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Bancos de Grecia cierran sus puertas
El BCE congela línea de crédito; banco central del país, sin margen para ayudar a entidades griegas en caso de una retirada masiva de fondos.
El Banco Central Europeo (BCE) celebró el domingo una histórica teleconferencia en la que Grecia se jugó sus vínculos financieros con la zona euro. El organismo que dirige Mario Draghi decidió congelar esos vínculos, pero sin cortarlos definitivamente, para dar una última oportunidad a las negociaciones sobre la prórroga del rescate griego, que expira el 30 de junio.
El acuerdo alcanzado congela la provisión de liquidez de emergencia en los 89,000 millones de euros concedidos fijados el pasado viernes. Ese umbral deja al Banco de Grecia sin margen para socorrer a los bancos griegos en caso de que afronten una probable retirada masiva de fondos.
Poco después del comunicado del BCE, Atenas convocó una reunión del Consejo de Estabilidad Financiera en el que participan el Gobierno, el Banco de Grecia y el fondo nacional de resolución bancaria.
Al término de la reunión, Alexis Tsipras, primer ministro heleno, anunció el cierre temporal de los bancos griegos, y la instauración de un control de capitales, por lo que personas en el país buscaron frenéticamente cajeros automáticos para retirar su dinero.
Se calcula que durante junio han salido de las entidades griegas unos 9,900 millones de euros, monto cubierto en parte por un aumento de 8,800 millones en las líneas de liquidez del banco central. La negativa del BCE a ampliar de nuevo la línea de liquidez condena a Atenas a adoptar medidas tan impopulares como un corralito.
Yannis Stournaras, gobernador del Banco de Grecia, anunció tras la decisión del BCE que el emisor griego tomará todas las medidas necesarias para garantizar la estabilidad financiera de los ciudadanos .
Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, ofrecía a Atenas el asesoramiento técnico de las instituciones (de los acreedores) para las inevitables medidas que deberá tomar en caso de fracaso definitivo de las negociaciones.
Algunos países, como Alemania o Austria, son partidarios de cortar los hilos que mantienen en pie a los bancos griegos tan pronto como expire el programa de los acreedores (Comisión Europea, BCE y Fondo Monetario Internacional) el próximo 30 de junio.
Otros, con Francia al frente, prefieren dar una oportunidad a la negociación y dejar abierta la posibilidad de ampliar las líneas de liquidez si el gobierno de Tsipras y los acreedores restablecen las relaciones rotas el pasado viernes.
De acuerdo con Reuters, el Consejo de Estabilidad Financiera griego ha recomendado establecer un límite de 60 euros a la retirada de efectivo en los cajeros automáticos de los bancos griegos a partir del martes. El lunes los cajeros permanecerían cerrados.
La salomónica decisión del BCE de dejar sin liquidez a Grecia se queda a un paso del veredicto de marzo del 2013, cuando el BCE concedió a Chipre un plazo de cuatro días para firmar un acuerdo con la Troika bajo la pena de ver cortados los lazos financieros con Frankfurt. Nicosia, capital del país, aceptó inmediatamente el acuerdo.
En el caso de Grecia, el BCE deja de bombear liquidez hacia la banca griega pero no fija un plazo concreto para cerrar el grifo del todo. Pero advierte que está listo para revisar su decisión en cualquier momento. Tsipras dijo que los depósitos son seguros y la gente debe mantener la calma. Griegos hicieron cola en los cajeros automáticos durante el fin de semana en medio de preocupaciones del país está en camino de salir de la zona del euro bloque.
Euro cae en primeras operaciones
En este contexto, en las primeras horas de operación de este lunes, la cotización de la moneda única europea cayó 1.4%, a 1.10 dólares y frente al yen perdió 2.3 por ciento. El índice Nikkei de Japón perdía casi 2% en la apertura y lo mosmo ocurría en Hong Kong.
La Comisión del Mercado de Capitales griega dijo que, previsiblemente, la Bolsa de Atenas estará cerrada al menos una semana.