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Tour de France, una tradición digitalizada
Cada año, los ciclistas de la competencia mejoran su rendimiento no solo por los aditamentos a sus bicicletas y la incursión del big data, sino también por el tratamiento a su biotipo.
Quien piense que mirar el Tour de France es una competencia en la que solo se ven bicicletas en acción está totalmente alejado de la realidad. Con el paso de los años, el Tour ha evolucionado hasta construir una red de tejidos virtuales de información en directo, cuenta con drones, aviones, helicópteros, cámaras hasta en las curvas más recónditas y más de 3,150 millones de datos sobre el rendimiento de los ciclistas.
Lo que era considerado un circuito de ciclismo caracterizado por la tradición y el esfuerzo de sus corredores ha dado pasos agigantados hacia la ciencia y la tecnología en los últimos siete años, gracias a la incursión de socios comerciales como Dimension Data (NTT) y Zwift, quienes se han encargado de la aparición del big data y la digitalización del certamen.
“En el ciclismo romántico de los años 60 o 70, a la caravana se le llamaba multicolor; hoy, es digital por todos lados. En los últimos cinco o seis años el Tour se digitalizó y también ha echado mano de la inteligencia artificial. Es tanta la información que posee que tuvo que dar ese paso, al que estaba obligado por ser la carrera número uno”, explica a El Economista, Juan Ramón Piña, reportero y comentarista de ciclismo desde 1988, con coberturas en la Vuelta de la Juventud y Ruta México, vueltas y campeonatos nacionales, ciclismo de pista y ruta en Juegos Olímpicos y un Tour de France.
La escala tecnológica comenzó en 2015 con NTT, cuando se colocaron los primeros dispositivos como cámaras y radares en las sillas de los ciclistas, además de la instalación de aviones, drones, helicópteros y camiones capaces de procesar toda la información en zonas sin acceso a la red 3G. Solo la ‘Big Data Truck’ de NTT es capaz de procesar 150 millones de puntos de datos por cada una de las 21 etapas del Tour.
Con más de 12 millones de televidentes de 190 países atentos a cada etapa del Tour (cifra promedio de audiencia), la evolución tecnológica ha sido un requisito cada vez más necesario entre los organizadores para aumentar el gancho del negocio.
“En los negocios, el éxito se reduce a deleitar a sus clientes. ¿Y quiénes son los clientes durante el Tour de Francia? Los fans. Es por eso que la innovación tecnológica en el Tour de Francia tiene que ver con mejorar la experiencia del espectador”, mencionó desde 2018, Peter Gray, director senior de tecnología de Dimension Data Sports Practice (NTT).
Entre 2017 y 2019 el Tour incorporó el aprendizaje automático y el análisis predictivo a la carrera, que permitió contar historias convincentes durante cada segundo de la competencia, como la estimación de cuándo el pelotón alcanzará al grupo que se escapó, la velocidad promedio de los ciclistas durante un choque y los cambios en el ritmo cuando los velocistas corren hacia la línea de meta, ingredientes que enriquecieron la narrativa para los espectadores.
La vía para que el fan esté enterado de estos y otros detalles es Social Corner, una aplicación a la que se puede acceder desde el sitio oficial del Tour (letour.fr) y que fue instaurada en 2014. Además, para este 2022, su mercado digital ascendió a 3.68 millones de seguidores en sus redes oficiales (Facebook, Twitter, Instagram, Google+ y Snapchat), en las que publican en cuatro idiomas: inglés, francés, español y alemán.
— ¿Cómo ha cambiado el rendimiento de los ciclistas a través de las nuevas tecnologías en el Tour?
“Las estrategias cambiaron mucho, el pelotón se juega la etapa en los últimos kilómetros y los líderes también hacen eso, pero las carreras son rápidas y de mayor espectáculo. Hoy un ciclista rinde mucho y por más días. Se ha visto que, en el caso de un líder, puede perder solo por un mal momento que tuvo, y no por varios, como antes”, comenta Juan Ramón Piña.
Una de las adecuaciones más llamativas en 2021 y que será mejorada para la edición 2022 es la creación del ‘Twin Stadium’, considerado por NTT como “el estadio conectado más grande del mundo”, ya que se trata de un modelo de conectividad virtual directa a los 3,400 kilómetros de perímetro que tiene la ruta completa de la carrera, donde los organizadores pueden monitorear ubicaciones clave, activos, información de multitudes y datos en vivo, “para permitir una experiencia de evento y operaciones de carrera más fluidas”.
Otra innovación en 2022 es la incorporación del Geo-Tour de France, un proyecto gestionado por investigadores de siete países (de universidades como la de Granada, Utrecht, Birmingham, Utah y Montpellier, entre otras) que proporcionará a los aficionados todos los detalles sobre la geología de la competencia, incluyendo los paisajes más recónditos y la dinámica a detalle del subsuelo.
“El Tour de Francia 2022 recorrerá los restos de tres continentes antiguos, sobre las huellas del impacto del meteorito que marcó el final de la era de los dinosaurios y el paisaje calcáreo de los Acantilados Blancos de Calais. La carrera atravesará volcanes extinguidos y se moverá sobre pedazos de Arabia Saudita en París”, explica el canal de la Universidad de Granada. Los espectadores podrán hacer preguntas sobre la geología del Tour a través de Twitter, con el hashtag #GeoTdF o la cuenta @geotdf.
— ¿Qué se puede esperar del espectáculo del Tour de France en los próximos años, qué tipo de tecnología es factible que se vea?
“Se pueden esperar bastantes cosas, quizá inventen fórmulas de carrera más vistosas. Hoy entran a tramos de grandes Clásicas, ponen montañas medias a cinco kilómetros de meta. Esto es en lo técnico, en lo tecnológico quizá sea información directa al aficionado, datos de la bicicleta de un ganador, qué características tiene su vestimenta y en ese momento, incluso, dónde se puede comprar”, responde el especialista en ciclismo.
En esta aventura tecnológica que cada año se desarrolla más es donde se pondrá a prueba la preparación de ciclistas como Mark Cavendish o el regreso del experimentado Chris Froome, durante la edición 2022 del Tour de France, aunque una de las cartas más fuertes es el esloveno Tadej Pogacar, quien ganó el campeonato de 2021 con apenas 22 años.
rrg