Confían en reducir la violencia en 10 años

Non Violence Project México quiere convertir una pelota de futbol en sinónimo de esperanza. Mauricio Bermúdez, director de la fundación que comenzará a poner en marcha en nuestro país el programa Futbol por la Paz, que ha tenido grandes resultados en Brasil, Angola y ciertas regiones de Guadalajara, dijo a El Economista que en 10 años confían en que los índices de violencia en México disminuyan significativamente.

Nuestro éxito más grande en América Latina ha sido en Brasil, un país en el que desde hace 10 años hemos implementado el programa Futbol por la Paz. Hablando de estadísticas y números, de cinco muertes en partidos de alto riesgo que se habían tenido en estadios, se han reducido a 1.3.

Tal vez no parezca mucho, pero es un logro importante , destacó Bermúdez, quien, si bien aplaudió que en México aún no se llegan a esos niveles, lo importante -dijo, es evitar llegar a ese grado.

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR E INSEGURIDAD, DETONANTES

Sobre su misión en México, explicó: Aquí los principales problemas que tiene el país con la violencia son generados por la violencia intrafamiliar o la inseguridad, que en algunos casos se presentan por el consumo de alcohol. Eso es algo que ha sido difícil que se trate, lo estamos dejando hasta el final porque es más impactante que se hable de las armas en las calles, o toda esta situación de las personas que desaparecen y luego se encuentran los cuerpos decapitados, eso llama mucho más la atención del gobierno .

Bermúdez destacó que también se presentan problemas ocasionados por el número de divorcios en los padres, que ha ido en aumento.

No se atiende el problema con los jóvenes que abandonan las escuelas, casos de bullying, situaciones que si no las tratamos hoy en día, mañana el problema será mucho más fuerte , indicó el directivo.

Finalmente, tras destacar que en Angola también han tenido éxito al reducir la violencia a 5%, a pesar de que se trata de un país que vive una guerra civil, destacó que en México el plazo que se han planteado será de 10 años.

Con tres años que hemos estado trabajando aquí, tenemos experiencias en comunidades en las que sí podemos hablar de evolución. En Guadalajara, una ciudad en la que la violencia por el narco existe, además de muertos y cierres de calles, hemos logrado bajar 17% los índices a nivel comunitario en lo que significa la ingesta del alcohol y los abandonos de escuelas , concluyó.

carlos.herrera@eleconomista.mx

rgs