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América domó al Tigre para coronarse con la 14

En la Ciudad de México habita el equipo con más títulos de primera división. Las Águilas derrotaron a los regios 3-0 en la vuelta para cerrar el global en 4-1. Tigres se complicó y quedó con nueve hombres, incluyendo la expulsión de su arquero de confianza, Nahuel Guzmán.

En México el equipo con más títulos en la Liga MX es el América. El título 14 de su historia deja lecciones al futbol mexicano: se puede ser líder todo el torneo, tener nuevo entrenador y arruinar un bicampeonato.

El Estadio Azteca cierra con llave de oro las puertas para alistar su remodelación y lucir nueva imagen para recibir el Mundial 2026.

Los nombres que se recordarán cuando se cuente sobre el largo partido de la final de vuelta serán Julian Quiñones, Richard Sánchez y Jonathan Rodríguez. La celebración de los fans se anunciaba como campeonato consumado en todo momento.

Para llegar a este resultado, no fue suficiente el tiempo regular. En el primer bloque extra se marcaron los dos goles del ‘ave’, que ya domaba al Tigre, que se quedó con 10 hombres al minuto 80 (del tiempo regular) y padeció  la expulsión de su portero especialista en finales, Nahuel Guzmán.  La tarjeta roja al argentino tras detener la carrera de Quiñones, disparó el drama, los abucheos y el hervidero del estadio. Nahuel salió de la cancha furioso, gritando su enojo en el banquillo, pateando un balón hacia la cabecera de los fans y permaneciendo bajo la lona entre las lágrimas para ver el desenlace.

En su lugar, entró Carlos Felipe Rodríguez, que no pudo con la ofensiva local, la misma que marcó 37 goles en el torneo regular.

Andre Jardine logró romper con una creencia que torneo tras torneo hundía al club. Lo padeció Santiago Solari y Fernando Ortiz. El brasileño en su primer torneo con el equipo rompió el techo de las semifinales y metió en la vitrina el trofeo.

Dante Siboldi no pudo entregar el bicampeonato al club regio y esta noche también terminó el invicto en finales desde que es entrenador en el circuito mexicano.

El marcador 1-1  de la ida en Monterrey se arrastró en el tiempo regular.

Tigres perdió la calma que había guardado durante 80 minutos. Se complicó la noche. Un manotazo en la cara de Raymundo Fulgencio a Julián Quiñones los dejó con 10 hombres. A partir de entonces, Tigres perdió presencia ofensiva.

Siboldi empezó a hacer sus cambios al minuto 60, el América al 70.  Las piezas correctas se acomodaron para revelar minutos después al campeón, en una serie de final que congregó a un total de 74,954 aficionados.

En el primer tiempo, la sensación fue pasajera de que América no lograría el título, pues se le dificultó romper con los espacios cerrados que provocaba Tigres.

André Gignac se hizo notar con dos oportunidades de gol que recordaba al futbol mexicano por qué  es el hombre de la experiencia en las finales.

En contrapeso, por las Águilas intentó  Diego Valdés  al  minuto 27 en una jugada trazada  por la ruta Henry Martin-Julián Quiñones y el remate del chileno, que se encontró con la atajada de Nahuel Guzmán, quien celebró a su estilo “look at me”.

Antes de que el árbitro agregara 3 minutos más, Quiñones no logró marcar el diferenciador con un remate de cabeza.

Es decir, sí hubo oportunidad de que América lo definiera sin necesidad de alargar tanto el juego, pero así el destino lo quiso. América rompió un paradigma que se parecía a una maldición.

Hoy, es líder y campeón.

marisol.rojas@eleconomista.mx

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