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"Aunque El Salvador no califique, ganarle a México le da valor"

El ex jugador Miguel España aseguró que El Salvador siempre ha sido un rival complicado para el Tri y siempre en las visitas a el estadio Cuscatlán se percibe un ambiente hostil.

Visitar a El Salvador no sólo implica sacar el mejor futbol. Demanda personalidad, temple, cabeza fría, unión. Sin uno de estos ingredientes, el resultado puede ser fatal, como ya ocurrió en las eliminatorias de 1993 y el 2009, en las que México llegaba como favorito y terminó cayendo en patio ajeno, en medio de una fiesta digna de una calificación a un Mundial. Pero no. Sólo se festejaba que se le había ganado al gigante.

Y es que en El Salvador no sólo hay que cuidarse del rival. No. En aquel país hay que elegir bien el hotel de concentración para no ver frustrado el descanso nocturno, así como ir escoltados hasta el Cuscatlán, porque los fanáticos centroamericanos se dejan sentir y hacen lo que sea necesario para disminuir a los mexicanos.

Nos encontramos un ambiente bastante hostil. En aquella eliminatoria hay que decir que sólo había un lugar para Estados Unidos 94 y ése era de los partidos fundamentales para la calificación. Desde que llegamos hubo una fiesta muy grande en el hotel, a la hora de ir hacia el estadio, la gente se metió mucho con nosotros , recordó para El Economista Miguel España, exseleccionado que visitó dicha cancha cuando Miguel Mejía Barón era el técnico.

Y allá en El Salvador no niegan su estrategia y lo pesado que es para cualquiera meterse a su cancha. Tiene que ver el tema de la presión del estadio. El Cuscatlán no es fácil para cualquier rival. El gran tema es saber canalizar esa presión sin que se convierta en excesos, porque a veces los hinchas no saben controlarlo y lanzan cosas a la cancha. Contra México obviamente se vive un partido especial , dijo Gustavo Flores, reportero de elsalvador.com.

A 19 años de distancia, España recuerda: En el estadio el pasto era muy largo, ellos buscan sacar ventajas de ese tipo de detalles. Hubo muchas provocaciones, se tocó el himno que no era el de nosotros y el arbitraje dejó mucho que desear. Estos países aunque no califiquen ya ganándole a México se sienten orgullosos .

Amor propio, arma local

Tras salir vivos, con un 2-2 de San José en el debut de la eliminatoria, Gustavo Flores aseguró que ante El Tri la mayor virtud es el amor propio y la voluntad que tienen, que fue lo que los sacó adelante ante Costa Rica. Con el capitán Dennis Alas se ha impregnado de esa garra; en el arquero Benjuí Villalobos han encontrado a un hombre muy seguro . Finalmente, mientras Miguel España aseguró que lo peor que se puede hacer es menospreciar al rival, Flores sentenció que en líneas generales hay esperanzas de que se les pueda ganar .

carlos.herrera@eleconomista.mx

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