Mexicanos, sin mucho reconocimiento y con escasas oportunidades

En una charla de sobremesa en un restaurante de Barcelona, Jorge Berlanga expresó su preocupación a Josep María Minguella porque Guillermo Ochoa, su representado, terminaba contrato con Ajaccio y el club perdería la categoría al final de la temporada. Le faltaban dos años al portero para poder conseguir el pasaporte comunitario, lo que complicaba su llegada a Toulouse, Marsella y París Saint Germain, clubes que mostraron interés por su fichaje durante la estancia en la Ligue 1.

Esa noche de mayo del 2014, Minguella conoció que Ochoa era seleccionado nacional, tenía 28 años y estaba en camino de ir a su tercer mundial. El rasgo que más le llamó la atención es que una transferencia a cualquier club no representaría costo de fichaje, sólo tendrían que arreglar el contrato laboral; por eso ofreció a Guillermo Ochoa a Barcelona, porque tenía buena relación con Andoni Zubizarreta, entonces director deportivo del equipo catalán.

“No es una cuestión de tomar el teléfono y llamar al director deportivo y ofrecerle a un jugador cualquiera, debe haber una historia de la agencia”, señala Javier Abad López, agente español de futbolistas avalado por la Real Federación Española de Futbol.

Guillermo Ochoa se quedó nuevamente en la lista de candidatos para refuerzo de un gran club europeo. A Liverpool, PSG, Milán y Barcelona se le sumará Nápoles, que después de días de negociación, Aurelio de Laurentiis, presidente del equipo italiano, confirmó que el portero mexicano no llegaría al club. “A Ochoa no lo considero porque no es comunitario”, expresa el dirigente.

Para Martín del Palacio, periodista para el canal de medio de la FIFA, el mercado internacional no está tan abierto con los jugadores mexicanos, porque no han habido tantos jugadores con éxitos en ligas europeas, como los argentinos y brasileños.

La reputación de los jugadores mexicanos en Europa es un parámetro para que los grandes agentes y las compañías mejor posicionadas en el continente apuesten por ellos. Raúl Jiménez está en la cartera de clientes de Jorge Mendes, el representante de futbolistas portugués que representa a Cristiano Ronaldo; mientras que Hirving Lozano firmó recientemente su incorporación a la empresa que lidera Mino Raiola, en agente de Paul Pogba.

“Siempre influye el nombre y el prestigio de los representantes para conseguir buenas oportunidades y ofertas, la capacidad de operación de éstos es fundamental en cuanto al nivel de los equipos y al monto de las ofertas”, señala Gabriel Gerberoff, agente de futbolistas.

Jorge Berlanga sólo tiene a dos representados, Guillermo Ochoa y Miguel Layún. En el pasado, tuvo relaciones de colaboración con Promanage y los agentes Greg Taylor y Manuel Velarde. Desde hace dos años, es accionista del club Toledo en la Segunda División B de España.

En otros casos, como Matías Bunge y los futbolistas mexicanos en Porto. Héctor Herrera no ha podido salir de la Liga de Portugal, a pesar de tener ofertas de otros clubes; Diego Reyes lleva más de un mes en busca de cerrar una oferta, ya que quedó en libertad al concluir su contrato con el equipo portugués, y Jesús Corona llegó a Porto en una negociación que, según documentos filtrados por Football Leaks, el agente cobró una comisión por 7.3 millones de euros, en una transacción desde Twente que involucró a una empresa que estaba siendo investigada por el Servicio de Administración Tributaria por lavado de dinero.

•••

Hay al menos un jugador colombiano en alguna de las cinco principales ligas europeas. En total, son 24 jugadores colombianos en el mejor futbol del mundo. Javier Abad indica que desde hace cinco años los jugadores de Colombia se han posicionado bien el ligas europeas, sobre todo porque la selección nacional ha tenido buenos partidos en los mundiales de futbol.

“Ayudan ciertos escaparates, como el Mundial, la Eurocopa”, dice el agente de jugadores, “como Jefferson Lerma, la venta más costosa de Levante en su historia, cuando traspasó al futbolista colombiano por 25 millones de euros a Bournemonth”.

Para Gabriel Gerberoff, todavía es insignificante el número de jugadores mexicanos en Europa, “y mucho tiene que ver el valor en el mercado interno de los jugadores que dispara sobremanera su cotización y los hace fuera de precio comparados con otras nacionalidades”, expone.

Además, no todos cuentan con pasaporte comunitario, lo que facilita sus opciones para fichar con un club, porque como indica Martín del Palacio, "¿por qué un equipo va a desperdiciar sus lugares de extranjeros en jugadores que no saben si se adaptarán bien?”.