Disfruto cuando una jugada engaña al rival

Si Canadá ha dejado de ser una selección a la que todos le pasan por encima desde hace un par de años se debe en gran medida a la mano de Benito Floro, técnico español que apuesta por la exigencia, el estudio y alejarse del protagonismo, lo que le ha permitido cosechar éxitos alrededor del mundo durante 37 años de carrera, pese a que él no jugó futbol de manera profesional.

Floro, quien resulta familiar para el balompié mexicano tras su paso por Monterrey (1999-2001), inició su carrera en el banquillo más como un hobby, ya que es docente de profesión y buscó en este deporte una distracción, misma en la que terminó por ser mucho más destacado de lo que pudo imaginar. Tras debutar en 1978 en equipos de categorías inferiores, fue en Albacete, conjunto al que llegó en 1989 para tomarlo en Segunda División y ascenderlo en apenas dos temporadas a Primera, donde comenzó a ganarse un nombre en el mundo.

Ya en Primera, en su campaña de debut, de la mano de Benito, Albacete culminó el año en séptimo lugar, lo que le permitió al entrenador ser visto por Real Madrid, equipo con el que consiguió una Copa del Rey y una Súper Copa de España en 1993.

Si yo tengo un mérito es que quiero que mis equipos jueguen bien siempre. Apuesto por el buen juego, sinceramente. Podrá usted encontrar quien le diga que no soy un buen entrenador, pero difícilmente dará con uno que le diga que ordeno salir a dar pelotazos, a romper el partido, a no ganar. Todo eso me ha permitido acostarme con la conciencia tranquila y ganar en campos grandes como el del Barcelona , expresó en el 2004 al diario As.

Luego de haber salido de Madrid, el ahora seleccionador de Canadá tuvo experiencia en Sporting de Gijón, Vissel Kobe de Japón, Monterrey, Villarreal, Barcelona de Ecuador y Wydad de Casablanca de Marruecos. A pesar de tantos años de experiencia en distintos países, a Floro hay cosas que le siguen incomodando.

Ser público. No me gusta ser protagonista ni de lo bueno ni de lo malo, porque es un juego colectivo. El entrenador debería pasar más inadvertido. No me gusta el culto a la personalidad. Hay que resaltar el trabajo colectivo. Cuando te agrandan parece que eres perfecto, y todos son muy imperfectos , dijo a El País hace 11 años, diario español al que le compartió qué es lo que le permite sentir que todo lo que trabaja en la cancha ha valido la pena.

Disfruto cuando en el terreno de juego veo una jugada colectiva que haya conseguido engañar al rival. Para mí, el partido es una guerra incruenta: preparas a tus tropas, a tus ingenieros y a tus peones para que cada cual desarrolle su labor. Y cuando lo consigues, sientes un éxtasis , confesó el estratega, quien además de situaciones como ésta disfruta de un buen libro, una buena canción, una buena conversación, una buena contemplación de paisaje .

Y el trabajo y exigencia del DT que intentará clasificar a Canadá a cuartos de la Copa Oro, cuando enfrente mañana a Costa Rica, no ha pasado inadvertido para nadie que haya estado al menos medianamente cerca de él. Le gustaba que todo esté bien ordenado, arreglado, pintado, bien sembrado, que la cancha no tuviera ningún hueco. Era muy caprichoso y le gustaba andar de allá para acá en las dos canchas , dice Luis Robayo, jardinero del Monumental, casa de Barcelona de Ecuador.

A dos años de haber tomado las riendas de Canadá, Floro registra 18 partidos dirigidos con saldo de cinco victorias, seis empates y siete descalabros, pero con la certeza de que su equipo ha evolucionado y ha dejado de ser un rival a modo para cualquiera.

Con la obligación de vencer a Jamaica en su tercer partido, lejos de rehuir a dicha circunstancia, Benito aceptó que deben ir a buscar su boleto en el cierre de la fase de grupos; eso sí, sin dejar de señalar que la misión no será sencilla. El grupo de por sí es difícil. Creo que estamos en el grupo de la muerte por lo mismo. Así que nada, hay que pelear por nuestra calificación, no queda más que hacer un partido lindo contra Jamaica .