboral en varios países.   

Para ello es necesario hacer reformas legislativas y ajustar marcos normativos “que consideren al cuidado como un derecho”. Lo segundo que se requiere es seguir generando datos y estadísticas sobre el uso del tiempo. en tercer lugar, el “mapeo y reforzamiento de servicios públicos que permitan redistribuir y liberar el tiempo que las mujeres le dedican a los cuidaos de otras personas”.

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