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HG Promotores aumenta su nivel junto al Abierto de Monterrey

Si bien el torneo nació bajo la gestión del empresario Hernán Garza, hay una organización de 12 elementos que se encarga de operar cada edición. Este año representa su reto máximo con la categoría WTA 500.

Foto EE: Especial

Monterrey, N.L.- Hace 16 años, el empresario regiomontano Hernán Garza fue la célula que dio vida a todo un organismo en el que hoy operan más de 500 personas: el Abierto de Tenis de Monterrey, que desde 2017 tiene el cobijo comercial de GNP Seguros.

Pero la semilla del Abierto de Monterrey data de 1976, cuando Hernán Garza Echavarría empezó a trabajar como gestor de eventos tenísticos en la capital de Nuevo León. En aquel entonces, incluso, fue asesorado por Lamar Hunt, uno de los directivo clave en la creación de la NFL y el Super Bowl, además de fundador de los Kansas City Chiefs.

A 48 años de distancia, el Abierto de Monterrey cruza su momento organizacional más retador al debutar en la categoría WTA 500, que sólo tiene por delante a los WTA 1000 y Grand Slams. La jerarquía de las jugadoras aumenta y todo lo que eso represetna está bajo la responsabilidad de HG Promotores, la empresa detrás del evento.

“HG Promotores se fundó en 2009, justo cuando inició la primera edición del Abierto de Monterrey. Empezamos a organizarnos cuando terminamos un torneo anterior. Esta vez estuvimos año y medio elaborando esta nueva creación de evento y todo lo que conlleva”, platica Alejandra Cárdenas, directora general de HG Promotores, en entrevista con El Economista.

El Club Sonoma, ubicado en el municipio de San Pedro Garza García en la Zona Metropolitana de Monterrey, es la sede del primer WTA 500 de la ciudad y uno de los dos que se llevan a cabo en Latinoamérica (el otro es en Guadalajara).

Si bien el Club Sonoma tiene una geografía no lineal que implica constantes subidas y bajadas, los organizadores han aprovechado para invertir en un estadio con 4,500 espectadores y una cancha alterna que aumentó de 600 a 1,200, además de una zona comercial en la que resaltan empresas como Caliente, BMW y Amstel Ultra.

“Es una promotora chica, en realidad somos 12 personas las que trabajamos todo el año en las diferentes áreas operativas: logística, mercadotecnia, administrativa, directivos, relaciones públicas y relaciones comerciales. Nuestras oficinas están en el estadio GNP Seguros, que es donde se lleva a cabo el torneo”, comenta Cárdenas, nacida en Monclova, Coahuila, pero radicada en Monterrey desde hace varios años.

“Se contratan a más de 450 personas durante la semana del torneo: recoge bolas, jueces, staff, voluntarios y todos los empleos indirectos con proveedores. En esta edición se contrataron a un poco más de personas, podríamos hablar de más de 500, porque necesitábamos un mejor servicio y más personalizado. Todo el equipo está capacitado y, de los colaboradores temporales, la mayoría regresa año con año, así que han vivido todo el crecimiento del torneo”.

Alejandra Cárdenas es egresada de Turismo Internacional por la Universidad de Monterrey (UDEM), una institución privada de alto prestigio en dicha ciudad. Desde 2013 inició su trabajo en HG Promotores en el área de marketing y en 2022 asumió la dirección general.

Hace mancuerna con la familia Garza en cuanto a la organización del Abierto de Monterrey, al igual que el resto del equipo fijo y los que son contratados cada año. La entrada al nivel WTA 500 a partir de este 2024 los motiva a proyectar su marca a una escala mayor.

“Siempre lo hemos dicho, somos de los únicos eventos en la ciudad que ha permanecido durante 16 años, entonces algo estamos haciendo bien. Es una idea de nosotros crecer cada vez más y posicionar más a la ciudad, a nuestro estado y país. La idea a futuro es ser el torneo más importante de la WTA en Latinoamérica”, declara con firmeza.

De acuerdo con sus datos, la primera edición WTA 500 del Abierto de Monterrey será transmitida a más de 150 países y espera visitantes de 35 nacionalidades, teniendo prácticamente como vecinos principales a los aficionados de Texas.

Sin embargo, señala que el mayor desafío se encuentra en los aficionados locales: “Hemos logrado todo lo que tenemos porque eso es lo que la gente espera: hacer más. Los regios somos muy exigentes, es por eso que nos hemos podido lucir y, tanto es así, que la gente que viene lo comenta. Es un lugar que es un club deportivo durante todo el año y luego se convierte en sede del torneo. Queremos seguir incrementando no sólo el nivel sino la experiencia para el cliente”.

—¿Existen planes para llevar a HG Promotores a otras ciudades o deportes?

—“Sí, hemos crecido la empresa y hemos podido hacer diferentes eventos. Estuvimos en un evento de pádel, que fue un major. Parte del equipo ha estado formando parte de diferentes eventos, ya sean deportivos, sociales o artísticos. Tratamos de captar diferentes eventos para llegar a la mejor fórmula. Vamos a seguir buscando otros eventos a nivel internacional para formar parte de otra promotora y aliarnos para fortalecernos, que el equipo siga aprendiendo de todos los cambios en la actualidad”.

Los costos operativos fueron otro de los retos para el Abierto de Monterrey en 2024. Alejandra Cárdenas menciona que se invirtieron más de 3 millones de pesos en remodelaciones a la infraestructura del estadio GNP Seguros y el Club Sonoma en general, además de que la bolsa para las jugadoras casi se cuadriplicó de 259,303 dólares a 922,573.

“Este torneo (WTA 500) llegó para quedarse, aquí será la sede por muchos años más y creo que vale mucho la pena porque son inversiones a largo plazo y muy bien pensadas para que tanto el público como el patrocinador, jugadoras y staff estemos todos contentos. Hay detalles que vamos a seguir mejorando, pero con la visita de tanta parte técnica de la WTA nos estamos dando a la tarea de ir viendo lo que falta”.

No obstante, también hay una alta expectativa en cuanto a la derrama económica. La edición 2023, que todavía era en categoría 250, dejó un estimado de 80 millones de pesos. La proyección para 2024 es aumentar esa cantidad entre un 15 y 20%.

“Son las mismas instalaciones del torneo 250 pero con un chip y energía diferente, también con calidad de jugadoras diferentes. Desde cero empezamos a trabajar en este rompecabezas para decidir que después de 10 años de tener esta misma sede había que hacer que la gente sintiera algo diferente. Lo hemos logrado y nuestra expectativa es que incremente la derrama y que se vea en toda la ciudad”, concluye Alejandra Cárdenas.

fredi.figueroa@eleconomista.mx

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