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Capital Humano

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Uniformes de trabajo a revisión, prohibirán códigos de vestimenta sexistas

El Senado analizará una iniciativa impulsada por Ricardo Monreal que plantea catalogar como discriminación y violencia laboral contra la mujer los códigos de vestimenta sexistas y que perpetúen estereotipos.

Los senadores buscan incluir candados legales para prohibir uniformes sexistas. Foto: Shutterstock

Los senadores analizarán una propuesta para reformar la Ley Federal del Trabajo y prohibir en las empresas la imposición de códigos de vestimenta sexistas, discriminatorios o que perpetúen estereotipos o roles de género, al ser catalogados como actos de discriminación y violencia laboral contra las mujeres.

La propuesta presentada por el senador Ricardo Monreal Ávila (Morena), presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, modifica tres ordenamientos legales para cerrarle la puerta a políticas empresariales que impongan uniformes o estilos de prendas que repliquen patrones o roles de género.

En el caso de la Ley Federal del Trabajo (LFT), la reforma plantea prohibir a los patrones la imposición de códigos de vestimenta sexista, discriminatoria o que perpetúe estereotipos a través del calzado, prendas de vestir o maquillaje.

Por otra parte, se propone establecer la obligación de los empleadores de contar con códigos de vestimenta equitativos entre mujeres y hombres de acuerdo con la naturaleza de las funciones y las actividades.

“La imposición de códigos de vestimenta en el trabajo, notoriamente diferenciados para mujeres y hombres, resultan en una medida discriminatoria que al día de hoy mantiene su vigencia, de manera tácita o expresa, en los espacios laborales, tanto públicos como privados. Esto se refleja, por ejemplo, en la exigencia de prendas, calzado, maquillaje o accesorios específicos para las mujeres”, destaca Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 66% de las mujeres mayores de 15 años afirma haber sufrido algún incidente violento a lo largo de su vida. El espacio de trabajo es el segundo ámbito donde la población femenina enfrenta más violencia.

“Actualmente prevalecen códigos de vestimenta y parámetros cuyo eje rector es una perspectiva estereotipada, desde la cual no se plantean exigencias de vestuario equitativas ni razonables. Para avanzar en materia de equidad de género, no es suficiente con garantizar el acceso igualitario a oportunidades laborales”, destaca el legislador en la iniciativa.

La propuesta presentada en la Cámara Alta también modifica las leyes Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para calificar los códigos de vestimenta sexistas como actos de discriminación y de violencia laboral contra la población femenina.

En ese tenor, Ricardo Monreal señala que los uniformes sexistas además de poner en riesgo la salud de las mujeres por las afectaciones que pueden ocasionar algunos tipos de calzado, también repercuten en “la imagen propia, el libre desarrollo de la personalidad y el libre ejercicio de la profesión” al exigir ciertos tipos de prendas.

“Es necesario propiciar desde la legislación las condiciones adecuadas para que, dentro de los espacios laborales y en el ambiente de trabajo, se observen prácticas y comportamientos que incluyan la una perspectiva igualitaria”, subraya el senador.

Países que han puesto el ejemplo

La imposición de uniformes sexistas es una violencia contra las mujeres que ya ha sido reconocida en otros países. Por ejemplo, Argentina en su Plan Nacional de Acción Contra las Violencias por Motivos de Género indica que el vestuario replica estereotipos de género. Además, retoma los comentarios de mujeres y personas de la comunidad LGBT+ que mencionan estar más propensas a recibir comentarios incómodos acerca de su cuerpo o la ropa.

Por otra parte, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid consideró innecesario que las mujeres usen tacones y uniformes tal y como exigen los patrones, ya que esto no aporta nada y sí representa en ocasiones riesgos en la salud. Años atrás, esta misma autoridad se pronunció sobre los códigos de vestimenta, señalando que las trabajadoras deben adaptarse a las normas de vestuario de la compañía.

México ha firmado y ratificado diversos instrumentos internacionales en los que se ha comprometido a erradicar cualquier tipo de práctica o violencia contra las mujeres.

“No obstante, en la práctica aún existe una marcada diferencia entre mujeres y hombres en varios ámbitos como social y jurídico por lo que las mujeres siguen experimentado diversos tipos de violencia que es necesario erradicar, problemática que da origen a esta iniciativa”, afirma Ricardo Monreal.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano.

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