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Las sensaciones que le dan sentido a un clásico

Nervios, motivación, compromiso, obligación son sólo algunos de los sentimientos que se experimentan.

Al menos antaño la semana previa a un clásico era diferente, con mucha presión, adrenalina y responsabilidad, aseguraron Eduardo Fernández y Manuel Sol, ex futbolistas que destacaron como guardameta y mediocampista, respectivamente, que saben lo que es enfrentar este tipo de compromisos, mismos que siempre generan consecuencias luego de concluir.

Tras mencionar que lo primero que hace un futbolista al conocer el calendario es visualizar cuándo se disputará el Clásico, duelo que provoca que aparezcan familiares que no veías hace 10 años , Lalo, quien fue campeón con el rebaño en el 1997, explicó las sensaciones que lo invadían antes de encontrarse en la cancha con América.

Esa semana tu adrenalina, tu concentración, todo cambia, la gente está motivada, te pide boletos, que ganes, y tú mismo estás metido, sabes que tienes ese compromiso y obligación, que no lo puedes perder porque es algo importante en tu carrera. Es mucha responsabilidad , recordó el portero que militó en el equipo entre 1993 y 1997.

Otro ex futbolista que destacó con Guadalajara entre el 2001 y el 2007, que sabe de clásicos y de obtener títulos vestido de rojiblanco es Manuel Sol, quien coincidió con Eduardo en lo diferente que resulta encarar a su acérrimo rival. Es especial, le pones mucha más atención a todos los detalles del equipo contrario, hay mucha más presión que en cualquier otro juego , dijo.

Las sensaciones?tras un Clásico

Los dos ex futbolistas mencionaron que tras una semana llena de presión y nervios, y en la que está en juego el orgullo, el momento en el que el silbatazo del árbitro decreta el final del duelo y decreta una victoria ante América se convierte en un desfogue y en uno de esos instantes que le dan sentido al futbol.

Cuando se termina un partido en el que salió todo bien te invade una sensación de felicidad, relajamiento, donde la energía vuelve a su cauce. Te sientes con la satisfacción de haberle cumplido a tu gente y a la historia, porque ese resultado queda ahí , asegura Lalo, mientras que Manuel Sol sentencia que ver la cara de tus seguidores después de un triunfo en el Clásico es lo que hace que valga la pena el futbol .

Los dos hombres que dejaron huella en Chivas también se dieron tiempo de recordar cuál es el Clásico que más recuerdan. Para el ex arquero no hubo duda de aquel 5-0 en el Invierno 96, duelo en el que tuvo acción durante siete minutos, y en el que recuerda que encontraron a un América con altibajos , que tras recibir el primero se fue con todo en busca del empate como era costumbre de La Volpe, quien siempre atacaba . Al final, esa goleada le costó el puesto al técnico argentino.

Para Sol, el choque ante Águilas más emocionante fue el de Verano 2002, edición en la que perdían 2-1 y al final ganaron 3-2, salvándose del empate en el último minuto con un despeje en la línea de meta.

Crisis causa dolor y molestia

Ahora que el club tapatío llega sumido en una crisis que los mantiene en el penúltimo lugar de la tabla general, y antepenúltimo de la porcentual, tanto Eduardo como Manuel aseguraron que sufren a la distancia por los malos resultados.

Me duele ver así al equipo. Jugué cuatro años en Chivas y aprendí a querer a la institución, nunca imaginé que un club tan grande pudiera estar viviendo este momento, que creo que llegó por la pérdida de confianza en todas las áreas, desde directivos, jugadores, entrenadores, afición , expuso Fernández.

Quien además de dolor manifestó no sentir que los actuales integrantes de Guadalajara se maten en la cancha fue Manuel. Me da mucha tristeza e impotencia ver así a mi equipo. No porque pierda, sino la forma cómo lo ha hecho, esto no es Chivas ni la historia que ha caracterizado a este club. Se podía perder, pero era un equipo que dejaba todo en el campo y ahora no lo siento así , manifestó.

Finalmente, Lalo destacó que en medio del negro panorama para los rojiblancos, una victoria ante su odiado rival podría significar un parteaguas para salir de una larga mala racha. Sería lo mejor que pudiera pasar, influiría completamente en el desempeño de los jugadores, de la afición, directivos, para todo el mundo sería lo ideal. El equipo tiene una gran oportunidad, pero si no lo ganas te hundes más en lo emocional , concluyó.

carlos.herrera@eleconomista.mx

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