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Las cifras que hicieron de México el peor

Cuando se tira tres veces al arco en igual número de partidos, no se tiene la pelota en 180 minutos y se falla 70% de los pases, el destino no puede ser positivo.

En 270 minutos de juego, México sólo sumo tres tiros al arco. Ése es el vestigio que dejó el desempeño del Tricolor en la Copa América, el cual fue funesto en todos los aspectos. Encadenó en cada encuentro cifras que en la justa continental lo ubicaron al fondo de la tabla.

En siete participaciones anteriores, México se había hecho de dos subcampeonatos, tres terceros lugares y en dos ocasiones había llegado hasta cuartos de final. En esta edición en Argentina, por primera vez no superó la ronda inicial. Pero hacerse de la pelota en sólo 93 minutos de 270 que disputó en los tres partidos, que se podría traducir en dos partidos sin tocar el balón, no fue la única causa.

En los tres partidos que disputó El Tricolor, 70% de sus pases fue errado y las asistencias exactas fueron mínimas.

Los servicios correctos para el equipo mexicano los brindaron Diego Reyes, Néstor Araujo y Jorge Enríquez, sumando entre los tres 280 asistencias, mientras que para el equipo argentino los jugadores Javier Mascherano, Gabriel Milito y Lionel Messi completaron 506 pases correctos.

Los centros al área tampoco fueron la excepción en la decadencia mexicana. Para Colombia, en un sólo partido, el jugador del club italiano Udinese, Pablo Armero, ponía nueve veces el esférico en el centro de la cancha; sin embargo, para México Édgar Pacheco sólo lo hacia en dos ocasiones.

Encarar a sus rivales para recuperar el balón dentro de la cancha tampoco fue su fuerte, pues lograron recuperar la pelota 33 ocasiones en promedio cuando incluso Bolivia, otra de las selecciones que también ocupa los últimos lugares, recobró la pelota en 70 ocasiones.

La mayor muestra del desajuste en la alineación dirigida por Luis Fernando Tena está en su acercamiento a la meta rival: Néstor Araujo hizo el único gol que de nada sirvió, pues su porcentaje finalizó en cero.

Los pases, la posesión de la pelota, los centros, los tiros a gol, las cifras en general podrían seguir atormentado a una Selección avasallada, para la que los motivos de poseer el peor desempeño del torneo le sobran porque el fracaso sólo es un resultado de una suma de desencajes.

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