Recompensan el valor de El Zapata

Uriel Moreno El Zapata dejó en claro su valor, un toreo variado y por momentos tremendista, que le valió el corte de dos orejas para salir en hombros de la Plaza México en la quinta corrida de la Temporada Grande.

El tlaxcalteca no escatimó desde que recibió a su primero, los lances con una larga cambiada cerrado en tablas y de rodillas, seguida de otras dos en los medios, que remató con una media verónica muy pintoresca, fueron muestra clara de que venía por todo.

A los lances le siguió una chicuelina, verónicas en las que su enemigo estuvo a punto de darse una vuelta de campana y aun así luego de la suerte de varas, cubrió el tercio de banderillas colocando los tres pares seguidos, dos al violín y el tercero galleando la suerte hacia los adentros.

Continuó con un estatuario, pases cambiados por la espalda y toreo en redondo con la muleta a media altura para ayudar a su enemigo en la embestida.

Luego la estocada baja, deficiente, petición de oreja por unos cuantos distraídos y protesta de otros al ser concedida y el diestro se la guarda para emprender la vuelta al ruedo.

El Monumental, par de su creación, fue realizado en su segundo toro luego de lances variados en los que volvió a prender el ánimo. Para iniciar la faena de muleta, el pase del Imposible, cambiados por la espalda y tandas por ambos lados, toreo de aliño y la suerte del teléfono, misma que coronó con un estoconazo que le valió el segundo apéndice y la salida en hombros.

Manolo Mejía pechó con lo menos potable, su balance fue ovación y división de opiniones mientras que el confirmante, Manuel de Jesús El Cid, saludó en el tercio, escuchó palmas y ovación en uno de regalo.