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Yoga al alcance de la pantalla y más económico

Incluso el yoga ha modificado sus dinámicas ante el mayor tiempo que pasan las personas en encierro.

Foto: Reuters

Incluso el yoga ha modificado sus dinámicas ante el mayor tiempo que pasan las personas en encierro. La actividad se volcó al entorno online, en muchos casos con clases gratuitas, mientras que los estudios, donde usualmente se practica, se encuentran cerrados representando un cargo al bolsillo de los yoguis.

En México, Google Trends registró un incremento de las búsquedas del tema “Yoga” en la web a partir del 22 de marzo. Nike Training Club fue una de las plataformas digitales que permitió acceso gratuito a todo tipo de ejercicio. Datos proporcionados por la empresa a El Economista indicaron que el 42% de sus usuarios consumen contenidos de yoga precisando: “los consumidores buscan cada vez más acceso a actividades fáciles de hacer desde casa, es decir, sin equipo”.

El traslado a las plataformas digitales trajo consigo la devaluación de las clases. Marsella Vázquez, fundadora de la comunidad Yogamex, indicó que de manera presencial la mensualidad en una escuela se encuentra entre 800 y hasta 2,500 pesos, además de tener la opción de comprar clases sueltas que cuestan entre 150 y 230 pesos.

“El tema es que en online se fue al piso, están desde 90 pesos hasta 1,500”.

Si bien para Ricardo Madrigal, dueño de “Yoga en la Cueva”, el periodo de confinamiento le ha permitido observar un incremento en la práctica de esta actividad, la página web de su estudio ofrece clases online con donativos voluntarios desde 50 pesos. Madrigal indicó que por el surgimiento de aplicaciones, el yoga se ha vuelto un negocio cada día menos rentable pues esta tecnología tiene la capacidad de ofrecer un servicio más económico.

Adriana Cabrera, directora de Blanco Yoga, no ha observado un porcentaje importante de nuevos suscriptores durante el periodo de confinamiento; sin embargo, sí ha habido acercamiento de personas que ya hacían yoga. Por el momento ella continúa impartiendo clases a través de su plataforma online al mismo tiempo que debe pagar la renta de su estudio.

“Por suerte mi casero comprendió la situación y me hizo un descuento para  pagar esa renta y a los maestros que me ayudan ahora en línea”.

¿Enseñar yoga es bien retribuido?

“Es complejo porque las personas no valoran tanto una clase de yoga, tienen la idea de que es ‘buena onda’ y tiene que ser gratuito como para el beneficio de la gente y no, los maestros de yoga invirtieron mucho en su formación, los estudios pagan una renta altísima. Se debería de poder que los maestros vivan mejor, que los estudios puedan sacar un beneficio acorde, realmente es muy difícil mantener una escuela de yoga”, señaló la directora de Blanco Yoga.

De acuerdo a los sitios web de “Yoga en la Cueva”, “Blanco Yoga”, “Green Yoga” y “Marcos Jassan”, un curso de certificación para instructores de 200 horas cuesta en promedio 32,600 pesos y de acuerdo al compromiso de cada instructor se toman diferentes capacitaciones a lo largo del año.

“Todos los años tomo talleres y cursos que también tienen un costo, pueden ir desde 500 pesos por un fin de semana hasta 10,000 pesos que a lo mejor son tres fines de semana”, compartió Madrigal.

Aunada a la capacitación de un yogui, mantener un estudio implica costes de operación, renta y pago de servicios como luz, agua, limpieza, entre otros.

¿Qué tan desarrollada se encuentra la práctica del yoga en México?

La fundadora de Blanco Yoga respondió: “comparado con Estados Unidos todavía falta muchísimo por hacer y respecto a otros países, México va muy bien, por estar pegado a Estados Unidos. México tiene una influencia muy grande del yoga desde hace muchos años, entonces el yoga aquí es mejor trabajado y con mejor oferta que en otros países de Latinoamérica y de Europa”.

La yogui Diana Techachal le atribuye un lento avance al desarrollo del yoga en nuestro país a un tema de cultura: “Existe mucho el tabú de la gente de si es para hombres o para mujeres, es más por eso, por nosotros mismos, que no lo aceptamos como cultura”.

Yogamex cuenta con un directorio de escuelas de yoga. Marsella Vázquez explicó que en los últimos dos años en todo el país surgieron 100 escuelas: “Que para nuestro nivel, ingresos, etcétera, es un montón, porque el yoga sigue siendo un lujo”.

Negocio del yoga

Según SARVA and Diva Yoga, una cadena de estudios de Yoga en Mumbai

63% del yoga de intensidad alta lo practican mujeres

55% de la audiencia del tipo de meditación guiada son hombres

¿Qué ha pasado durante el periodo de confinamiento?

5 veces está creciendo la práctica del yoga y otros formatos de ejercicio en Cure fit

4,150% incrementó la búsqueda de la marca de ropa “Alo Yoga” en Estados Unidos, en un periodo de 30 días desde el 27 de abril

fernanda.vazquez@eleconomista.mx

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