Iker, el líder que guía a La Furia Roja

Sus atajadas son tan importantes y estéticas como el futbol que despliega toda España. Su liderazgo, humildad y profesionalismo le han permitido ser un inamovible de La Furia Roja, escuadra en la cual porta el gafete de capitán desde hace muchos años, en la que su voz es sinónimo de ley, en la que sus palabras pueden sostener un vestuario que muchos pudieran pensar que podría caer a pedazos por la rivalidad entre elementos de Madrid y Barcelona.

Iker Casillas puede presumir no sólo unos reflejos felinos, sino una clase que acompaña a sus condiciones futbolísticas, que lo hacen ver como un guardameta único, que cuida su arco como a su propia vida, que sabe jugar su papel de líder, mantener la ecuanimidad a pesar de los constantes éxitos, tanto grupales como individuales.

Y es que además de dos Euro y una Copa del Mundo, el jugador de Real Madrid puede presumir de ser el futbolista español con más partidos con su Selección: 135 compromisos. Por si eso no fuera suficiente, Casillas destaca como el portero que mantiene el récord de más partidos sin recibir anotaciones, con 74 partidos, superando por dos al holandés Edwin van der Sar.

Pero la virtud de Iker es que gana partidos, títulos, manteniendo la humildad, el liderazgo, manejando la presión de vestuarios llenos de ego, pero, sobre todo, deleitando con la serenidad con la que se para bajo los tres postes, con la que se lanza por cada pelota que ataja y no llega a su portería, cuando, en muchas ocasiones, su rival ya festeja el tanto.

El capitán de España dejó claro de qué tamaño es su grandeza, porque pese a tener que levantar por tercera ocasión una copa importante (dos Euro y un Mundial), antes recorrió la cancha y le extendió la mano a sus rivales y recibió el reconocimiento de todo un plantel que lo admira y respeta.

carlos.herrera@eleconomista.mx