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Capital Humano

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Trabajos por honorarios, comisiones, propinas y sin paga son los de más crecimiento

La tasa de empleo asalariado registró en el tercer trimestre del año una nueva reducción y se ubicó en un nivel de 64.5 por ciento. En tanto, el trabajo independiente registró niveles históricos de ocupación, de acuerdo con los últimos datos publicados por el Inegi.

Foto: Reuters

La recuperación del mercado laboral tras el impacto de la pandemia ha impulsado cambios en la distribución de las ocupaciones. El empleo asalariado es el que menos ha crecido en lo que va del 2022, superado por avances importantes en el renglón del trabajo por honorarios, comisiones y propinas, así como en el de los trabajadores no remunerados y los independientes.

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el grupo de personas con un trabajo remunerado a través de alternativas diferentes al salario registró en el tercer trimestre del año un aumento de 14.2% respecto al cierre del 2021. Mientras que el empleo asalariado tuvo un aumento de 0.85% en el mismo tiempo.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) clasifica como empleo subordinado con percepciones no salariales el caso de las personas que “reconocen depender de un jefe o superior, pero sin recibir un salario como forma de pago, percibiendo otras modalidades tales como comisiones, honorarios, destajo, propinas, etcétera”.

En este tenor, de la ENOE para el tercer trimestre del 2022 se desprende que la tasa de trabajo asalariado anotó un nuevo descenso y se ubicó en 64.5%, con lo que regresó a sus niveles prepandemia después de haber registrado un máximo histórico de 65.7% en el primer trimestre de 2021.

Al analizar los datos de ocupación para el cierre del trimestre de este año, con los datos particulares de septiembre, David Kaplan, economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destacó que el descenso en la tasa de empleo asalariado sí es un indicador del comportamiento del mercado laboral que genera preocupación.

“A pesar de que varios indicadores del mercado laboral señalan fortaleza, hay un indicador que empieza a preocuparme. La tasa de trabajo asalariado, que en general ha tenido una tendencia al alza, está bajando”, expresó en su momento el analista en su cuenta de Twitter.

En tanto, el renglón de los trabajadores no remunerados ha tenido un avance de 5.13% a lo largo de este año. Bajo esta categoría se encuentran quienes laboran más de una tercera parte de la jornada en una unidad económica sin estar en nómina. Con base en la definición del Inegi, en esta condición se encuentran las personas que participan en negocios familiares, además de prestadores de servicio social, becarios y participantes de programas de empleo.

En términos absolutos, el número de personas que labora sin remuneración es de 2.5 millones de personas. De este grupo, 37.8% trabaja en actividades agropecuarias, 29.6% en el comercio y 22.1% en el sector servicios; el resto participa en la construcción y la industria manufacturera. De esta población, el 58.2% son mujeres y el 41.8% son hombres.

Trabajo independiente en niveles históricos

Otra de las clasificaciones de la ocupación con mayor dinamismo tras el impacto de la emergencia sanitaria por la Covid-19 ha sido el trabajo independiente. Para el tercer trimestre de 2022, en esta condición se ubicaba un grupo de 13.1 millones de personas, en términos absolutos la cifra trimestral más alta de la historia y lo que implica un aumento de 5.8% respecto de lo observado antes de la pandemia a finales de 2019.

Dos tercios de las personas que se consideran trabajadores por cuenta propia laboran en el sector servicios (33.3%) y en el comercio (29.9%), las actividades económicas de mayor participación. De este grupo de ocupación, el 59.8% son hombres y el 40.2% son mujeres.

El otro renglón que se encuentra en niveles máximos históricos es el de los empleadores. Esta clasificación comprende a un grupo de 2.9 millones de personas, y aunque fue superado por lo reportado un trimestre antes en 49,400 personas, el dato para el periodo julio-septiembre de 2022 es en términos absolutos el segundo más alto desde que se tiene registro y representa un crecimiento de 10.1% frente al reporte de finales de 2019. De este grupo, el 77.8% son hombres y el 22.2% son mujeres.

En términos generales para el mercado laboral, el Inegi informó que la tasa de desocupación en el tercer trimestre del año fue de 3.4%, lo que representa un aumento de 0.20 puntos respecto de lo registrado en el periodo abril-junio, el primer aumento después de cuatro trimestres en descenso. Aunque lejos de la tasa de 4.2% reportada para el mismo periodo del 2021.

Por su parte, la población ocupada fue de 57.4 millones de personas, prácticamente en el mismo nivel de lo observado durante el segundo trimestre, y lo que implica un crecimiento anual de 2.9 por ciento. En un año, 1.6 millones de personas de sumaron al mercado laboral.

Las actividades económicas con mayor aumento en la ocupación en comparación con lo reportado para el mismo periodo de 2021 fueron el comercio, con 413,925 plazas adicionales, seguido de la manufactura (350,236), los servicios diversos (293,292) y restaurantes y servicios de alojamiento (213,393). Estos cuatro sectores concentraron el 79.2% de la generación de empleo.

En tanto, la tasa de informalidad laboral durante el periodo julio-septiembre de 2022 fue de 55.6%, lo que implica un descenso anual de 0.70 puntos. Este dato se ubica además por debajo del nivel de 56.1% reportado a finales de 2019, antes del impacto de la pandemia.

Periodista. Actualmente es el editor de El Economista online. Entre 2019 y 2023 coordinó Capital Humano en sus versiones en línea e impresa. Tiene una especialización en periodismo de finanzas y negocios, y en periodismo de datos.

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