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Eliud Kipchoge, piernas imparables al ritmo de lectura

Los libros sobre una vida exitosa han rendido frutos en este atleta keniata, el primero en repetir un oro olímpico en la prueba de 42 kilómetros desde 1980.

Verduras recién cortadas y una cubeta para sacar agua de un pozo. Esos son los compañeros de Eliud Kipchoge en su casa en Kenia, donde lleva una vida sencilla a pesar de ser el maratonista más rápido de la historia y bicampeón olímpico.

“Solo los disciplinados en la vida son libres. Si eres indisciplinado, eres esclavo de tus estados de ánimo y tus pasiones”, dice Eliud. Y es que sus compañeros no son solo las verduras y el agua, sino sus libros, ya que desde 2005 es un ávido lector que curte su espíritu entre letras para después volverse inmortal gracias a sus piernas.

Kipchoge se ha vuelto el mejor maratonista de la historia por varias razones: en Berlín 2018 impuso el récord mundial vigente de 2:01:39; en Viena 2019 se convirtió en la primera persona en correr un maratón en menos de dos horas, terminando en 1:59:40 (a veces reportado como 1:59:41) en una exposición (que no fue válida porque corrió acompañado de aditamentos tecnológicos) y en Tokio 2020 se erigió como el tercer maratonista de todos los tiempos en ser bicampeón de Juegos Olímpicos.

Con un tiempo de 2:08:38, el keniata de 36 años revalidó su oro de Río 2016 incluso corriendo solo los últimos 12 kilómetros, es decir, durante el 28% de la competencia él fue líder indiscutible. Con esto se une al etíope Abebe Bikila, ganador de Roma 1960 y Tokio 1964, así como al alemán oriental Waldemar Cierpinski, vencedor en Montreal 1976 y Moscú 1980.

Para alcanzar esta cima, Kipchoge tiene una rutina clara: leer al menos una hora por las tardes y otra hora después de la cena, antes de acostarse a las 9:00 de la noche. Su gusto por la lectura empezó con cuentos hace aproximadamente 16 años, incluso antes de que se dedicara exclusivamente a la prueba de maratón.

“No hay amigos más leales en el mundo que los libros. Han sido una fuente de placer para mí, me han permitido entender mejor el mundo y me han ayudado a crecer como persona”, destaca el atleta.

También asegura que nunca lee ciencia ficción, sino libros de motivación, negocios y autobiografías. No le gusta imaginar fantasías, prefiere convertir las historias en realidad.

Por eso, previo a su viaje a Tokio desde su campamento en su natal Kenia, terminó de leer 'Hábitos atómicos’, de James Clear, “una lectura fácil para construir buenos hábitos y romper con los malos”. Tras finalizarlo, cargó en su maleta olímpica un libro del ex presidente Barack Obama, titulado ‘Una tierra prometida’.

“Correr un gran maratón y ganar lleva cinco meses. Cuando estoy en la línea de salida, mi mente comienza a revisar lo que he estado haciendo los últimos cinco meses. Creo en mi entrenamiento y me considero el mejor en esa línea”, menciona el maratonista, que en los Juegos Olímpicos de 2008 fue medallista de plata en los 5,000 metros, pero que a partir de 2013 se metió de lleno a la especialidad de los 42 kilómetros.

Ganó todos los oros de maratones entre 2014 y 2019 y, de los últimos 14 antes de su participación en Tokio 2020, ganó 12. Su legado le ha dejado patrocinios con marcas cotizadas como Nike, aunque en su hogar se dedica a lavar inodoros y a limpiar sus uniformes a mano. La lectura le ha enseñado que el éxito solo es alcanzable mediante la disciplina.

“Creo que cumplí el legado al ganar el maratón por segunda vez. Esa es mi felicidad total, mi inspiración para la próxima generación”, dijo tras ganar el oro en Tokio 2020, pues uno de sus objetivos es motivar a los niños no solo en el deporte, sino en la vida misma, por lo que también creó la Biblioteca Sandy Bodecker en la comunidad de Kaptagat, a 300 kilómetros de Nairobi, la capital de Kenia.

Sentado sobre una manta en su jardín, disfruta de sus dos libros favoritos: ‘Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas’, de  Stephen R. Covey, y ‘¿Quién movió mi queso?’, del Dr. Spencer Johnson, que se trata de cómo el ser humano tiene que adaptarse a los constantes cambios de la vida con disciplina y esfuerzo.

Así es como Kipchoge se ha adaptado al éxito de ser el mejor maratonista de la historia, con una resistencia mental basada en libros que lo motivan a ser mejor persona: “Ganar no es importante. Tener éxito ni siquiera es importante. Cómo planificar y prepararse es fundamental. Cuando planifica muy bien y se prepara muy bien, el éxito puede llegar en el camino. Entonces ganar puede venir en su camino”.

deportes@eleconomista.mx

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