Lectura 3:00 min
Ronaldinho, mucha emoción, poco futbol
Algunos fans quedaron desencantados con el brasileño.
Querétaro, Qro. Las playeras de Gallos Blancos con el número 49 impreso en la espalda todavía se venden, pero ya no como antes. Los aficionados del equipo reconocen su calidad, su trayectoria, pero también le piden que si no quiere estar en la plaza se puede ir... porque además ya se entusiasman con los rumores (sólo eso) de la posible llegada de Andrea Pirlo, que en unos días jugará la final de la Champions League.
El desplante del astro brasileño en Pachuca, ciudad en la que tras ser sacado de cambio decidió retirarse del estadio y volver a Querétaro, dejando solos a sus compañeros, fue un golpe letal para una afición que en el último año le había puesto la etiqueta de ídolo, consentido, provocando que los jerseys con su nombre se agotaran.
Los fanáticos de Gallos reconocen la calidad del astro brasileño, pero no perdonan ese tipo de acciones. Que se vaya, sino quiere jugar mejor que ya deje al equipo, sólo terminó con la dinámica del plantel , dijo Rodrigo, seguidor del club de 28 años, al volante de su taxi que manejó en los alrededores de la cancha que albergó la final del Clausura 2015.
Y la molestia sobre los últimos actos del ex jugador de Barcelona no tiene que ver con ninguna generación. A don Antonio, fanático del cuadro queretano de más de 70 años de edad, los berrinches de Dinho le dejaron claro que el brasileño tiene que irse de la institución. Sí levantó mucho a la afición pero tiene que irse después de la final. Acá ya se habla de que van a traer a un italiano muy bueno (Andrea Pirlo) , mencionó seguro el veterano aficionado, quien ya se ilusiona con otro bombazo de su directiva, la cual estaría contratando a la figura de Juventus.
El efecto de lo sucedido en la cancha de tuzos en semifinales tuvo su efecto en el estadio Corregidora, sitio en el que nadie coreó su nombre hasta que apareció a un costado de la cancha para ingresar como relevo en la segunda etapa, a pesar de que a Querétaro le urgía su calidad y contundencia, en su intento por regresar a la serie.
Tras la ovación que recibió tras ingresar a la campo, la figura del equipo dirigido por Víctor Manuel Vucetich volvió a pasar casi inadvertida para los miles de seguidores que llenaron las gradas, que ni si quiera cuando le anularon un tanto volvieron a mostrarle su apoyo.
Por eso, cuando el silbatazo final llegó, las ovaciones fueron para el equipo al que desde las tribunas le reconocieron su esfuerzo grupal sin espacios para aplaudir a un solo futbolista, como pudo haber sido el caso de Ronaldinho si no se hubiera equivocado en Pachuca.
La última imagen del brasileño, mientras todos los jugadores de Santos festejaban su título, luego de sufrir mucho durante 90 minutos, fue la de un jugador lanzando algunos saludos a la tribuna, misma que al menos en una gran parte ya no se ilusiona con verlo en la próxima campaña y ya sueña con la llegada de un crack de la talla de Andrea Pirlo.