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Japón, bicampeón del Clásico Mundial
La selección nipona se impuso 5-3 a su similar de Corea del Sur para así obtener su segunda corona.
El Dodger Stadium de Los Ángeles se convirtió en una sucursal del Tokio Dome de Japón y su apoyo fue fundamental para que el representativo nipón se impusiera 5-3 a su similar de Corea del Sur en la final del segundo Clásico Mundial de Beisbol, en un partido que se fue a extrainnings.
Un hit de Ichiro Susuki con dos bolas y dos strikes en la parte alta del décimo capítulo, fue la clave para impulsar el par de carrera que le dio a los japoneses su segunda corona consecutiva.
Japón siempre llevó la delantera del partido al registrar tres carreras en las nueve entradas. La primera se dio en la tercera entrada y con ella abrieron la pizarra para el 1-0. Corea respondió e igualó los cartones con una en la quinta con jonrón de Shin Soo Choo.
Los japoneses castigaron a los coreanos con una más en la séptima para el 2-1 y aumentaron su ventaja 3-1 al sumar una más en la octava, Corea intentó y consiguió empatar en la novena.
- El triunfo de la pelota asiática
La final del Clásico Mundial de Beisbol entre Japón y Corea del Sur confirmó que el beisbol sencillo, aquel que liga hits, corre las bases, roba y pondera el ataque, es el más difícil de lograr y es el que mejores resultados entrega en la presente época del beisbol.
Con un estilo que podría catalogarse como plenamente ofensivo los representativos asiáticos han adaptado el beisbol, de origen estadounidense, a su temperamento y le han mostrado al resto de las selecciones que la pelota pone a cada quien en su lugar.
Con pocos peloteros jugando en Grandes Ligas y con miles en desarrollo en sus ligas locales, los equipos asiáticos han logrado darle su toque al diamante en buena medida gracias a las academias de algunos equipos de las mayores instaladas en Japón, Corea y China han sido aprovechadas cabalmente.
RDS