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Campeón gamer mexicano, una labor de tiempo completo
Con 19 años de edad, Ramos es ejemplo de la evolución del Pro Player en México. Su historia ha crecido junto al desarrollo de la industria de los eSports.
Vivir de los deportes electrónicos es una realidad. El jugador profesional de Clash Royale y originario de Chihuahua, Sergio Ramos, cree que el 99.9% del trabajo para convertirse en uno de los mejores pro players de México consiste en entrenar y le dedica de 8 a 10 horas diarias en periodos de competencia.
Aprendió inglés para participar en organizaciones y torneos internacionales; además, su equipo,el alemán SK Gaming, fomenta un estilo de vida sana para obtener el máximo rendimiento.
En el 2017 cuando tenía 16 años de edad, Ramos comenzó a posicionar la práctica de eSports como un deporte atractivo para los jóvenes mexicanos, pues se coronó en el primer campeonato del mundo de Clash Royale.
El jugador aseguró que su ascenso se dio en un momento en el que los eSports no se encontraban tan profesionalizados como ahora, y cada día se torna más difícil destacar en la industria.
Antes de convertirse en un jugador profesional, Sergio llevaba la vida de un estudiante común, asistiendo al bachillerato y jugando por hobby. Hoy se dedica de tiempo completo a los eSports. Aunque en su temporada de descanso mantiene su distancia con los videojuegos, en época de competencia se comienza a preparar con un mes de anticipación. Participa en dos torneos oficiales al año y en cerca de seis competencias secundarias.
Los entrenamientos en equipo consisten en partidas de Clash Royale en la modalidad dos contra dos, el equipo establece horarios en los que sus cuatro jugadores se conectan para diseñar su estrategia y mantenerla en secreto, mientras que cada uno, por su cuenta, se encarga de su propio entrenamiento en modalidad uno contra uno.
Ramos indicó que si se busca crecer en la parte individual es necesario practicar con amigos o gamers en los niveles altos: “prácticamente es jugar, estar corrigiendo tus errores para que no te lleguen a pasar ya en la partida que es lo más importante”.
¿Además de practicar aspectos técnicos del juego, qué actividades complementan tu entrenamiento?
“Ahora que tenemos que ir a Alemania, allá nos ponen una rutina de ejercicio, un entrenador, una dieta, algo saludable para no estar con un estilo de vida sedentario, que es lo que a mucha gente no le gusta de esta industria. En SK lo que no quieren es que nos afecte a la salud y aparte al estar en un buen estado físico rindes mucho mejor, en vez de estarte desvelado, sin comer bien, todo el día estar sentado te afecta mucho; por esa parte nuestro equipo sí nos apoya mucho y casi que nos exige tener un estilo de vida saludable”.
Antes de la emergencia sanitaria mundial, Ramos pasaba una tercera parte del año viajando por el mundo, este supondría el tercer año consecutivo que Supercell, desarrollador del juego, celebraría su final en Los Ángeles. Sergio se coronó en Londres en 2017 y recibió un premio de 150,000 dólares.
Ramos explicó que los ingresos de un jugador de eSports depende de muchas variables como el juego, el equipo al que pertenezca o el desempeño del jugador y estimó que en México estos ingresos pueden ir de los 500 a los 4,000 dólares mensuales y generalmente los contratos con los equipos son anuales.
El jugador profesional pospuso sus estudios para cumplir un sueño que buscó por mucho tiempo, aunque no ha descartado la posibilidad de retomarlos.
“Es temporal, no sabemos por cuánto tiempo, lo bueno es que hay muchas maneras de continuar los estudios y aparte sirve que me conozco un poco más, saber qué es lo que quiero estudiar porque hay muchas veces que tienes 17 ó 18 años y tienes que tomar una decisión que te va a cambiar la vida, en qué vas a trabajar, entonces me vino bien también para pensar un poco mejor”.
¿Se puede vivir de jugar eSports de manera profesional?
“Yo diría que no toda la vida. Si te armas con una buena plataforma, en el aspecto de formar tus seguidores, hacer videos, crear contenido, eso te ayuda mucho, pero yo diría que el problema es que al decir eSports parece que es toda una industria pero no es tan fácil cambiarse de un juego a otro.
Entonces diría que, si la haces bien, vivirías muy bien, pero llegar a este nivel es una fracción muy pequeña de los jugadores que lo logran, incluso de los jugadores profesionales la fracción es muy pequeña, los que pueden vivir de esto”.
El pro player recibe la guía de personas cercanas a él como sus padres y de uno de sus entrenadores del inicio de su trayectoria para administrar sus ingresos. En un par de ocasiones Ramos ha estado cerca de firmar patrocinios, sin embargo no se concretó al tratarse de marcas que rivalizaban con las que patrocinaban a su equipo.
¿Es común que los jugadores en México cuenten con el apoyo de patrocinadores?
“No es tan común, pero cada vez yo lo veo que es más normal y más marcas se van animando a todo esto. Al inicio tenían miedo de estar promoviendo un estilo de vida sedentario de los videojuegos y aparte que no creían en la industria, pero se les ha ido demostrando que es algo muy grande y con mucho futuro”.