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Argentina se corona con sufrimiento y gloria

Una final dramática y con intensidad que se reescribía al segundo. La historia comenzó con el dominio de Argentina y siguió con el despertar de Francia a partir del minuto 80. Lionel Messi creció su leyenda goleadora con la Albiceleste y Kylian Mbappé firmó los goles que sostuvieron al equipo hasta los penaltis tras la igualada 3-3.

Foto: Reuters

Esta es la historia de una final de Copa del Mundo que se resistía a terminar. El reloj se detuvo en la manecilla de Argentina y el segundero en Francia. En la tanda de penaltis, después del 2-2 en tiempo regular, y del 3-3 cerrado en los dos tiempos extra, los tiros desde los once pasos condenaron a la hoy, patria gala subcampeona. 

La Albiceleste sumó su tercer trofeo mundialista venciendo al campeón en Rusia 2018, que en el partido fue de menos a más, llegando a un punto de resistencia que hizo sufrir a los argentinos, que se complicaron el camino después del 2-0 a su favor.

Los dos primeros goles fueron obra coordinada de Lionel Messi (23’) y Ángel Di María (36’). El de Messi fue polémico, porque el penalti que convirtió se debió a una falta dentro del área cometida por Ousmane Dembélé a Di María, quien se levantó sin impedimento físico. Antes del medio tiempo, Di María remató con la izquierda para mover las redes.

Kylian Mbappé dijo basta. Despertó a los franceses al anotar el primer gol de su hat-trick al minuto 80. Hasta ese momento, los argentinos habían sido superiores. El delantero estrella de 23 años anotó vía penalti, luego de que el árbitro marcó una falta de Nicolás Otamendi a Randal Kolo Muani.

Así inició la rebelión francesa. Dos minutos más tarde cayó el segundo gol. Kylian empató el marcador 2-2 y el estadio Lusail inmutó a los argentinos que ya se habían anticipado a la celebración del título. En ese momento, se invirtieron los papeles, los fans argentinos lloraban, los franceses ahora levantaban sus colores.

Se requirió del  tiempo extra. Los hombres más importantes del dorsal 10 y goleadores actuales de sus naciones se encargaron de dejar el marcador 3-3, curiosamente ambos lo hicieron por la ruta del penalti.

Francia se creció para defenderse, Argentina sufría al ver el grado de dificultad. Por ejemplo, la barrida de Dayot Upamecano detuvo un disparo de Lautaro Martínez. El francés metió la pierna en el tiempo preciso.

El que persevera, alcanza y así, al 108’ Lautaro regresó a escena al rematar de larga distancia pero a las manos del portero Hugo Lloris. En un parpadeo, Messi llegó al contrarremate para adelantar el marcador 3-2. El estadio enloqueció y reaparecieron los colores azules. Messi le daba sentido a la lucha, pero como el partido ya era dramático y sufrido, el árbitro marcó una mano del defensa Gonzalo Montiel. Justo a un suspiro de terminar el segundo tiempo extra.

Mbappé pidió cobrar el penalti y asustó a los argentinos al emparejar 3-3. La final que se resistía a terminar. El último paso fueron los penales.

Los dorsales 10 de ambas selecciones abrieron los penaltis, ambos acertaron para dar el golpe anímico. Francia sintió la estocada final con los tiros fallados por Kingsley Coman (26 años) y Aurélien Tchouaméni (22 años). Por Argentina anotó Paulo Dybala, Leandro Paredes y finalmente de Gonzalo Montiel en el cuarto tiro confirmó al Campeón del Mundo, evitando que Francia consiguiera el bicampeonato. Es la décima Copa del Mundo que va para un equipo de Sudamérica tras las cinco ganadas por Brasil, las dos de Uruguay y las otras dos que ya presumía Argentina.

deportes@eleconomista.mx

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