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La plusvalía de dirigir una Selección: Javier Aguirre
Ser entrenador nacional durante un Mundial “es la diana, el blanco perfecto de todo mundo”, dice El Vasco en entrevista con El Economista. La Selección Mexicana estuvo bajo su dirección en dos mundiales.
Desde la primera vez que la Selección Mexicana rodó el balón en un Mundial, Uruguay 1930, once entrenadores la han dirigido al menos en dos ocasiones, entre ellos, Javier Aguirre. El Vasco tuvo la responsabilidad de entregar resultados en la Copa del Mundo de Corea del Sur-Japón 2002 y el de Sudáfrica 2010.
En 26 años de trayectoria como técnico ha preparado a clubes en México, España, Emiratos Árabes Unidos, y en cuanto a Selección, guió a Egipto y Japón. La suma de la experiencia le permite definir cuál es la plusvalía que toda Selección Mexicana debe tener: veteranía y los conocimientos que solo se aprenden con el roce internacional.
De los 26 convocados por el entrenador argentino Gerardo Martino para Qatar, 16 cuentan con minutos en ligas extranjeras, 10 elementos ya jugaron un Mundial y 16 debutarán en la justa.
El Tata Martino en su recorrido como timonel de Selección ha tenido a Paraguay, Argentina y México, mientras que en ligas ha dirigido clubes argentinos, paraguayos, al Barcelona español y al Atlanta estadounidense.
“Sobre si dar oportunidad a mexicanos en el extranjero o locales, es un debate que se ha generado a raíz de que tenemos más jugadores en Europa o en Estados Unidos o en cualquier otra liga. Tuve la oportunidad de jugar y entrenar en México muchos años y siento que aunque los jugadores no estén siendo titulares en sus clubes, el simple hecho de salir de la zona de confort, familia, afición, comida, entorno, pues ya es un reto, porque en otras partes del mundo se mira al jugador extranjero con lupa y tiene que dar un plus por encima de los nacionales. Entonces, cualquier chico que venga aunque no juegue, por el hecho de entrenar en otro idioma, conocer otras costumbres, idiosincrasia, otras maneras, culturas, aficiones, religiones, sí que le da un plus sobre el que se queda en casa. Al momento de tomar decisiones prefieres el jugador que tiene roce internacional, que el que solamente juega en la liga local, no es algo muy significativo pero son cosas a tomar en cuenta”.
Dos meses antes de Qatar 2022, los convocados en la lista oficial: Rogelio Funes Mori, Luis Romo, Jorge Sánchez, Raúl Jiménez y Héctor Herrera se retiraban de una concentración con Selección aquejados por diversas lesiones y dejaban en manos de los médicos la velocidad de su rehabilitación. El caso de Jiménez tuvo a directivos y entrenadores del Wolverhampton y del Tricolor contando los días para ver de vuelta a su goleador.
El dorsal 9 titular durante toda la Eliminatoria de Qatar 2022 suma en su trayectoria 29 goles con el jersey Tricolor entre partidos amistosos, clasificación mundialista, Copa Oro, Confederaciones, Copa América, Nations League y Copa Concacaf.
“Es difícil ponerse en el lugar del entrenador. Para convocar a jugadores lesionados depende del nivel y la necesidad que tengas de un jugador, si lo puedes sustituir con otro o no, depende también el tipo de lesión. Siempre he dicho que la Selección nacional no es para recuperar lesionados es porque se necesita gente que venga sana para jugar, salvo que suceda en una eliminatoria o campeonato o en la Copa Oro o Mundial, se tiene que jugar con el lesionado, tratarlo tú, pero para llamarlo no. Insisto, salvo que sea muy importante ese jugador para el técnico en turno, lo puedes esperar, pero no es lo mejor evidentemente, por la incertidumbre que se genera o porque al final no pueda recuperarse”.
¿Cuál es la magnitud de las decisiones que toma un entrenador durante el ciclo mundialista?
“Impactan sobremanera, es la diana de todo mundo, el blanco perfecto en la medida que se acerca el Mundial. Sus declaraciones, conducta, a nivel de cualquier Ministro o Secretario de Estado, en verdad como de políticas importantes, se saca de contexto, se mira con lupa sus declaraciones. De hecho, incluso, si nos toman una fotografía el primer día de trabajo y cuatro años después, en el último día del Mundial hay un cambio físico abismal, brutal. Un desgaste físico inherente al cargo”.
En el Mundial de Corea-Japón 2002, Aguirre tuvo su primera experiencia como entrenador nacional, teniendo en su currículum sólo dos equipos: Pachuca y Atlante, pero precisamente, la plataforma mundialista fue la ventana para su incursión en el extranjero. Dirigió 27 partidos de la Selección, la cual dijo adiós a la sede coreana cuando perdió contra Estados Unidos con el 2 a 0 en octavos de final. Sin embargo, el encuentro clave que le dio a Aguirre su primera oportunidad como DT internacional (con CA Osasuna) fue el de México (1-1) Italia de la fase de grupos.
“Ser entrenador de Selección tiene repercusión mundial. Un buen partido contra Italia impulsó mi carrera para venir a Europa. Me lo comentó la gente de Pamplona, que éramos tres entrenadores prospectos para venir al club y cuando vieron el partido se decantaron por mí. Ser entrenador de Selección es una plusvalía, es un orgullo”.
Ocho años después, llegó el Mundial de Sudáfrica y El Vasco fue llamado para dirigir el barco. La Selección cayó 3-1 ante Argentina en octavos de final.
¿Qué variables se deben considerar para evaluar el trabajo y continuidad de un entrenador nacional?
“La variable más importante es cómo juega el equipo, si tiene un estilo definido, una forma de jugar reconocible, si genera ilusión en la gente, esto se da con el tiempo. Es muy difícil llegar y en 12 meses pretender que una Selección funcione igual que una que lleva cuatro años junta. En Selección nacional es cuestión de tiempo, en cuatro años puedes tener un proceso bueno, puedes ir seleccionando e imprimir un sello, pero en 12 meses que me ha tocado dirigir en dos ocasiones, tienes que tapar agujeros y hacerle como puedas, con lo que puedas, para ir al Mundial. Una vez que calificamos al Mundial tienes de cuatro a cinco meses solamente para meter al equipo y tener un estilo de juego. Es poco probable que te renueven como entrenador si el equipo quedó eliminado de una manera inesperada o la prensa o gente no habla bien. La presión mediática es importante para la renovación de un técnico. En dos ocasiones ha sucedido que los técnicos han sido renovados y no han terminado el proceso, esto significa que está muy desgastada la relación. Al finalizar un Mundial, ya el técnico sabe si está fuera”.