Carlos Alcaraz, una marca disruptiva e inteligente

Hoy en día es totalmente normal que en cada torneo importante de tenis que se celebra alrededor del mundo se hable de Carlos Alcaraz ganando y rompiendo récords. El español es candidato al título en cada Grand Slam o Masters 1000 y su nombre es capaz de opacar a leyendas como Rafael Nadal o Novak Djokovic, aunque, hace 15 meses, esto era inimaginable.

La carrera de Carlos Alcaraz empezó una ruta ascendente en febrero de 2022 y no ha claudicado. Desde entonces ha ganado siete de sus ocho títulos en el ATP Tour (sin incluir las Next Gen Finals de 2021), entre los que destacan tres Masters y un Grand Slam, el US Open de septiembre pasado, que lo catapultó a tomar el ranking número uno del mundo por primera vez en su carrera.

De pronto todas las portadas hablan de Alcaraz y ya no sólo las especializadas en tenis. Teniendo 19 años esto podría ser un motivo para perder el control personal y deportivo, pero no ha sido así bajo el cobijo de su manager, Albert Molina, vicepresidente de la agencia de representación IMG y quien también ha tenido a su cargo a figuras como Garbiñe Muguruza, David Ferrer y Nicolás Almagro.

“Los riesgos eran muy grandes porque Carlos ha tenido un crecimiento explosivo en muy poco tiempo, pero todos esos riesgos se han sabido contrarrestar por una gestión prácticamente impecable (…) Una de las cosas que hace el equipo de Albert Molina es no tener ninguna prisa en el manejo de sus deportistas, tienen claro que primero es la carrera deportiva, que primero se tienen que consolidar y a partir de ahí ya llegará el dinero”, explica a El Economista, Martí Riba, especialista en construcción de marca de atletas y marketing deportivo.

Albert Molina es el representante de Carlos Alcaraz desde que éste tenía 13 años. En aquel entonces empezaron sólo con el patrocinio de Babolat, su marca de raquetas, y en 2019 sumaron a Nike. Ya en 2022, con la magnificación de logros deportivos, aceptaron acuerdos con ISDN, Rolex, BMW y Calvin Klein, además de volverse embajador de la fundación El Pozo Alimentación y del departamento de Turismo de Murcia, su ciudad natal.

El especialista en marketing deportivo estima que el acuerdo con Nike fijará un hito para Alcaraz y en para la industria del tenis: “Ese contrato termina en 2025 y su renovación puede marcar una pauta astronómica en cifras. Carlos ya estará completamente consolidado y es probable que Nadal ya esté retirado o muy cerca de ese retiro (…) Entonces, tomando en cuenta las condiciones en las que se firmó su primer acuerdo (en 2019), cuando Carlos no tenía todos sus títulos actuales, la cifra tranquilamente se puede cuadriplicar”.

De acuerdo con un análisis de Legal Sport, portal especializado en negocios y deporte, la renovación de Nike con Alcaraz alcanzará los 20 millones de dólares por temporada durante 10 años, que se convertiría en la cifra más alta dentro del tenis, por encima de los 15 millones anuales que percibirá el italiano Jannik Sinner entre 2022 y 2032 también con esta marca y tomando en cuenta que Sinner aún no ha ganado un Masters ni un Grand Slam.

“Albert Molina le aporta tres valores fundamentales a la carrera de Alcaraz: experiencia; estrategia, porque tiene muy claro que hacer con Carlos, no improvisan, hay carreras que se van manejando sobre la marcha en función de los triunfos y de los patrocinios que van llegando, pero Albert tiene muy clara la estrategia de patrocinios para saber cuáles convienen o no; y tercero es la serenidad, siempre dice que no hay ninguna prisa por ganar dinero”.

Martí Riba describe que el valor de marca de un atleta se construye con un análisis tanto del nivel de los patrocinadores que se acercan como de los premios deportivos. En sus cinco temporadas en el ATP Tour, Carlos Alcaraz acumula 13.74 millones de dólares, casi la décima parte de Rafael Nadal (134.64 millones), aunque este último suma 22 años en el circuito. Por ello destaca que el crecimiento de Alcaraz va a ritmo acelerado.

“Hay pocas carreras que se han tenido que construir con tanta rapidez y en ese camino hay cosas fundamentales. Lo que tiene que conseguir un buen manager es que el ámbito deportivo y el personal estén perfectamente equilibrados, esa es la clave. En el caso de Carlos siempre está presente su familia, está muy bien estructurada y son muy unidos. Debe haber un equilibrio del 50-50 en lo deportivo y en lo personal porque eso forma un alto grado de estabilidad, tranquilidad y serenidad”.

Otro reporte de Onclusive, empresa de seguimiento y análisis de medios, reveló que el valor de marca de Carlos Alcaraz después del título del Masters de Madrid 2022 alcanzó los 18.5 millones de dólares, basado en su rendimiento sobre la cancha pero también en aspectos de su personalidad que resaltan como imanes comerciales.

“Alcaraz tiene un perfil muchísimo más moderno y fresco que Nadal. Transmite un nivel de modernidad, frescura y desparpajo que Nadal nunca ha tenido, él es un tipo extremadamente rígido desde el punto de vista de la comunicación, con poco carisma, no conecta con las personas y ahí puedo asegurar que Alcaraz, a medida que vaya creciendo se va a convertir en una persona con un nivel de conexión impresionante; Alcaraz puede doblar la capacidad de comunicación que tiene Nadal”.

Para el especialista, el impacto de Carlos Alcaraz es similar al del ex futbolista brasileño Ronaldinho o al del piloto británico de Fórmula 1 Lewis Hamilton “por su forma de ser descarados, de ser tipos que transmiten que disfrutan lo que están haciendo y eso atrae mucho a las marcas”, aunque destaca que el ejemplo a seguir es el del automovilista, porque “rompió las reglas de una manera positiva” hasta consolidarse como uno de los máximos ganadores de su deporte y con un perfil saludable en otras áreas, a diferencia de Ronaldinho.

—¿Qué lugar ocupa Carlos Alcaraz dentro de las figuras deportivas de España y cómo se vislumbra su futuro?

—“Uno de sus grandes retos es ser el relevo generacional para deportistas de un nivel muy alto. Los deportistas emblemáticos de España son Rafael Nadal, Pau Gasol y Fernando Alonso, entonces Carlos encarna una nueva generación que tiene que relevarlos. De estos tres es indiscutible su calidad deportiva, pero en el ámbito de la comunicación y de la marca personal ninguno fue un gran ejemplo de manejar las cosas con pulcritud y solvencia. Carlos está llamado a ser un referente en cómo se maneja la imagen de un ícono a nivel mundial, entonces lo que tiene que venir es un cambio de paradigma de cómo se manejan las carreras que de por sí son muy exitosas pero que además tienen que cuidar al milímetro lo que pasa fuera de la cancha. Eso se ha hecho muy pocas veces con la precisión con la que se está haciendo ahora con Alcaraz”.