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Inmobiliarios plantean retos pendientes y piden ser escuchados
La asociación espera el arranque de unos 230 proyectos inmobiliarios en los siguientes años
Para los desarrolladores inmobiliarios si bien la industria logró sostenerse en la etapa más crítica del Covid-19, la economía en general y algunos segmentos en particular aún están en etapa de recuperación, por lo que es necesario crear condiciones para dinamizarlos, así lo señaló Jaime Fasja, quien asumió la presidencia de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI).
Al arranque de su administración, el presidente de ADI consideró que es necesario contar con certidumbre de parte de las autoridades, pero también se requieren proyectos inmobiliarios competitivos, que fomenten la generación de empleo e impulsen la cadena de valor al país.
“Ante un contexto que nos presenta una situación que sigue siendo compleja, dada la coyuntura que estamos viviendo desde hace algunos años, todavía queda mucho por hacer para revertir el impacto negativo que atraviesa nuestra industria”, comentó Fasja.
“Pedimos apoyo para seguir fortaleciendo el diálogo y el trabajo conjunto, a fin de ser más eficientes los procesos necesarios para detonar las inversiones y generar el dinamismo económico que requerimos. Debemos seguir trabajando en la creación de condiciones que den certidumbre y confianza para seguir siendo grandes generadores de empleo”.
Los sectores que faltan
Jaime Fasja acotó que segmentos inmobiliarios como el de oficinas, centros comerciales, hoteles y hasta la venta de vivienda siguen en una etapa todavía de reacomodo.
Actualmente, dijo, las oficinas están en una etapa retadora en cuanto a sus ocupaciones, mientras que la vivienda, pese a su demanda, enfrenta que la necesidad de certidumbre para recibir un crédito hipotecario que requiere el consumidor final.
El año pasado, el sector oficinas registró un aumento de 70% en su vacancia, respecto a 2019, mientras que la venta de vivienda tiene una caída 24% a la fecha.
Por ello, dio, los empresarios necesitan condiciones de seguridad para realizar sus inversiones y que desde los permisos hasta desarrollo de obras se garanticen.
"A diferencia de otros sectores la inversión se queda en ladrillos, no es un capital que el día de mañana hay turbulencia en el país y de pronto sale. El nuestro es capital a largo plazo, que se queda en las diferentes ciudades del país", apuntó Fasja.
“Somos una industria muy resiliente y que ha logrado salir de otras crisis. Al final del día creemos que lo que hay es oportunidades”.
CDMX, joya de la corona
El presidente de la ADI acotó que de los 19,000 millones de dólares previstos en inversión inmobiliaria para los siguientes dos años para 230 obras aproximadamente, unos 12,000 serán canalizados a proyectos en la Ciudad de México (CDMX).
“Esto solo será posible si existen las condiciones propicias que den certidumbre, confianza y estabilidad para la inversiones nacionales y extranjeras”, explicó Fasja.
Para el empresario, el segmento de las oficinas es un ejemplo de cómo la industria busca adaptarse de manera rápida, pues aunque se registra una desocupación de casi 2 millones de metros cuadrados, anualmente la CDMX renta unos 700,000 metros por año, además se percibe el regreso de los trabajadores a los centros corporativos.
“No es algo nuevo (la crisis), es nuevo el contexto, está la pandemia, la cadena de suministro, la inflación, un aumento en la tasa de interés, pero al final del día, lo que creemos es que salen oportunidades”, aseguró el también directivo de Thor Urbana.
En total, se espera que la inversión inmobiliaria genere 400,000 puestos de trabajo a nivel nacional, con unos 240 proyectos, que abarcan los sectores industriales, de vivienda, turismo, entre otros.