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Capital Humano

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“Soy más productivo en la madrugada”: La alta factura de trabajar de noche en home office

El desajuste en el ciclo circadiano puede afectar negativamente la concentración y la memoria a corto plazo, reduciendo así la eficacia en el trabajo. A largo plazo, este desequilibrio incrementa el riesgo de desarrollar depresión.

Foto: Shutterstock

La posibilidad de trabajar a altas horas de la noche cuando se tiene teletrabajo puede ser conveniente para quienes se consideran más productivos en un horario nocturno, pero hacerlo de manera constante puede tener efectos negativos en la salud mental y en la física.

Karla Muñoz, especialista en Salud Ocupacional, destaca que la falta de descanso adecuado durante la noche, que es el momento ideal para la recuperación corporal, puede llevar al desarrollo de enfermedades o estrés laboral, como trastornos del sueño o el burnout.

“Nuestro sistema biológico necesita repararse adecuadamente, y no pasa nada si una noche no se duerme bien, pero si esto se vuelve una constante, se torna más difícil para el cuerpo recuperarse. Esto puede llevar a una mayor irritabilidad, sensibilidad en la resolución de problemas, y una afectación general del estado emocional” dice Muñoz.

La investigación Mejorar el desempeño en el turno de noche: un estudio de las estrategias de sueño de los residentes publicada en el Journal of clinical Sleep Medicine, confirma que trabajar de noche tiene una relación con accidentes laborales, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer (mama, próstata, colon y recto), cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares.

Lizet Meneses, fundadora de La Class Wellness, menciona que otra de las consecuencias de trabajar en horarios nocturnos es un sentimiento de aislamiento y soledad, afectando la satisfacción laboral y la calidad de vida.

Y no sólo hay afectaciones por trabajar constantemente de noche, los cambios abruptos en los patrones de sueño, como pasar de un turno matutino a uno nocturno, tienen un impacto aún mayor en la salud mental.

La luz y las afectaciones al reloj biológico

Meneses añade que trabajar de madrugada puede alterar el ciclo circadiano, el reloj biológico interno que regula ciclos de sueño y vigilia; es decir, el proceso que siguen los humanos y que determina cómo reaccionan a la luz o la oscuridad.

“Estar sincronizados con este ritmo mejora significativamente nuestra salud y bienestar. Por ejemplo, ver la luz del sol al despertar es crucial porque nuestras neuronas oculares, sensibles a la luz, reinician el ciclo del reloj biológico”, indica Lizet Meneses.

La exposición a la luz artificial, como la de las pantallas puede engañar al cerebro haciéndole creer que es de día, lo que dificulta la conciliación del sueño y mantiene el sistema cognitivo en un estado de alerta.

Lizet Meneses aclara que el desajuste en el ciclo circadiano afecta negativamente la concentración y la memoria a corto plazo, reduciendo así la eficacia en el trabajo. A largo plazo, este desajuste incrementa el riesgo de desarrollar depresión.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que los turnos de trabajo nocturno influyen en la aparición de cáncer debido a que se interrumpen los círculos circadianos. En ese sentido, el organismo recomienda que, para mitigar los efectos negativos, es importante minimizar la exposición a la luz intensa durante la noche y adoptar configuraciones de luz nocturna para reducir el impacto en el reloj biológico.

Hormonas descontroladas

En el cuerpo humano, las glándulas adrenales, situadas sobre los riñones, desempeñan un papel crucial en la regulación del estrés porque segregan cortisol, conocido como la hormona del estrés, y la melatonina, que regula los horarios de vigilia.

Trabajar en la madrugada puede elevar los niveles de cortisol, lo que a su vez aumenta la ansiedad, la irritabilidad y la dificultad para gestionar la tensión mental.

“Cuando esta hormona no se segrega en las cantidades adecuadas, no tenemos la energía suficiente para funcionar correctamente tanto físico como mentalmente. El ser humano está diseñado para ser diurno, es decir, para estar activo durante el día y descansar de noche”, asegura Karla Muñoz.

La falta de sueño adecuado también afecta la producción de hormonas que se segregan durante el descanso, como la hormona de crecimiento y la testosterona, aumentando el riesgo de obesidad, diabetes e hipertensión arterial.

Es crucial que tanto los trabajadores como los empleadores sean conscientes de estos riesgos y tomen medida para mitigar los efectos negativos en caso de trabajar en la madrugada voluntariamente, buscando un equilibrio que promueva el bienestar integral y la eficacia en el entorno laboral.

Periodista especializado negocios y economía; actualmente escribe sobre panorama laboral, recursos humanos, desarrollo profesional, salud mental y políticas laborales.

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