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¿El sueño de la construcción de vivienda sostenible e inclusiva es posible? América Latina cuenta con ventajas comparativas verdes: BID

A pesar del potencial para reducción las emisiones de gases de efecto invernadero, sólo 2.2% de las inversiones en la región se consideran ambientalmente sostenibles  

Ante la importancia que tiene la edificación de la vivienda en la economía de las naciones de América Latina y el Caribe, esta actividad tiene el potencial para transitar a una construcción de hogares más sostenible e inclusive, debido a sus ventajas comparativas verdes, como la electricidad renovable y los recursos naturales con los que cuenta.  

De acuerdo con un análisis del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), América Latina y el Caribe contribuye con el 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero; sin embargo, sólo 2.2% de las inversiones en la región se consideran ambientalmente sostenibles.  

En este contexto, y ante la importancia que tiene el sector de la construcción en el aporte de las economías de la región, se vuelve necesario que la edificación de vivienda transite hacia un ecosistema sostenible e inclusivo.  

"La construcción crece y lo hace por la necesidad que tienen tanto el sector público (al considerarlo como una palanca clave para reconstruir mejor y crear empleos), como el sector privado (en busca de la rentabilidad). Debemos aprovechar este interés para que la construcción de viviendas crezca de una manera sostenible e inclusiva", se puede leer en el análisis publicado en el blog del BID, de la autoría de Maria Elena Acosta Maldonado, consultora del organismo internacional.  

El análisis refiere que gracias a los recursos con los que cuenta la región, se puede contribuir a mejorar la sostenibilidad del sector en todos sus eslabones, en aspectos como:  

  • Mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero.  
  • Mejora de las condiciones de habitabilidad mediante el aprovechamiento eficiente de las condiciones ambientales y socioculturales del entorno.  
  • Promoción de soluciones económicas congruentes con políticas de desarrollo urbano y ordenamiento territorial.  

"Para lograr viviendas más sostenibles y resilientes, los códigos de construcción son una herramienta fundamental. Lamentablemente, los códigos actuales están lejos de ser universales, y en los países en donde se implementan, generalmente no están alineados con el objetivo de alcanzar cero emisiones netas para el 2050", resalta el análisis.  

Camino de regulación y certificaciones  

Dentro del documento, se explica que los gobiernos deben de implementar políticas para que la construcción de vivienda tenga un papel preponderante en materia de sustentabilidad.   

"El papel de las autoridades competentes el sector es vital, por lo que deberían asumir su responsabilidad", refiere el análisis y añade que los puntos importantes de los gobiernos son:  

  • Asegurar la sostenibilidad ambiental.  
  • Respetar las zonas de protección ambiental.  
  • Impulsar la construcción sostenible a través de tipologías de vivienda adaptadas a diferentes pisos climáticos, para garantizar el confort térmico.  
  • Optimizar el consumo de energía y agua potable.  
  • Impulsar la gestión de desechos tanto de construcción como de generación doméstica.  
  • Velar por el cumplimiento de medidas de protección para trabajadoras y trabajadores de la construcción.  

En este escenario, el análisis refiere que ha habido esfuerzos con certificaciones de construcción sostenible, como el programa EcoCasa en México, CES en Chile, Casa Colombia, Sistema de evaluación ambiental de MUPI en Ecuador o Casa Azul en Brasil.  

Apostar para la inclusión  

Otro de los aspectos que resalta el análisis, es la necesidad de que la construcción de vivienda sea más inclusiva, con principal protagonismo en los hombres pese a que las mujeres son las principales gestoras de acceso a una hogar.  

"La tendencia de las brechas de género en la economía general se refleja en una menor participación laboral femenina con salarios más bajos. Sin embargo, la reactivación económica nos debe invitar a promover la inclusión de mujeres en el sector", apunta el documento.  

Ante ello, el análisis sugiere una mayor participación de la mujer en aspectos como diseño, construcción, comercialización de viviendas, así como en el impulso de procesos de capacitación técnica e involucramiento en la toma de decisiones.  

"Su involucramiento fortalece las capacidades de liderazgo de las mujeres, cualifica su mano de obra ampliando sus oportunidades de generar ingresos, ahorros al realizar trabajos en sus viviendas o prestando servicios en sus comunidades", describe el análisis.   

El documento destaca que con la construcción de viviendas sostenibles y de manera más inclusiva, es posible reducir el déficit habitacional en la región, estimado en más de 23 millones de hogares.  

"Construyendo viviendas de manera más sostenible e inclusiva, reducimos el déficit habitacional, a la vez que maximizamos el potencial del sector como reactivador de la economía. Todo ello, mientras ofrecemos la oportunidad de participar a poblaciones en situación de vulnerabilidad y cuidamos el planeta", acota el documento. 

 

Fernando Gutiérrez es editor de EconoHábitat

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